Última jornada en la NBA antes de afrontar el Fin de Semana de las Estrellas de Houston y 2 partidos estelares para dar la bienvenida a esas estrellas. Eso sí, en ambos hubo un dominador rotundo. Porque Miami arrasó a Oklahoma City y los Clippers se comieron a los Lakers.
En el partido entre los dos finalistas de la pasada temporada, Miami le dio un buen repaso a los Thunder y LeBron James se lo dio igualmente a Kevin Durant, por mucho que éste metiera 40 puntos. Fue un duelo al sol entre ambas estrellas, pero James, que hizo 39 tantos, anotó sus puntos para decidir el partido, mientras que Durant hizo acopio de estadística en la recta final, ya a la desesperada, con el equipo desahuciado. Eso sí, bastante hizo con sobrevivir a la tremenda caída que sufrió en el primer cuarto del partido. Menudo susto.
Mientras, en L.A., pocas veces un duelo Lakers-Clippers ha sido tan desfavorable a los primeros, como la temporada, vamos. Exhibición de Blake Griffin en el primer cuarto y espectacular Chauncey Billups en el segundo. Entre ambos y un gran Chris Paul se cargaron por paliza al máximo rival, que fue inferior desde el salto inicial.
Miami se pasea por Oklahoma
El campeón de la NBA derrotó al subcampeón por 100-110, si bien el resultado apenas escenifica nada de lo ocurrido en el Chesapeake Energy Arena, donde OKC sufrió su cuarta derrota de la temporada (23-4) a base de bien. Superioridad manifiesta de los Heat en torno a una figura que empieza a ser casi divina: LeBron James.
Es cierto que esta vez James no alcanzó el 60% en el tiro (hizo un 58%), pero no es menos cierto que volvió a ser básico en la séptima victoria consecutiva de Miami. Porque, además, metió los puntos cuando había que meterlos, cuando todo se decidió. Acabó con 39 puntos, 12 rebotes, 7 asistencias y 4 triples su memorable actuación. Al otro lado, Kevin Durant fue superado claramente por James en los 3 primeros cuartos, pero en el último tiro de orgullo para buscar una remontada imposible y acabar el partido cabizbajo, pero con 40 tantos, 8 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones y 15 libres sin fallo. Son dos auténticos cracks. Los dos mejores. Pero, hoy por hoy. LeBron es el rey.
Fuera de este espectacular duelo de pistoleros, de esta exhibición de dos jugadores completos y en plenitud, el partido tuvo poca historia, porque la superioridad del equipo de Erik Spoelstra fue manifiesta. Al descanso el resultado era ya de 46-63, lo que no habla bien del trabajo defensivo de Oklahoma y en varias fases del tercer cuarto Miami llegó a tener 23 puntos de ventaja.
Fue en el último acto cuando los Thunder intentaron lo imposible, lo que no habían hecho en los 36 minutos anteriores. Cuando se pusieron a 10 puntos a 3 minutos del final tras una gran reacción de Durant, parecía como si el milagro fuera posible, pero Miami es mucho Miami y no dejó que los locales se acercaran más allá de los 8 puntos.
Miami ganó con enorme solvencia en un partido que arrancó en el primer cuarto con un 17-32 harto elocuente. Además de James, gran partido de Chris Bosh con 20 tantos, 12 rebotes, 3 tapones y un 10 de 14 en el tiro de campo y 13 puntos de Ray Allen y de un gris Dwyane Wade, que, eso sí, dio 8 asistencias.
En OKC, Durant sólo dejó espacio para Russell Westbrook, autor de 26 puntos y 10 asistencias. Porque el resto no aportó gran cosa, incluidos unos planos Serge Ibaka y Kevin Martin.
Los Clippers le dan un bofetón a los Lakers
En el Staples Center ocurrió algo muy semejante a lo que se vio en el Chesapeake, pero hubo una diferencia: los Lakers ni siquiera reaccionaron al final como hicieron los Thunder. El resultado de esa falta de reacción fue una derrota contundente ante el rival local, un 101-125 que habla bien a las claras no sólo del partido de esta noche, sino también de la temporada de unos y otros. Los Clippers firman un 39-17 que les deja en los puestos nobles del Oeste y los Lakers, un 25-29 que les mantiene alejados de playoffs. ¡Como cambia la vida!.
El partido en L.A. estuvo marcado por su inicio y por el extraordinario rendimiento de 3 jugadores 'visitantes': Blake Griffin, un increíble Chauncey Billups y Chris Paul.
El inicio fue demoledor y marcó el transcurso del encuentro. Un parcial inicial de 0-15 con 10 puntos de Griffin, incluidos los 8 primeros del partido. Y, como en Oklahoma, un primer cuarto que acabó con un claro 17-31 y que marcó tendencia. Un primer acto en el que Griffin marcó 18 de los 22 puntos que anotó en el partido.
En el segundo período, con un gran Antawn Jamison, los Lakers tuvieron su momento y llegaron a acercarse peligrosamente, pero entonces entró en gracia Billups. Con 47-50 en el marcador, un parcial de 0-11 con 8 puntos de un Billups encendido lo incendió todo. El luminoso se fue a un claro 47-61 y ya nada fue lo mismo. Ahí se produjo la ruptura del encuentro.
Lo de Billups fue antológico. No se puede hacer más con menos tiempo para hacerlo. Acabó el partido con 21 puntos en 16 minutos de juego tras meter 5 triples de 7 intentos, pero es que además robó 4 balones y colaboró en todas las facetas del juego para sumar una eficiencia de 26 en esos 16 minutos. Formó un trío letal con Griffin (22 tantos y 10 rebotes) y un Chris Paul que se comió a Steve Nash y que acabó con 24 puntos y 13 asistencias. Entre los 3 lograron 67 puntos con una maravillosa serie en el tiro: 26 de 39.
A ese lucimiento contribuyó la inexistente defensa de los Lakers, que encajaron 64 puntos al descanso y 101 en los 3 primeros cuartos. Una auténtica vía de agua durante todo el partido. El equipo de Mike D'Antoni recibió un auténtico bombardeo desde el triple (16 anotaron los Clippers) y, para más inri, cerró malamente el rebote. El resultado fue estrepitoso, con el quinteto inicial de Clippers jugando a su antojo y arrasando al quinteto inicial de Lakers cada vez que se vieron las caras.
Kobe Bryant sumó 20 puntos y 11 asistencias tras hacer un 7 de 13 en el tiro de campo, Dwight Howard se fue a 18 con 8 asistencias, pero no marcó diferencia alguna en la zona, y Jamison añadió 17 desde el banquillo. Mientras, Steve Nash no tuvo opciones ante Paul y a Earl Clark le quedó grande el partido, como le pasó a los Lakers como equipo.