Los Knicks se han anotado el primer partido de su serie ante los Celtics en un Madison Square Garden entregado que ha visto cómo su equipo se ha impuesto a partir de un extraordinario trabajo defensivo en la segunda parte. Carmelo Anthony ha liderado la victoria.
Melo ha acabado con 36 puntos y ha puesto en la ofensiva el colofón a esa magistral defensa local, que ha dejado a los Celtics en 8 puntos en el cuarto final. Y es que los últimos 12 minutos han sido una colección de robos de balón neoyorquinos y ataques extraviados bostonianos. Tanto ha sido así, que en 48 minutos Boston sólo ha tirado 65 veces a canasta. El argentino Pablo Prigioni, lesionado, no ha sido de la partida.
Y no abandonamos ni la Conferencia Este ni Nueva York. Porque el otro equipo neoyorquino, Brooklyn Nets, tampoco falló en casa, aunque en su caso la victoria sobre Chicago Bulls fue bastante más contundente que la de Knicks sobre Celtics. Los Nets arrasaron en la primera parte y ganaron fácil bajo el liderazgo de Deron Williams y Brook Lopez.
New York 85 Boston 78 (1-0)
Spike Lee y John McEnroe se lo han pasado en grande en los últimos minutos. La defensa sin fisuras de los Knicks ha roto a unos Celtics que a lo largo de buena parte del encuentro han ofrecido un baloncesto más ágil, una propuesta más colectiva y más solidaria de juego, pero que al final han caído ante el poderío defensivo local y el poderío ofensivo de un Carmelo Anthony con un fondo físico inextinguible.
Boston había hecho una muy buena primera parte (49-53) gracias a un espectacular desempeño de Jeff Green, que anotó un triple sobre la bocina del primer cuarto y se fue con 20 puntos al descanso. Melo había liderado a los suyos en una primera mitad muy entretenida en la que no faltaron jugadas espectaculares. Un matazo de J.R.Smith, un enorme tapón de Kenyon Martin a un demasiado atrevido Jason Terry, carreras infinitas y sorprendentes de Jason Kidd, un maravilloso reverso con tiro a media distancia de Anthony, un alley-oop Paul Pierce-Kevin Garnett... era cuando todavía las defensas eran algo permisivas.
Por entonces, al descanso, el baloncesto de los Celtics, pródigo en movimiento de balón, se imponía a la ofensiva predecible de los Knicks, anclada en el uno contra uno protagonizado siempre por los mismos jugadores. Pero llegado el tercer cuarto, la cosa empezó a variar de rumbo. No porque los pupilos de Mike Woodson empezaran a mover el balón, no, sino porque los chicos de la Gran Manzana empezaron a defender, y de forma notable.
Los Celtics tardaron casi 4 minutos en anotar sus primeros puntos de la segunda parte y las defensas de ambos equipos apretaron, el marcador empezó a moverse con cuentagotas, el ambiente en la grada subió en decibelios y todo se escoró hacia un partido de playoff de los de verdad, de los de atarse los machos.
En ese marco, el partido se movía aún en la igualdad, con 9 empates, 10 cambios de liderazgo en el marcador y máxima ventaja para cualquiera de los bandos de 6 puntos... cuando, de repente, Boston se puso 7 arriba (63-70) tras un triple de Pierce con 1:11 por jugar del tercer cuarto. Paradójicamente, ese fue el final del equipo céltico.
Porque a partir de ahí, la defensa neoyorquina se convirtió en un infierno para el equipo de Doc Rivers, que anotó 8 puntos en los últimos 13 minutos del encuentro. Al final del tercer cuarto se llegó con un 67-70 y ya en el inicio del cuarto período un 2+1 de Kenyon Martin adelantaba 72-70 a los locales. Los Celtics tuvieron unos minutos con grandes problemas en el rebote defensivo y todo el cuarto fue un constante perder balones ante la presión defensiva del rival, terminando el choque con 21 pérdidas.
