Memphis Grizzlies derrotó a Clippers para ponerse 1-2 abajo en una serie que promete fuertes emociones. El equipo de Lionel Hollins consiguió frenar el juego de Chris Paul. Y sin su base, los angelinos se convirtieron en un equipo menor.
Zach Randolph fue la estrella del partido, bien secundado por Marc Gasol. Entre ambos, dominaron las dos zonas haciendo un roto a la escuadra de Vinny Del Negro.
Mientras, Miami ganaba cómodamente en Milwaukee para firmar el 3-0 en una eliminatoria que carece de cualquier tensión competitiva. Fue la noche de Ray Allen, máximo anotador de Heat con 23 puntos y 5 triples, triples que le llevaron a superar la marca histórica de Reggie Miller como máximo triplista de la historia de los playoffs.
Además, victoria de Chicago sobre Brooklyn a través de la defensa en un extraño partido en el que el equipo local, los Bulls, ganó sin anotar una sola canasta de campo en los últimos 5 minutos y medio. Carlos Boozer y Luol Deng lideraron el éxito.
Memphis 94 L.A.Clippers 82 (1-2)
Cambió el sentido del juego en el desplazamiento de la serie desde Los Ángeles a Memphis. En el FedExForum, Grizzlies recuperó su esencia más íntima. Es decir, intensísima defensa, juego ofensivo cargado sobre sus hombres altos e integración entre todos sus componentes para formar un grupo compacto, sin fisuras. Y llegó el primer triunfo que deja a los aficionados con la sensación de que pueden vivir otro enfrentamiento a sangre y fuego como el del pasado año.
Llegado al descanso, el partido ya tenía sus líneas maestras bien definidas. Memphis dominaba 47-39 y marcaba bien a las claras su foco de trabajo: Chris Paul. La clave era desactivar al base estelar de Clippers para que se derrumbase el juego del equipo. En el intermedio, los angelinos ya ofrecían serias lagunas ofensivas y Paul sólo sumaba 1 asistencia. A ello, se unía el dominio en la pintura del dúo Zach Randolph (18 puntos al descanso) y Marc Gasol (9) y la incapacidad en tableros de Blake Griffin para rebotear (1 captura en los 2 primeros cuartos). Memphis iba por el buen camino. Sólo Mike Conley sumaba las mismas asistencias que todo el equipo rival, 5.
El tercer cuarto marcó aún más el dominio local. Los de Tennessee se llegaron a poner 14 arriba (61-47) mediado el cuarto con Quincy Pondexter tapando la subida de balón de Chris Paul, que seguía sin encontrar su sitio. Sólo un horrendo minuto final de Memphis salvó a Clippers del desastre. Y los californianos llegaron con vida al último cuarto (70-62).
Los últimos 12 minutos tuvieron un poco de todo. Hubo momento de generación de dudas para la afición local. Especialmente cuando Clippers se puso a 5 puntos (74-69) sin Paul y Griffin en pista. Ahí, surgió una cesta de Marc Gasol para el inicio del rescate y un espectacular alley-oop entre bases protagonizado por Mike Conley al pase y Jerryd Bayless al mate. Pondexter seguía haciendo un muy buen partido, Randolph no bajaba la guardia y Memphis recuperó el rumbo.
Ya en los minutos finales, con los Grizzlies afianzando la victoria, hubo algunos piques, ciertas tensiones, intentos de 'arrumacos', determinadas palabras gruesas. Pero no pasó de ahí. Empezaron los disturbios de baja intensidad por un conato entre Z-Bo y Matt Barnes en el que Randolph se encaminó amenazador al rival y su agresividad la convirtió por el camino en un principio de abrazo. ¡Ver para creer, señor Randolph!. Y luego vinieron varios roces, con Blake Griffin siempre por medio. Primero empujando a Mike Conley, después discutiendo a voces con Marc Gasol, más tarde quitándole la cinta del pelo a Zach Randolph.
