Tony Parker y LeBron James fueron los líderes perfectos que llevaron a San Antonio Spurs y Miami Heat a cómodos triunfos a domicilio ante Bulls y Clippers. Se presumían partidos feroces, muy competidos, pero en realidad fueron dos auténticos paseos para los líderes de Oeste y Este.
¡Qué mejor manera de exhibir liderazgo que dar un sonoro varapalo a algunos de los aspirantes a robarte el cetro!. Eso hicieron esta noche San Antonio y Miami, dos equipos que no presentan fisuras hasta la fecha y cuyo juego sigue creciendo. Los Spurs se exhibieron desde la ofensiva, sin olvidar el trabajo en la retaguardia, y los Heat dieron una lección brutal en defensa.
L.A.Clippers 90 San Antonio 116
Dejado atrás el artificio estelar del Fin de Semana de Houston, llegó la hora de la verdad. Y en esa hora más carnal, más apegada a tierra, Tony Parker se comió con patatas al MVP del All-Star, Chris Paul. No hubo color.
El francés está haciendo una temporada memorable que está siendo ninguneada injustamente por muchos. Estamos ante el mejor Parker de siempre y su equipo lo nota. En el Staples Center, por ejemplo, lo notó, y mucho.
Los Spurs ya avisaron de su amenaza masiva nada más empezar el encuentro. Anotaron sus 6 primeros intentos de canasta con 4 jugadores diferentes y fabricaron en ese primer acto algo más tarde un parcial de 4-17 con 7 puntos de Manu Ginóbli para irse ya en el marcador. Y ya no cedieron en su superioridad manifiesta.
Los Clippers ni se enteraron de qué iba la vaina. San Antonio metió 34 puntos en ese primer cuarto, otros 34 en el tercero y afrontó el último período con 28 puntos de ventaja (64-92). Todo andaba ya más que decidido. Acabaron los Spurs anotando el 59% de sus tiros y repartiéndose sus jugadores esfuerzos, responsabilidades, trabajo, tiempo y felicidad. Los 13 jugadores visitantes que saltaron a la cancha anotaron, Tim Duncan sólo jugó 16 minutos -¡menudo lujo!-... en fin, otra noche de sonrisas amplias en el equipo texano, que ya alcanza las 44 victorias en 56 partidos.
Dentro de ese ambiente distendido, un hombre especialmente feliz: Tony Parker. El base galo pasó por encima de Chris Paul a lo grande. Anotó 31 puntos en 28 minutos, dio 7 asistencias y metió 12 de sus 16 tiros de campo. Y no perdió un solo balón. La perfección existe y se fabrica en Francia. Junto a él, un buen Danny Green (15 tantos y 7 asistencias) y un Manu Ginóbili al que se ve en buena forma. Acabó el argentino con 10 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en 17 minutos. Otro lujo disponer del de Bahía Blanca sólo 17 minutos.
El equipo local sufrió su sexta derrota en el Staples y fue una derrota sin paliativos. Apenas Matt Barnes -18 puntos- y Blake Griffin -17 y 8 rebotes- salvaron los muebles en un equipo que tuvo un tono gris generalizado. Bochornosa la actuación de DeAndre Jordan y calamitoso Chris Paul, que se quedó en 4 puntos y 3 asistencias mientras Parker le sumía en el descrédito.
LeBron y defensa, armas de Miami
Chicago Bulls y su entrenador, Tom Thibodeau, están orgullosos de su defensa. No les faltan razones para ello. Pero este jueves el equipo de Illinois se encontró con la horma de su zapato. Llegó Miami al United Center y dijo en voz alta 'somos los campeones'. Y para ganar un anillo hay que defender. Y para defensa la que anoche hicieron los Heat ante los Bulls, lo que les sirvió para ganar 67-86.
Estrepitosa derrota local anotando 67 puntos tras meter 13 en el segundo cuarto y otros 13 en el último. Chicago se quedó en un 37% de efectividad en el tiro, apenas metió 2 triples y, lo que fue definitivo y desolador, perdió 27 balones. No perdían los Bulls tantos balones desde hacía más de 8 años. Las pérdidas constantes de bola fueron, sin duda, el elemento más sangrante para Thibodeau y los suyos.
Miami (38-14) afianzó su liderato en la Conferencia Este a base de un gran trabajo físico atrás y se aseguró con ese trabajo su mejor racha de victorias de la temporada, 9 seguidas, que coincide con el momento álgido del juego de LeBron James.
James volvió a maravillar. En un partido de corte ultradefensivo se fue a 26 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias con un 11 de 15 en el tiro dinámico, en la línea de gran efectividad de partidos anteriores. Fue, sin duda, la estrella del partido, que en su equipo estuvo secundada por Dwyane Wade (17 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) y un Ray Allen que lideró sin estridencias a la segunda unidad.
Los Bulls sufrieron de verdad. Fue una noche negra para ellos. Porque no levantaron cabeza en todo el partido. Nate Robinson fue su máximo anotador con 14 puntos. Carlos Boozer sumó 12 tantos y 11 rebotes y Joakim Noah se acercó al triple doble con 11 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. Pero el equipo en su conjunto fue una pena, con un Luol Deng desconocido y una suplencia que sumó un 7 de 23 en el tiro para no aportar nada.