Tony Parker y Manu Ginóbili lideraron un nuevo triunfo de los Spurs, que ya acumulan 8 seguidos y 16 consecutivos como locales. El rival eran los Suns de Luis Scola. Otra vez estuvieron ausentes el dúo que representa a la actual dinastía de los Spurs: Tim Duncan y Gregg Popovich.
Manu acabó con 20 puntos en 22 minutos y fue el foco de la jugada en la que el visitante Shannon Brown fue expulsado. Le hizo al argentino una falta flagrante bastante violenta y peligrosa. Luifa, al contrario que Ginóbili, no tuvo un día especialmente afortunado.
El que sí volvió a brillar como sexto hombre fue otro argentino: Carlos Delfino. Fue el mejor suplente de unos Rockets que con James Harden, Omer Asik y Chandler Parsons a pleno rendimiento pasaron por encima de Brooklyn Nets, equipo en el que Deron Williams metió 20 puntos en el primer cuarto para terminar siendo expulsado en la recta final del encuentro.
Y es que no fue la noche de los equipos neoyorquinos, porque los Knicks también perdieron tras hacer un mal partido en Filadelfia. Allí, reinó un jugador, el nuevo all-star Jrue Holiday. Y allí también hubo otro argentino, el base Pablo Prigioni, que no lo hizo mal.
San Antonio 108 Phoenix 99
Antes del partido se vio departiendo alegremente en la cancha todavía vacía a Manu Ginóbili y Luis Scola, dos piezas elementales de la Generación Dorada argentina. Eso sí, después, en el partido, siguieron caminos bien distintos. Manu se sobrepuso a los problemas musculares que le han atenazado en los últimos días y jugó un espléndido partido; Luifa no tuvo su noche, aunque peleó lo suyo en pos de una victoria que no llegó.
Sufrió bastante San Antonio para doblegar a unos Suns en plena crisis deportiva e institucional. Y es que el partido no se resolvió hasta los últimos minutos, momento en el que un Tony Parker en estado de gracia puso la directa para otorgar a los suyos su octava victoria consecutiva en la competición y su decimosexta al hilo como locales, atesorando ya 20 triunfos en los 22 encuentros que han disputado en el AT&T Center.
Habían saltado ciertas alarmas al ver jugar sólo 8 minutos a Ginóbili en el último partido. Se podría pensar en una recaída, pero visto el partido de anoche no fue así. Se trató más bien de precaución y descanso. No es que Manu no tuviera anoche limitados sus minutos, sólo jugó 22, pero es que en ese corto tiempo ofreció mucho. Tanto como 20 puntos con buen acierto en el tiro, 3 rebotes, 2 asistencias y 3 robos. Se le vio agresivo de cara al aro y fue hasta 10 veces a los tiros libres. En una de esas entradas, Shannon Brown le dio un golpe tremendo y fue expulsado. Estaba a punto de acabar el tercer cuarto.
El jugador de Bahía Blanca fue, sin duda, importante, pero aún lo fue más el francés Tony Parker, que está haciendo una temporada inconmensurable. Ante Phoenix, nueva exhibición, además de ser crucial en el último cuarto. Acabó el galo con 31 puntos, 7 asistencias y 13 de 17 en el tiro de campo. Además, los Spurs contaron otra vez con un buen Tiago Splitter.
Lindsey Hunter sufrió su primer revés como entrenador de los Suns. Unos Suns a los que no les sirvió anotar por encima del 50% de sus tiros tanto de 2 como de 3, como tampoco les valió aguantar la lucha en tableros o circular bien el balón. Michael Beasley hizo uno de esos partidos que le salen de vez en cuando y se fue a 25 puntos en 23 minutos. Estuvo inmenso. Jared Dudley anotó 23 tantos con 10 de 12 en el tiro, Goran Dragic distribuyó bien el juego, Marcin Gortat no desfalleció en el rebote... pero Phoenix perdió. Scola acabó con 7 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias en 33 minutos.
