El banquillo de los Bobcats queda vacío. El propietario del equipo, el mítico Michael Jordan, ha prescindido del técnico Mike Dunlap, al que había dado su primera gran oportunidad en la NBA, donde nunca había sido entrenador jefe. La experiencia no ha resultado positiva.
Ha sido el diario Charlotte Observer el que ha avanzado la destitución del entrenador. Dunlap, de 55 años, llegaba a un equipo que en la campaña pasada, la del lockout, había firmado el peor porcentaje de victorias de la historia de la NBA. Su reto, por lo tanto, no era fácil.
El inicio del curso fue tremendamente positivo, inesperadamente feliz: 7 victorias y 5 derrotas en los 12 primeros compromisos. Pero, luego, el equipo volvió a las andadas y durante todo el año fue el peor conjunto de la NBA. Sólo su buen final le permitió esquivar el farolillo rojo para obtener el penúltimo peor registro de victorias con un 21-61, sólo empeorado por Orlando Magic.
Dunlap nunca había sido antes entrenador jefe en la NBA. De hecho, su única experiencia en la liga había residido en ejercer como asistente de George Karl en Denver Nuggets entre los años 2006 y 2008.
Cuando llegó esta temporada a Charlotte, acababa de trabajar en la Universidad de St John's, primero como ayudante del entrenador y luego como entrenador interino.
Su destitución no ha causado ninguna sorpresa. Con Dunlap, ya son 4 los entrenadores que han desaparecido de los banquillos de la NBA tras la finalización de la temporada regular. Previamente, Doug Collins renunció a su cargo en Philadelphia y Byron Scott y Lawrence Frank fueron destituidos por Cleveland y Detroit.