Acabó Griffin con el gesto agriado, impotente. Y llegado un cierto punto, Vinny Del Negro le sentó junto a Chris Paul dando por perdido el choque. El rostro del base en el banquillo era un poema. Gesto de mosqueo infinito de un competidor insaciable. Paul miraba al infinito lamentándose de su mal partido y de la derrota.
Memphis controló muy bien el marcador en la recta final, llegando incluso a recuperar su máxima ventaja del tercer cuarto al ponerse otra vez 14 arriba (87-73) con un palmeo de Randolph, que estuvo en plan estrella. Como estelar fue el trabajo defensivo de los jugadores exteriores de Grizzlies, la labor de Tony Allen, Quincy Pondexter y Mike Conley. Y el de Marc Gasol sobre Griffin.
Los locales dominaron el rebote con claridad, capturando 17 ofensivos, controlaron mejor el juego (10 pérdidas por 18 de Clippers) y con todo ello tiraron 13 veces más a canasta (ambos equipos hicieron idéntico porcentaje de tiro, un 38,8%). Randolph acabó con 27 puntos y 11 rebotes, Marc Gasol añadió 16 tantos y 8 rechaces en 36 minutos, Tony Allen se fue a 13 puntos, 9 rebotes y 4 robos y Quincy Pondexter metió otros 13 desde la segunda unidad. Además, Conley fue esencial. Es cierto que estuvo muy desafortunado en el tiro, pero su dirección de juego fue ejemplar y defendió a muy buen nivel.
Los Clippers fueron, una vez más, el espejo de Chris Paul. El base hizo 8 puntos con más pérdidas de balón, 5, que asistencias, 4. Su atasco fue el atasco de todos. Por si fuera poco, la defensa local también ahogó la ofensiva de Jamal Crawford. Lo más destacado fue que Lamar Odom metió 3 triples. Máximo anotador del equipo, Griffin con 16 puntos, pero con sólo 2 rebotes y 1 asistencia.
Chicago 79 Brooklyn 76 (2-1)
Empezó el partido en el United Center de forma salvaje. Parcial de salida de 5-17 a favor del equipo visitante con 8 puntos de Deron Williams. La cosa no pintaba bien de inicio para los Bulls. Sin embargo, el equipo de Tom Thibodeau reaccionó de forma ejemplar y, tras vivir 6 minutos iniciales infernales, traspasó el infierno al rival. Porque a ese 5-17 le sucedió un parcial de 14-0 para acabar el cuarto con un 19-17 para Chicago. ¡Brooklyn Nets no anotó un solo punto en los 6:24 finales del cuarto!.
Ése fue el caldo de cultivo sobre el que se edificó la victoria local. Defensa y más defensa. Y anulación de Deron Williams. Porque Bulls, como Grizzlies con Chris Paul, buscó anular a D-Will como elemento esencial para el éxito, y lo logró. Williams metió 8 puntos en los primeros 6 minutos de juego y 10 en el resto del partido. Además, fue incapaz de solventar la ecuación planteada por la defensa local, no supo distribuir la bola, se atascó en la ofensiva y con él todo su equipo.
Se llegó al descanso con un 41-34 gracias a que el visitante Gerald Wallace anotó un triple sobre la bocina. Ya en el tercer cuarto, los de Illinois se llegaron a poner con 16 de ventaja para terminar el cuarto con un 65-52 que reflejaba perfectamente su brutal labor defensiva.
Todo discurría como la seda y un triple de Nate Robinson puso un +17 para Bulls en pleno último cuarto. La victoria parecía asegurada. Pero entonces, el equipo de P.J.Carlesimo pagó a Chicago con su misma moneda. Aplicación, además, severa en ese pago. Defensa visitante que destrozó a los locales, ¡que ganaron el partido sin meter una sola canasta en los 5 minutos y medio finales!. Como mucho, lograron 2 tiros libres en los últimos segundos.
