Pau Gasol (Lakers) y Gustavo Ayón (Bucks) se despidieron el domingo de la temporada, una temporada que ha sido muy compleja para ambos y que ha constituido una notable decepción en los dos casos.
Gasol afrontó su duodécima campaña en la NBA y vivió su peor curso tanto en el plano físico como en el mental, lo que se tradujo en los peores números de su carrera y, a nivel colectivo, en la más sonora decepción si se tiene en cuenta el potencial que tenían los Lakers este año.
Mientras, Ayón ha dado un paso atrás tras completar en Hornets una prometedora y sorprendente campaña de novato. En su segundo año, el mexicano no ha encontrado un acomodo claro ni en Orlando, ni el Milwaukee y sus números y minutos han caído. Ya ha vestido, además, 3 camisetas distintas en 2 años, lo que no resulta demasiado positivo.
La pesadilla de Pau
El rostro del mayor de los Gasol anoche era un poema. Sus Lakers acababan de perder en casa su segundo partido consecutivo por paliza y se iban de la competición con un 4-0 a cuestas. San Antonio Spurs había pasado por encima de los angelinos, que terminaron como un equipo completamente descompuesto por culpa de las lesiones.
Pau fue sustituido a 3 minutos del final y recibió una cálida ovación de la afición, que presentía que podía ser su último partido con la elástica de los Lakers.
"Me sorprendería que no hubiera cambios", dijo el español tras la debacle de playoffs y la tortuosa temporada regular vivida por el equipo. Dijo que le gustaría quedarse en los Lakers, pero "no a toda costa". Lo que no quiere vivir es otra temporada como ésta.
Gasol hizo los peores números de sus 12 temporadas regulares: 13,7 puntos, 8,6 rebotes y 4,1 asistencias, con un 46,6% en el tiro de campo, su porcentaje más bajo de siempre. Pero es que, además, sólo pudo disputar 49 de los 82 partidos que jugó su equipo.
Mejoró su rendimiento en la parte final de la campaña y en los playoffs, pero ya no había espacio para nada. Los Lakers andaban rotos por las lesiones.
A lo largo del curso, sufrió más lesiones que nunca. Se perdió partidos por la tendinitis que arrastra en las rodillas, tuvo una conmoción por un golpe y una baja de larga duración por una lesión de pie. A todo ello, se añadió su dificultad para adaptarse a un sistema, el de Mike D'Antoni, en el que había poco sitio para él como ala-pívot y tuvo una difícil relación con su entrenador a raíz de que éste le enviara a la suplencia en algunos partidos.
Tras esta durísima temporada en todos los aspectos, Gasol podría someterse el próximo verano en Alemania a un tratamiento para intentar mejorar el estado de sus rodillas, un procedimiento al que ya se sometió en el verano de 2011 Kobe Bryant. "Es una posibilidad", ha dicho.
Ayón da un paso atrás
Tampoco ha sido nada fácil la campaña para el mexicano Gustavo Ayón. El ex de Fuenlabrada completó una muy prometedora temporada como novato con Hornets a pesar de llegar a Estados Unidos sin hablar inglés. Sorprendió a todos, se adaptó rápido y acabó con 5,9 puntos y 4,9 rebotes en 20 minutos. Jugó 54 de los 66 partidos de la temporada del lockout y fue titular 24 veces.
Sin embargo, su campaña 'sophomore' ha resultado decepcionante. No ha habido progreso alguno. Muy al contrario, ha dado un paso atrás que le puede hacer replantearse muchas cosas.
Como Gasol, Ayón tiene contrato en la NBA hasta el verano de 2014. Los derechos FIBA del mexicano los tiene un club del máximo potencial, como es el FC Barcelona. Y Ayón ya no hace ascos a regresar a España. Habrá que ver.
Lo cierto es que este curso cambió de aires, viajando de Nueva Orleans a Orlando, un cambio que no le benefició. Cayó en un equipo perdido tras la marcha de Dwight Howard y su presencia en minutos en la pista bajó con respecto al año anterior: 3,6 puntos y 3,3 rebotes en 13,3 minutos durante 42 encuentros.
Luego, en febrero, acabó en Milwaukee Bucks. Lo mejor fue que cambió un equipo sin horizonte por otro que aspiraba a llegar a los playoffs. Pero su presencia en cancha no mejoró: 4,3 tantos y 4,9 rebotes en 13,6 minutos durante 12 encuentros.
En los playoffs, apenas ha pisado pista, pero al menos debutó en postemporada. Desde luego, no ha sido un buen año para Ayón.