Nos quedamos hoy en nuestra web con una cerrada lista de jóvenes jugadores que generaron una gran expectativa que no han cumplido hasta la fecha. La lista es dispar. Los hay que han decepcionado hasta límites insospechados, pero también hay otros a los que todavía se les espera.
Todos, salvo Tyrus Thomas que tiene 26 años, no pasan de 25, por lo que aún están a tiempo de enderezar su rumbo. Como toda lista, ésta tampoco es inflexible. Podrían entrar otros o salir algunos de los que aquí se encuentran. Pero consideramos que es representativa de un fracaso. La lista no es de mayor a menor fracaso o viceversa, simplemente sigue un orden alfabético.
MICHAEL BEASLEY. 25 años. Zurdo y amigo de los Gremlins. Su ritual al lanzar tiros libres lo dice todo. Es pura calidad, pero le cuesta centrarse. Y cada vez va a peor. Desembarcó a lo grande en el profesionalismo procedente de la Universidad de Kansas State. Número 2 del draft y un gran futuro por delante, pero al jugador de Maryland no le están saliendo bien las cosas, ni tampoco medio bien. No cuajó en Miami, tampoco en Minnesota, donde nos dejó un primer año prometedor, y ahora firma en Phoenix sus peores números en la NBA, incluso por debajo de su mala temporada del lockout. Hace 9,5 puntos en 22 minutos con bajos porcentajes. Es una decepción profunda.
RODRIGUE BEAUBOIS. 24 años. El eterno va a ser. Iba a ser un base desequilibrante, iba a convertirse en una referencia en la selección gala, tenía talento para aburrir… y año tras año sentado en el mismo punto del camino, aunque ahora parece marchar como un cangrejo. Cumple su cuarta temporada en Dallas y nada avanza. Primero tenía excusas poderosas. Por delante había bases de prestigio y él era demasiado joven. Ahora, ni lo uno ni lo otro pueden servirle de parapeto. Sus números hablan por sí solo: 7,1 puntos en 12 minutos como novato, 8,4 en 18 en su segundo año, 8,9 en 22 en su tercero… y el vacío interestelar en la presente campaña. Promedia 3 puntos en 12 minutos. En realidad, su mejor año fue el de novato. Incluso en 2010 le hizo 40 puntos en un partido a Golden State. Nada más se supo de aquel chico.
TYREKE EVANS. 23 años. A diferencia de Beasley y Beaubois, este Tyreke Evans emprendió su camino NBA con el más alto vuelo que uno pueda imaginar: siendo Novato del Año. Pero cuando parecía que se le iban a abrir las puertas del estrellato masivo, llegó el muro y el golpe no ha sido chico. El ex de la Universidad de Memphis empezó como novato metiendo 20 puntos por juego y parecía que se iba a comer el mundo. En su segundo y tercer año pareció estancarse, a lo que ayudaron algunas lesiones, y este año, a peor con los temas físicos, está a muy bajo nivel: 14,7 puntos y sólo 2,9 asistencias. Sobre su tiro exterior, ni está ni se le espera. No ha mejorado nada esa faceta, que le lastra. Como le lastra no saber muy bien si en su 1,98 se encierra un base, un escolta o un híbrido sin garantía de éxito masivo.
JIMMER FREDETTE. 23 años. Era de esperar que el aterrizaje de este chico en la NBA no fuera fácil. Su altura y su físico son de base, pero su alma es de escolta. Y eso es un problema. También su capacidad defensiva. Esa es otra. Algunos querían pensar que llegaría con su escopeta y a las primeras de cambio se comería la NBA como se comió la NCAA desde la modesta y religiosa Brigham Young. Tampoco se podía soñar con que diera lecciones como aquellos 49 puntos que le hizo a Arizona en su año junior o los 52 que le endosó a New Mexico en su temporada senior, en la que promedió 28,9 tantos por partido. Fue llegar al mundo profesional y tocar con los pies en el suelo. En su año de novato con los Kings, 7,6 puntos en cerca de 19 minutos. Difícil acoplarse a no estar todo el rato en la pista y ser el hombre crucial, complejo pasar a la sombra. Este año juega menos, 14 minutos, y rinde más, 8,1 puntos. De vez en cuando nos deja una actuación para hacer honor a su currículo.