Ese atasco monumental hizo que Nets llegaran al final con opciones de triunfo. Un mate de Brook Lopez, el mejor jugador visitante con diferencia, puso el 77-74 y con 79-76 tuvo Brooklyn la última jugada para empatar y remontar los 17 puntos que había tenido de desventaja en el cuarto cuarto, pero el triple de C.J.Watson no entró.
La victoria coloca con 2-1 a Chicago a pesar de empezar sin ventaja de campo la eliminatoria. Mikhail Prokhorov debe andar revolviéndose en su asiento. Una victoria lograda a pesar de las limitaciones físicas de Joakim Noah, que capturó 8 rebotes, defendió, pero acabó con 1 punto y un 0 de 7 en el tiro. Chicago tuvo a 2 hombres muy por encima del resto: Carlos Boozer (22 puntos y 16 rebotes) y Luol Deng (21 y 10). Además, otro gran partido en defensa de Kirk Hinrich, que ayudó también en ataque, y buenos minutos de refresco de Nazr Mohammed a Noah.
En un partido muy de playoff, Nets se quedó en un 34,6% en el tiro. Tremendo Brook Lopez con 22 puntos, 9 rebotes y nada menos que 7 tapones. Williams, a pesar de andar más bien gris, no fue de los peores y terminó con 18 tantos, Joe Johnson sumó 15 y Reggie Evans 12 rebotes.
Milwaukee 91 Miami 104 (0-3)
La serie con menos historia con notable diferencia. No hay color. Triunfo de Heat en el estado de Wisconsin y un 3-0 que preludia un 4-0 y descanso para Miami, que anda muy sobrado. No es de extrañar, el equipo de Erik Spoelstra suma 40 victorias en sus últimos 42 partidos y tiene a toda su plantilla en plenitud de condiciones. Su favoritismo para lograr su segundo anillo no decae.
Otra vez volvieron a jugar al gato y al ratón los Heat con los Bucks. Milwaukee se fue con un ilusionante 30-21 al final del primer período y acabó la primera parte por delante (50-48). Entrados ya en el tercer cuarto se puso 6 arriba (61-55) y entonces sonó una especie de alarma en los visitantes, que empezaron a defender de verdad. Esa elevación del nivel defensivo destrozó el partido. Parcial de 7-23 hasta el final del cuarto y entrada en los últimos 12 minutos con Miami 10 arriba (68-78).
Una vez iniciado el cuarto final, todo el mundo apuntaba a que ese marcador se dispararía, y así fue. En los primeros minutos del cuarto, Miami tomó ventaja de 17 con un triple de Ray Allen (73-90), el triple que consagraba a Allen como el jugador con más triples anotados en la historia de los playoffs. Restaban 8:38 para el final y todo había acabado.
Los últimos minutos fueron un mero trámite. Despliegue victorioso sin oposición en esa recta final. Y los Heat ganando a pesar de tener a Dwyane Wade en 4 puntos con un 1 de 12 en el tiro. Eso sí, el segundo espada de Miami aportó mucho en otros campos: 11 asistencias, 9 rebotes y 5 recuperaciones de balón.
Ray Allen fue el protagonista máximo con 23 puntos, 5 de 8 triples y su registro histórico. LeBron James se fue a 22 tantos con sólo 14 tiros realizados y Chris Bosh sumó 16 puntos y 14 rebotes. Mención especial para Udonis Haslem (12 tantos en 16 minutos), pero sobre todo para Chris Andersen, que está haciendo una postemporada memorable. Su intensidad resulta ya aterradora. ¡11 puntos y 6 rebotes hizo anoche en 14 minutos con 5 de 5 en el tiro!.
Milwaukee, en el que no jugó Gustavo Ayón, tuvo como máximos anotadores a Larry Sanders (16 puntos y 11 rebotes) y Brandon Jennings (16 con 8 asistencias y 5 robos). Ersan Ilyasova acabó con 15 y 8 rebotes. Triste partido de Monta Ellis y buen desempeño de un J.J.Redick que jugó poco.