Los Celtics vivieron la felicidad de ganar tras 2 prórrogas a los vigentes campeones de la NBA, pero acto seguido sufrieron la amargura de saber que han perdido a su organizador del juego, Rajon Rondo, para toda la temporada. Victoria, por lo tanto, agridulce para el equipo bostoniano.
Rajon Rondo intentó calentar antes del partido, pero no se vio bien. Mientras se jugaba el choque, el base de Boston estaba haciéndose unas pruebas médicas que revelaron lo peor, lesión de ligamentos en la rodilla y adiós a la temporada.
Mientras, sus compañeros, sin saber el alcance real de la lesión, se fajaban hasta la extenuación en la cancha del Garden en un encuentro sin demasiados regalos de calidad, pero al menos tenso, emocionante y con poso. Además, regresaba al Garden Ray Allen, que fue recibido con división de opiniones, aunque los pitos pesaban lo suyo. Jugó bien.
De nada sirvió el monumental partido de LeBron James: ¡34 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias y 3 robos!. Paul Pierce y Kevin Garnett llevaron las riendas locales.
Tampoco tuvieron suerte los Magic de Orlando, el otro equipo de Florida. Perdieron en casa por 2 puntos ante Detroit tras un fantástico duelo anotador entre J.J.Redick y Brandon Knight.
Boston 100 Miami 98 (tras 2 prórrogas)
Boston parecía tener el partido en sus manos. Kevin Garnett había puesto el 85-81 a 59,9 segundos del final con una gran canasta y segundos después atacaban los propios Celtics con esos 4 puntos de ventaja, pero perdieron el balón, que se llevó Dwyane Wade, y esa bola acabó en manos del hijo pródigo Ray Allen, que se marcó un triplazo a 25 segundos del final que ponía el 85-84 y metía a Miami en el partido.
Luego, a Jason Terry no le tembló el pulso desde los libres (87-84). Atacaron para empatar los Heat, falló esta vez Allen el triple, pero no LeBron James, que a 7 segundos del final se marcó un triplazo frontal para empatar a 87. Boston no tenía tiempos muertos y no aprovechó la jugada final. Partido a la prórroga.
El tiempo extra tuvo poca historia. Apenas anotación y se entró en el minuto final con un empate a 93 que no se movió. Y todo derivó en una segunda prórroga donde un 2+1 de LeBron puso un amenazador 95-98 a 1:02 del final. Fue un canastón en bella penetración. Sin embargo, los locales sacaron fuerzas de flaqueza y primero Terry y luego Pierce pusieron el 99-98 en el luminoso. Por aquellos momentos, un parcial de 4-0 parecía oro. Y lo fue.
Porque LeBron no acertó en la siguiente jugada y Pierce fue a los tiros libres, anotando sólo uno con 5 segundos por jugar (100-98). Y llegó la definición, que ante la buena defensa local le correspondió a Shane Battier con un triple lejano que no entró.
Fue entonces cuando la televisión de turno entrevistó a Paul Pierce como jugador del partido. Se le veía feliz. Cuando la entrevistadora le dijo lo de Rondo, el rostro de Pierce cambió por completo de expresión. El triunfo se le había ido de la cara. Pierce no había hecho un buen partido, pero al final resultó crucial y firmó un triple-doble con 17 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. El que sí que hizo un partidazo al estilo diésel fue Garnett: 24 puntos, 11 rebotes, 3 tapones y 4 asistencias.
Además, aceptables apoyos desde la segunda unidad de Jason Terry y Jeff Green y regreso al juego tras más de un mes de lesión de Chris Wilcox.
Miami perdió 21 balones, pero tuvo opción del partido en los 3 finales que hubo. Y LeBron James estuvo en plan superstar con 34 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias y 3 robos. Ray Allen regresó a gran nivel a Boston y metió 21 puntos y Chris Bosh sumó 16 con 16 rebotes. El que no tuvo su día fue Dwyane Wade, que se fue a un horrible 6 de 20 en el tiro y no sacó la cabeza en los momentos importantes.
Orlando 102 Detroit 104
Tampoco el otro equipo de Florida, Orlando, tuvo suerte, ya que, al igual que Miami, perdió por un suspiro. Al final el triunfo en el Amway Center fuer para unos Pistons que llegaron a Orlando con las aguas revueltas por la no convocatoria de Rodney Stuckey. Lo cierto es que pudo pasar cualquier cosa viendo la jugada final del partido.
Tremenda esa última jugada. El resultado era 100-104 cuando Will Bynum hizo falta a Jameer Nelson sobre un tiro de 3 a 6 segundos del final. Nelson anotó los 2 primeros, pero erró el tercero. Ese rebote era clave, con 102-104, y el follón que se montó bajo la canasta con el balón sin dueño fue de los que hace época. Al final, Glen Davis se quedó con él y cuando fue a empatar le taponó Greg Monroe y en esos segundos aún llegaron palmeos sin acierto de Nikola Vucevic y el propio Nelson. Locura final y triunfo visitante.
El partido estuvo marcado por el duelo anotador entre el local J.J.Redick (31 puntos con 8 triples de 11 intentos) y el visitante Brandon Knight (31 tantos, con 0 asistencias eso sí, tras un 12 de 16 que incluyó un 5 de 8 desde el triple).
Por lo demás, Detroit venció con 17 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y ese tapón providencial de Greg Monroe, 12 asistencias de Bynum en 20 minutos y un buen Charlie Villanueva, que aportó 12 tantos, 5 rebotes y 2 tapones en 25 minutos.
En Orlando, además de Redick, 18 tantos del novato E’Twaun Moore y de Nelson y dobles dobles de Davis (17 puntos y 12 rebotes) y Vucevic (12 y 17). El mexicano Gustavo Ayón acabó sin anotar en 12 minutos de juego en los que no encaró el aro.