En la NBA, quien no vende su propio producto no pinta nada en el negocio. Eso ha debido pensar Josh Smith, ala-pívot de Atlanta Hawks. El jugador finaliza contrato el próximo verano y ya ha marcado su exigencia: debería renovar por el máximo nivel que permite la normativa salarial en su caso.
Estamos hablando de que Atlanta Hawks le tendría que ofrecer una renovación de 94 millones de dólares por 5 temporadas. Un auténtico pastón, sin duda.
Smith considera que lo vale y que su peso en el equipo exige ese esfuerzo por parte del club. Sus palabras no dejan lugar a la duda: "Siento como si fuera un jugador por el máximo". El jugador basa esa exigencia en su aportación al equipo y su versatilidad.
El jugador, nacido hace 27 años en el estado de Georgia, donde se ubica Atlanta, es ahora, en su último año de contrato, el que más cobra de los Hawks (13,2 millones de dólares), por delante de Al Horford (12 millones). En la presente campaña, ha jugado 40 encuentros promediando 16,7 puntos, 8,5 rebotes, 2,3 tapones y 4 asistencias, lo que habla bien a las claras de esa versatilidad de la que presume.