Partidazos de los jóvenes Derrick Williams y Ricky Rubio que cayeron en saco roto. Minnesota perdió en casa por 1 punto ante Golden State, que tuvo otra vez al frente a un gran Jarrett Jack. El local Luke Ridnour tuvo la cesta del triunfo, pero erró sobre la bocina tras una alocada carrera por la pista.
El triunfo fue de los Warriors, donde volvieron a destacar, además de Jack, jugadores como David Lee, Carl Landry o Stephen Curry.
Mientras, New Orleans se desembarazó con comodidad de Sacramento con el novato Anthony Davis como máximo encestador, buen partido de Eric Gordon y doble doble de Greivis Vásquez con 13 asistencias.
Además, Portland ganó a Boston con una gran actuación y triple decisivo de Wesley Matthews. El español Víctor Claver capturó 10 rebotes en 20 minutos. De nada sirvieron las buenas actuaciones de los incombustibles Paul Pierce y Kevin Garnett.
Minnesota 99 Golden State 100
Una horrible decisión final de Luke Ridnour arruinó las opciones de triunfo del equipo local. Poco antes, Ricky Rubio, autor de los últimos 4 puntos de su equipo, había mantenido viva la llama de los Timberwolves. Con 97-100, Rubio capturó el rebote de un tiro libre errado por el rival y en esa captura le hizo falta Carl Landry. Se fue el catalán a los tiros libres y no le tembló el pulso: 99-100 y 30 segundos para acabar.
Atacaron los californianos, apurando el tiempo, y su mejor hombre, Jarrett Jack, lanzó a canasta, escupió el balón el aro y acabó en manos de Ridnour. Quedaban 6 segundos. Entonces, el base, ni corto ni perezoso, emprendió una carrera suicida y con todos los contrarios sobre él, lejos de doblar el balón tiró a canasta para fallar. Lo peor no fue eso. ¡Lo peor es que en su carrera suicida Ridnour había matado a sus compañeros porque a Minnesota le quedaban 2 tiempos muertos de 20 segundos!. Una decisión letal la de Ridnour. Por eso, no era de extrañar que Rick Adelman no pudiera creer lo sucedido o que a Ricky Rubio se le llevaran los diablos.
Así, de esa forma frustrante, fue como terminó el partidazo que ofreció Ricky Rubio, que llegó a acercarse al cuádruple-doble. Acabó Rubio con 16 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes y 6 robos de balón. Es verdad que no acertó con sus tiros lejanos y que perdió 6 balones, pero no es menos cierto que dio una exhibición de baloncesto ofensivo y defensivo y que de no ser por él Minnesota no hubiera tenido opciones. Además, dio una portentosa asistencia en alley-oop a Derrick Williams a la carrera y otra a Nikola Pekovic, también a la carrera y por debajo de las piernas.
Junto a Rubio, espectaculares encuentros de un enorme Derrick Williams -23 puntos y 12 rebotes- y de Nikola Pekovic -21 y 8-. Pero a los locales les mataron los contrastes. Metieron 66 puntos en la pintura pero sólo hicieron un 1 de 11 en triples. Ninguno de sus titulares bajó de 14 puntos, pero sus suplentes, incluyendo J.J.Barea, apenas aportaron. Y protagonizaron un guión muy conocido: excelente primer cuarto, bajón en el segundo y recuperación final para perder a última hora.
Los Warriors fueron arrasados en el primer cuarto (32-18), un cuarto en el que los locales bordaron el baloncesto. Pero se recuperaron en el segundo gracias a sus suplentes, con Jack y Landry a lo grande. A partir de ahí, y más con el buen inicio de tercer cuarto de David Lee, no le perdieron la cara al partido a pesar de perder 22 balones, algunos de manera muy seguida.
Jarrett Jack -23 puntos, 8 asistencias y 5 de 7 triples-, David Lee -22 tantos y 13 rebotes- y Carl Landry -19 y 9 rebotes- fueron sus mejores piezas. Y agradecieron la recuperación en la segunda parte de Stephen Curry, que acabó con 18 puntos y 5 recuperaciones.
New Orleans 110 Sacramento 95
Rivales directos, pero sin opción alguna. El partido entre Hornets y Kings representaba eso, un simple enfrentamiento por saber quién iba a acabar por delante, momentáneamente, en la clasificación del Oeste. Victoria local y New Orleans se pone con un 20-37 por el 19-38 que acumula Sacramento.
Los contendientes representaron dos mundos. Por un lado, los locales anotando 62 puntos en la pintura; por otro, los visitantes haciendo un 12 de 19 desde el triple. Al final, se impuso la visión del equipo de Monty Williams, que jugó muy cómodo todo el partido, anotó 110 puntos, sumó 31 asistencias y sólo perdió 10 balones. Vital que todos sus hombres importantes estuvieran en su sitio.
Fue el caso del novato Anthony Davis (20 puntos y 8 rebotes), pero también del recuperado Eric Gordon (17 con 8 asistencias). También el de su sexto hombre, Ryan Anderson, autor de otros 17 puntos con 9 rebotes en 24 minutos. Incluso Roger Mason Jr. brilló desde el banquillo. Y, por supuesto, fue el caso igualmente del venezolano Greivis Vásquez, que no falla: 12 puntos, 13 asistencias con 1 sola pérdida y 5 rebotes en 38 minutos. El de Caracas es un líder fiable y un organizador inagotable del juego.
El partido nos dejó un casi perfección estadística desde el libre entre ambos equipos (27 de 28) y a unos Kings en los que sólo una de sus nuevas adquisiciones, Patrick Patterson, jugó, pero 2 minutos tan solo. Hasta 6 jugadores visitantes hicieron dobles figuras anotadoras, destacando su quinteto inicial. John Salmons metió 18 puntos, DeMarcus Cousins añadió 16 con 10 rebotes y Jason Thompson, 16 con 9 capturas en los aros. También logró 16 tantos Isaiah Thomas.
Portland 92 Boston 86
Cayeron los Celtics en el Rose Garden y, de este modo, los Blazers rompieron una malísima racha de resultados. Victoria local en la que lo más noticiable desde el punto de vista hispano fue la actuación del español Víctor Claver, que capturó 10 rebotes en 20 minutos. El ex del Valencia acabó con 4 puntos, 10 rebotes, 2 robos y 1 tapón, en una de sus mejores actuaciones en la NBA, y fue el mejor de una de las segundas unidades más improductivas de la Liga, que anoche incorporó al recién fichado Eric Maynor.
Frente a esa falta de producción de los suplentes, Portland tiró nuevamente de la enorme productividad de sus titulares, todos en 11 o más puntos. Wesley Matthews -24 tantos y 5 de 8 triples- y Nicolas Batum -18 puntos- fueron los mejores.
Los Celtics estuvieron en el partido hasta el final. Kevin Garnett empató a 86 a 1:46 de la conclusión, pero a partir de ahí un parcial de 6-0 decidió el partido, que pasó por las manos de un 2+1 de Damian Lillard y un triple del propio Matthews, que redondeó así su gran noche.
No estuvo fino en ese final Paul Pierce, que erró 2 tiros muy importantes. Se lo podía permitir, porque en Boston sólo hubo 2 jugadores en ataque: el propio Pierce (23 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias) y Garnett (20 tantos y 9 rebotes). Nada nuevo bajo el sol. Esta vez, Jeff Green pareció humano y no sorprendió como en encuentros anteriores. Y es que los Celtics, que suman un 9-4 desde que se lesionó Rajon Rondo, no anduvieron alegres en ataque en Oregón.