Restaban 11 minutos para acabar el partido Houston-Charlotte cuando en la defensa de un contraataque el número 2 del draft, Michael Kidd-Gilchrist, colisionó con su compañero Jeff Taylor, que le golpeó de forma fortuita la cabeza.
De inmediato saltaron todas las alarmas, ya que el joven jugador quedó tendido en el suelo, conmocionado. Tras atenderle en la pista durante unos minutos, se le inmovilizó, se le colocó un collarín y fue retirado en camilla camino de un hospital de la ciudad.
Su técnico, Mike Dunlap, tranquilizaba un poco a todos al asegurar que el jugador tenía movilidad en las extremidades y las pruebas médicas que se le realizaron , una de rayos X y un escáner, revelaron que Kidd-Gilchrist no sufre lesiones en la cabeza y el cuello. De todos modos, permanecerá en observación toda la noche en el centro hospitalario por precaución.
El golpe surgió en la pelea por un rebote defensivo cuando Taylor arrolló a su compañero bajo la canasta. El propio Taylor comentó después del encuentro que no había visto a su compañero, ya que todo ocurrió con gran rapidez y sin que pudiera hacer nada por evitarlo.
Kidd-Gilchrist se perderá como mínimo algunos partidos debido a que la NBA aplicará el protocolo vigente en casos de conmoción.