El 15 de junio de 2003 fue un día histórico para el baloncesto argentino. Aquel día, Argentina vivió un hito sin igual. Uno de los suyos, Manu Ginóbili, se alzaba con el título de la NBA. Era el primer argentino en lograr un éxito semejante. Y lo hacía como novato.
Hoy se cumplen 10 años de aquel momento imborrable para la Argentina baloncestística, un momento que trascendió más allá del baloncesto en el país austral.
Manu había llegado a la NBA tras romperla en Europa, donde había triunfado de forma espectacular en la liga italiana y donde se había hecho con el máximo título continental de equipos, la Euroliga.
Llegó Ginóbili tras el verano de 2002 a la NBA como un novato distinto. Con 25 años, cargado de experiencia y éxito no sólo a nivel de clubes, ya que Argentina había comenzado poco antes su etapa más gloriosa a nivel de selección.
Campeón a la primera
El jugador de Bahía Blanca había aterrizado en un equipo puntero, que a un joven y pujante Tim Duncan añadía los últimos coletazos de una estrella del nivel de David Robinson. Pero aquel equipo era mucho más, aparte de esos 2 jugadores y un entrenador excelente, Gregg Popovich.
Aparecían con fuerza llegados de Europa Tony Parker y Manu Ginóbili, que se unían a jugadores de nivel como Stephen Jackson, Steve Smith, Steve Kerr, el defensivo Bruce Bowen, Danny Ferry o los muy veteranos David Robinson, 37 años, y Kevin Willis, 40.
El equipo sumó 60 victorias en la temporada regular, en la que Ginóbili promedió 7,6 puntos en 69 encuentros. Buenas cifras para un novato a las órdenes del exigente Popovich.
Luego llegaron los playoffs, en los que Spurs se abonó al 4-2. Tras proclamarse campeones de la División del Medio Oeste, los de San Antonio ganaron en primera ronda a Phoenix Suns (4-2), en Semifinales de la Conferencia Oeste a Lakers (4-2) y en la final a Dallas Mavericks (también por 4-2). Se hacían así con el título de conferencia.
En las Finales les esperaban los New Jersey Nets de Jason Kidd. Pues bien, el 15 de junio de 2003, justo hoy hace 10 años, San Antonio ganaba el sexto partido por 88-77 para lograr el anillo al imponerse por 4-2. Era domingo. Y fue festivo para el equipo texano. Más festivo que nunca.
El partido del anillo
El encuentro final, ese 88-77 que supuso el título, dejó como monstruosa estrella a un Tim Duncan que hizo un partido salvaje al firmar 21 puntos, 20 rebotes, 10 asistencias y 8 tapones. Es decir, un triple-doble, un doble 20 y casi un cuádruple-doble. Una animalada.
Hasta 5 jugadores locales metieron 10 o más puntos. Porque a Duncan se sumaron David Robinson, que se retiró así del baloncesto, a lo grande, Stephen Jackson, el escurridizo 'Speedy' Claxton y el propio Manu Ginóbili, que hizo aquel día 11 puntos y 7 rebotes en 33 minutos. Un Ginóbili que mejoró sus números en playoffs hasta irse a 9,4 puntos de media en 24 encuentros.
En el equipo rival, lideró el juego Jason Kidd con Kerry Kittles, Richard Jefferson y Kenyon Martin a su sombra.
Hoy, sábado, 15 de junio de 2013, justo 10 años después de aquella gesta de Ginóbili, el argentino está en las mismas circunstancias, luchando por un anillo, pero con 35 años. A su espalda, una grandísima trayectoria en la NBA con 3 títulos. Ginóbili, Duncan, Parker y Popovich aún están en competición con los Spurs. Forman la columna vertebral de la historia de los Spurs, pero también de una parte de la historia de la NBA. En esa historia hay un argentino. Un argentino que echa la vista atrás tal día como hoy, pero que vive el presente más que nunca. Porque quiere volver a ganar.