Boston metió 4 puntos en los primeros 7 minutos del cuarto final. A 3 minutos de la conclusión entre Melo y J.R. sumaban 47 tiros sin dar asistencia alguna, pero poco importaba. Porque Melo cerraba magistralmente el partido con 4 puntos consecutivos que pusieron el 83-76 a 1.21 del final y con una asistencia (la única que dio en todo el partido) proporcionada a Martin en el momento más importante.
Carmelo Anthony concluía con 36 puntos, 6 rebotes, 4 robos y 4 triples, J.R.Smith sumaba 15 tantos en un día poco certero y Raymond Felton y Kenyon Martin ayudaban lo suyo, como Jason Kidd mientras estuvo en pista. En el lado negativo, el físico insuficiente de Tyson Chandler y la desaparición total de Chris Copeland, novato del mes de abril. También la recta final del equipo desde el triple. Llevaban los Knicks un potente 9 de 15, pero erraron los 10 últimos que lanzaron.
En Boston, que anotó los 19 libres que lanzó, 26 puntos, 7 rebotes y 3 tapones de Jeff Green, que jugó 46 minutos, 21 tantos y 7 asistencias de Paul Pierce y 15 puntos y 3 robos de Avery Bradley. Lo peor, el físico también insuficiente de Kevin Garnett y las aportaciones nulas de Jason Terry y Jordan Crawford.
Brooklyn 106 Chicago 89 (1-0)
Mucha menos historia hubo en el otro partido de la Conferencia Este disputado en la jornada inaugural, un partido en el que los Nets debutaron en playoffs en Brooklyn pasando por encima de unos paupérrimos Chicago Bulls.
Todo se decidió en la primera parte, que acabó 60-35 tras un fantástico segundo cuarto del equipo de P.J.Carlesimo. Porque Nets endosó un 35-21 en el segundo cuarto a Bulls anotando 16 de sus 20 lanzamientos de campo (¡un 80%!) para deshonrar por completo el trabajo defensivo de un equipo acostumbrado a recibir elogios en ese terreno.
El equipo local vivió en la primera parte una permanente luna de miel con una afición que abarrotaba el Barclays Center. Liderados por un gran Brook Lopez, los Nets no encontraron obstáculo alguno para divertirse. Bajo la excelente dirección de Deron Williams y la fluidez anotadora de Lopez, Brooklyn alcanzó ya los 20 de ventaja a 3:47 del descanso con un triple de C.J.Watson. Para entonces, Lopez ya llevaba 17 puntos y D-Will, 11.
Alcanzaron los Nets el descanso habiendo metido 40 puntos desde la pintura y con un acierto en el tiro del 60%. Alcanzaron los vestuarios 25 puntos arriba y convencidos de que el partido no se les iba a escapar. Y no se les escapó, firmando Carlesimo su primera victoria en playoffs desde 1997 para mayor gloria del magnate Mikhail Prokhorov, que fue quien apostó por él con la temporada ya iniciada.
Si importante fueron las actuaciones de Deron Williams (22 puntos, 7 asistencias 3 robos) y Brook Lopez (21 tantos y 3 tapones), no lo fue menos la resurrección de Gerald Wallace (14 puntos y 6 rebotes), que no hacía un partido tan completo desde hace meses lastrado por su físico. Además, otro hombre en la picota de los Nets, Joe Johnson, metía 16 puntos. Es decir, todos los jugadores clave funcionaron, incluyendo Reggie Evans y su poder reboteador (13 capturas) y C.J. Watson y Andray Blatche desde el banquillo.
De nada le sirvió a Chicago alinear al tocado Joakim Noah, que fue titular, pero con minutos limitados (sólo 13). Carlos Boozer fue el visitante más entonado con 25 tantos y 8 rebotes y Nate Robinson hizo 17 puntos en 20 minutos. En el lado de las decepciones, Kirk Hinrich y, sobre todo, un desangelado Luol Deng.