La ciudad de Sacramento sigue trabajando contrarreloj para evitar la marcha de los Kings a Seattle. En las últimas horas, el ayuntamiento de la ciudad californiana ha dado el visto bueno a un convenio con inversores privados para construir un nuevo pabellón para el equipo.
El proyecto del que sería el nuevo estadio de los Kings está valorado en 448 millones de dólares, 258 de los cuales serían aportados por las arcas municipales quedando la ciudad como propietaria de la instalación, y se enmarcaría en un proyecto inmobiliario aún mayor que incluye la construcción de un gran centro comercial, edificios de oficinas, hoteles y viviendas y con el que se pretende revitalizar el centro de la capital californiana.
La aprobación del proyecto se produjo por una diferencia de 7 votos a 2 y antes de la votación se pudieron oír las voces críticas de los concejales que más tarde emitieron un voto negativo y de diversos grupos ciudadanos que cuestionaron su necesidad y consideran que el proyecto puede hipotecar a medio y largo plazo las finanzas municipales. Por ello solicitaban que fuera sometido a referéndum de forma que pudieran opinar sobre él los ciudadanos de Sacramento.
La nueva pista, con capacidad para 18.500 espectadores, sería un argumento importante a la hora de tratar de convencer a los propietarios de la NBA de que bloqueen la marcha del equipo a Seattle y fuercen a la familia Maloof a vender la franquicia al grupo de inversores locales promovido por el alcalde de la ciudad, Kevin Johnson.
No será fácil que lo logren, pero en los últimos días la candidatura de Sacramento no ha parado de sumar fuerzas. A los multimillonarios Mark Mastrov y Ron Burkle, cabezas visibles de la oferta presentada para que los Kings permanezcan en Sacramento, se han unido en los últimos días Vivek Ranadivé, magnate indio de la industria del software radicado en Silicon Valley, y Paul Jacobs, presidente de la multinacional tecnológica Qualcomm.
El acuerdo para construir el nuevo pabellón incluye también el compromiso del grupo inversor promovido por el alcalde de permanecer en la ciudad durante los próximos 35 años. Pero todo esto puede quedar en papel mojado si la NBA decide finalmente aceptar la marcha del equipo a Seattle. Para tratar de evitarlo, Kevin Johnson viajará la próxima semana a Nueva York para defender las opciones de Sacramento ante el Comité Ejecutivo de la liga.