Paliza en toda regla de Boston Celtics a Los Angeles Lakers. En realidad, no hubo partido en el Garden, donde los bostonianos masacraron a un rival que recuperó a Dwight Howard, pero que jugó sin Pau Gasol. Tras una miniracha de buenos resultados, Lakers vuelve a las andadas.
Fue un paseo triunfal de los locales y otra humillación para el conjunto angelino, que al final del tercer cuarto ya perdía por 26 puntos. Paul Pierce fue la estrella del partido.
Pero para paliza la que le ha dado Denver a Chicago. Los Nuggets, un equipo en estado de gracia, han endosado 128 puntos al equipo de Tom Thibodeau y le han ganado por 32 de diferencia. Enormes Kenneth Faried y Wilson Chandler.
Boston 116 L.A.Lakers 95
La temporada a estas alturas está causando ya ciertos estragos de gran magnitud. Los Celtics, por ejemplo, han perdido a Rajon Rondo y Jared Sullinger por el camino; los Lakers acaban de dejar en la cuneta a Pau Gasol a la par que recuperan a un Dwight Howard aún renqueante.
Regresó Howard tras 3 partidos ausente en los que a su equipo le fue bien. Regresó un Howard sin demasiado 'punch', distraído por su mal físico, sus declaraciones cruzadas con Kobe Bryant y el mal estado de su equipo en general. Y poco aportó: 9 puntos y 9 rebotes para ser eliminado tras cometer 6 faltas. Desde luego, no fue la panacea.
Boston tuvo un camino sembrado de flores para ganar el partido, una auténtica alfombra roja sobre la que caminar entre aplausos, porque la defensa de los Lakers fue un auténtico despropósito. También su ataque, ajeno a cualquier concepto colectivo. Y su tiro, especialmente desatinado desde el triple.
El equipo de Doc Rivers, por el contrario, no flaqueó y en cuanto pudo sangró a su eterno rival. Al descanso, ya la cosa parecía más que encarrillada (58-44), pero el tercer cuarto fue definitivo. Los Lakers aún se resistían (72-61) cuando en un abrir y cerrar de ojos encajaron un tremendo parcial de 23-8 parar irse al final del tercer cuarto con 26 puntos de desventaja (95-69). Ni que decir tiene que el Garden rugía. El último cuarto sobró.
Paul Pierce lideró a los locales con 24 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Muy bien Jeff Green partiendo de la segunda unidad (19 tantos) y 15 para un Kevin Garnett que alcanzó los 25.000 puntos en noche especial y redonda. También 15 para Jason Terry, tremendamente preciso esta vez.
Los Lakers, un desastre. El equipo angelino notó la ausencia de Pau Gasol y sólo funcionó Kobe Bryant, que bregó como una estrella solitaria entre el desastre. Acabó Kobe con 27 puntos, 7 rebotes y un 9 de 15 en el tiro. Acabó, eso sí, con cara de muy pocos amigos porque su equipo se sitúa con un 23-27 cumplidos los primeros 50 partidos de temporada.
Denver destroza a Chicago
Pero para paliza la que le ha endosado Denver Nuggets a Chicago Bulls. Nada menos que un 128-96 tras un brutal tercer cuarto que acabó con 37-16. Y es que Denver es uno de los equipos más en forma en la NBA. Lleva 8 victorias seguidas (15 en sus últimos 18 encuentros) y en el Pepsi Center resulta inabordable (22-3). Ahora mismo, el equipo de George Karl es 4º en el Oeste tras dejar atrás a Memphis y Golden State.
Meterle 128 puntos a un equipo de Tom Thibodeau y, en concreto a estos Bulls, no es poca cosa. Pero es que estos Nuggets a la chita callando siguen una estela inmejorable.
El partido acabó 63-58 en su primera mitad y en el tercer cuarto llegó el desenlace con ese exagerado 37-16 que lo puso todo patas arriba. Tremendos 2 jugadores locales: Kenneth Faried y Wilson Chandler. El primero se fue a 21 puntos y 12 rebotes en 26 minutos con 9 de 10 en el tiro de campo; el segundo logró 24 puntos en sólo 19 minutos de juego tras encestar los 5 triples que intentó. Además, Ty Lawson aportó 16 tantos y 12 asistencias. Denver metió el 58% de sus tiros con un juego rápido, ágil y preciso, tan preciso que sólo perdió 10 balones.
Chicago, mientras, un extraño coladero defensivo. Y eso que esta vez tenía a casi todas sus piezas, recuperados en los últimos días Carlos Boozer, Luol Deng y Joakim Noah. Sólo faltaba Marco Belinelli. Pero el equipo fue un desastre. Daequan Cook fue su máximo encestador con 19 puntos y Carlos Boozer hizo 18.