Philadelphia 97 New York 80
Los Sixers andaban en plena crisis de juego y resultados y no parecía que la visita de los Knicks fuera la más adecuada para levantar el vuelo, pero no fue así, porque recibieron a unos Knicks desconocidos. Horrible encuentro del equipo de Mike Woodson, que vio cómo todos sus hombres exteriores fracasaban de forma estruendosa.
Regresó Raymond Felton, pero ni él, ni el titular Jason Kidd, ni el joven Iman Shumpert, ni el gran sexto hombre J.R.Smith estuvieron a la altura. Entre los 4 sumaron 9 puntos y un 2 de 25 en el tiro. El mayor exponente de la debacle un J.R. que se quedó sin anotar tras hacer un 0 de 8. Lo dicho, el juego exterior visitante, un bochorno.
Mientras, los exteriores de los Sixers funcionaron a las mil maravillas con Jrue Holiday como maestro insuperable. Holiday celebró su nueva condición de all-star de forma brutal. Ya se vio desde el salto inicial que iba a ser el hombre del partido y vaya si lo fue: 35 puntos, su mejor puntuación NBA, 5 rebotes, 6 asistencias y sólo una pérdida de balón.
Al célico Holiday, le acompañaron otros dos chicos de gran talento: Evan Turner y Nick Young. Ambos metieron 20 puntos. Y el equipo local ganó con suma facilidad, yéndose al descanso con un cómodo 53-41 y machacando a los neoyorquinos en el tercer acto para acabarlo con un apabullante 84-58. Porque no hubo color. Y todo ello a pesar de perder en pleno partido a su entrenador, Doug Collins, por un problema de salud.
Lo de los Knicks, anoche, no tuvo nombre. Anotaron el 34,6% de sus tiros de campo, erraron 23 de los 27 triples que lanzaron y perdieron 18 balones. Así es imposible ganar. Lo único destacable fue el buen trabajo de Amar'e Stoudemire, que hizo 20 puntos en 27 minutos. Excelente su primera parte. Carmelo Anthony sumó 25 puntos y 9 rebotes, pero fue más un problema que una solución debido a su errática noche en el tiro. Y lanzó nada menos que 28. Mientras, Prigioni fue de lo más decente de su equipo. Finalizó con 6 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en 19 minutos.
Houston 119 Brooklyn 106
Deron Williams protagonizó un primer cuarto absolutamente divino. Metió 20 de los 29 puntos de su equipo y puso a los Nets en posición de victoria. Pero ahí acabó todo. A partir de ese momento, D-Will estuvo muy bien controlado y su equipo fue perdiendo los papeles, fundamentalmente en defensa, hasta caer derrotado y perder al propio Williams a 1:07 del final tras ser expulsado por los colegiados.
El recorrido de los Nets fue el recorrido de Williams: del cielo al infierno. Unos Nets que sufren así su segunda derrota sin paliativos después de recibir una soberana paliza en Memphis antes de viajar al Toyota Center.
Los Rockets recuperaron su identidad. Juego rápido, ágil, dinámico, sin descanso para el rival, sin dejar al contrario posicionar su defensa. Por ello, metieron 60 puntos en la pintura y 27 al contraataque. Pero es que además lo hicieron sumando 31 asistencias y sólo 11 pérdidas. Esa precisión les llevó a un justo triunfo en un partido en el que se lanzaron nada menos que 64 triples entre ambos equipos y se metieron 28.
James Harden lideró a los locales con 29 puntos y 7 asistencias. Pero atención a los partidazos de Omer Asik (20 tantos y 16 rebotes) y Chandler Parsons (16 tantos, 6 rebotes y 11 asistencias). Bien Jeremy Lin y bien nuevamente Carlitos Delfino, que logró 13 puntos y 5 rebotes en 28 minutos con 3 de 5 triples. Houston encarriló el encuentro en el segundo cuarto y suma ya 12 victorias seguidas ante los Nets.
En Brooklyn, 27 puntos, 11 asistencias y 5 de 9 triples para un D-Will que fue del todo a la nada y 21 tantos, 7 rebotes y 5 tapones de Brook Lopez. Además, Mirza Teletovic marcó 9 puntos en 12 minutos.