La imagen no era otra que Dirk Nowitzki frente al espejo del vestuario del New Orleans Arena. El alemán se afeitaba su poblada barba para celebrar la vuelta al 50% de victorias y, de paso, que en el transcurso del Hornets-Mavs había superado la barrera de los 25.000 puntos.
Toda una cifra. El alemán anotó 19 al final del partido, pero el momento estelar le llegó mediado el segundo cuarto cuando metió una suspensión a media distancia con la marca encima de Robin Lopez. Era el momento en el que hacía historia. Los jugadores del banquillo de Dallas se levantaban al unísono y el jugador bávaro sonreía y elevaba su brazo derecho en señal de felicidad. Porque hay que tener una fecunda trayectoria para alcanzar tal cantidad de puntos en una liga tan competitiva como la NBA.
De hecho, sólo 17 jugadores han alcanzado los 25.000 tantos en su carrera y Nowitzki es el primero que lo logra sin haberse formado deportivamente en Estados Unidos. Ahora, Dirk suma ya 25.009 puntos
El alemán es el decimoséptimo en la tabla histórica de anotadores por detrás del mítico Jerry West y por delante del también legendario Pat Ewing, que terminó su carrera sin llegar a los 25.000. La estrella de los Mavericks se sitúa actualmente como el tercer mejor encestador de los jugadores que siguen en activo, sólo superado por Kobe Bryant y Kevin Garnett.
El internacional alemán, nacido hace 34 años en Wurzburgo, cumple su decimoquinta temporada en la NBA, ha jugado 1.106 partidos de fase regular y ha promediado en ellos 22,6 puntos tras estar 12 campañas consecutivas sin bajar de los 20 puntos de media. Esta temporada, con la lesión que le tuvo en el dique seco durante bastante tiempo, su media ha bajado a 17,2 tantos, que no está mal para tener 34 años, todo hay que decirlo. Nowitzki, dos veces finalista de la NBA y con un anillo en su poder, hizo historia anoche en la liga estadounidense, más aún al tratarse de un jugador 100% extranjero.
La celebración de este hito personal coincidió con la vuelta del equipo al 50% de victorias (40-40) y con ello, al punto final de la conjura de los jugadores de los Mavs, que habían prometido no afeitarse hasta que igualaran su número de victorias con el de derrotas. Por eso, lo primero que hizo Nowitzki al llegar al vestuario fue ponerse delante del espejo para eliminar su vello facial. Lástima que ese 50% sirva ya de poco al conjunto de Dallas, eliminado hace tiempo de la carrera por alcanzar los playoffs.