WESLEY JOHNSON. 25 años. Jugador Orange y puesto número 4 del Draft 2010. Bastantes expectativas y sonoro batacazo en sus 2 primeros años NBA vistiendo la elástica de Minnesota Timberwolves. Su campaña de debut, aunque irregular, hizo concebir esperanzas de que tal vez el chico saldría adelante, pero su segundo año fue una auténtica pifia, un desengaño absoluto. Llegó Ricky Rubio al equipo y lo absorbió todo. Y él no supo adaptarse a la situación, cuando sólo se le exigía que atinara su tiro y aprovechara las oportunidades que dejaban las defensas a jugadores como él al cerrarse sobre Love y Rubio. No aprovechó la ocasión y su año fue lamentable. Minnesota prescindió de él y ahora, en Phoenix, es un muerto viviente, un fantasma que deambula con más pena que gloria por la competición. Se puede decir que estuvo mal la pasada temporada, pero que en la actual ni siquiera está. Mete 2 puntos en 7 minutos de juego con un 31% en el tiro de campo. Y estamos hablando de un Top-5 del draft.
ENES KANTER. 20 años. En descargo del turco, hay que decir varias cosas. La primera es que es el más joven de todas nuestras decepciones y que, por lo tanto, es el que más capacidad tiene para resolver su actual situación, si tiene paciencia. En segundo lugar, que aterrizó en un equipo, Utah Jazz, con gran poderío interior. Y es que tiene que luchar con Al Jefferson, Paul Millsap y Derrick Favors. Además, al ser extranjero y muy joven, su adaptación a la NBA se hace más compleja y resulta más perdonable su lentitud en el proceso, más con todo el follón que se montó con su fallido reclutamiento por Kentucky. Lo cierto es que en su campaña de novato le costó mucho tomar ritmo y ponerse en situación. En la actual, hizo una pretemporada enormemente prometedora, pero sigue sin cuajar en competición. Sus números son ligeramente superiores en este su segundo año y no aprovecha mal su escaso tiempo en pista, promedia 14 minutos, pero ha de mejorar mucho. Su puesto en el draft, el 3 de 2011, así se lo exige.
HASHEEM THABEET. 25 años. ¡Qué decir de Hasheem Thabbet!. El chico que, según algunos, iba a marcar diferencias en la NBA en el terreno defensivo, el nuevo Dikembe Mutombo, una suerte de terrorista de la intimidación junto al aro. Un 2,21 que prometía ser un muro y por el que se autoinmoló en el Draft de 2009 Memphis Grizzlies, que le eligió por delante de James Harden, Tyreke Evans, Ricky Rubio, Stephen Curry, Brandon Jennings, Jrue Holiday… Era un draft con demasiados bases excelentes y había que marcar las diferencias en la altura. Y el fiasco fue de los que hacen época. Para empezar, tenía por delante a Marc Gasol, que se lo comió. Para continuar, en una temporada y media el tanzano hizo el ridículo en Memphis. Luego, vino Houston, equipo en el que sólo llegó a jugar 7 partidos en 2 temporadas distintas. Más tarde, Portland, donde disputó 15 encuentros igualmente tristes. Y ahora está en Oklahoma City, un equipo ganador en el que tampoco tiene sitio, porque jugadores como Serge Ibaka, Kendrick Perkins o Nick Collison se reparten la pintura. Este chico es el timo del tocomocho.
TYRUS THOMAS. 26 años. El mayor de nuestros jóvenes y uno de los más inestables. Estamos hablando de un jugador con un físico privilegiado, pero de estos cada vez hay más. Lo difícil en estos tiempos es encontrar a jóvenes centrados, inteligentes, a los que los focos no les deslumbren. No es el caso de Thomas. El de Baton Rouge fue elegido en el puesto 4 del Draft del 2006 tras su paso por Louisiana State. Pero no respondió en Chicago. En sus 3 años y medio con los Bulls, sólo en el tercero empezó a ofrecer algunas cosas, que después han quedado en nada. Aún así, hizo 2 campañas prometedoras en los Bobcats, sus 2 primeras con el equipo, aunque perdiéndose muchos partidos, pero la campaña pasada ya empezó a venirse abajo y en la presente nada se sabe de él. Sí, está en la plantilla, pero aporta bien poco, menos aún si se piensa que es un jugador elegido en un puesto tan alto del draft. Sinceramente, ya no se espera nada de él.
JAN VESELY. 22 años. Un ala-pívot checo de 2,11 nacido en Ostrava y elegido en el puesto 6 del Draft 2011. Por mucho que algunos quieran verle como alero, no lo es. Fundamentalmente , porque carece de tiro. También tiene problemas para jugar de ala-pívot porque ni construye, ni destruye desde el poste. El resultado es que este chico atlético y con capacidad para correr pese a su altura se está estrellando a pesar de jugar en uno de los peores equipos de la NBA, los Wizards de Washington. Este chico llegó a la Final Four de la Euroliga con el Partizan de Bo McCalebb. Pero tras su buen paso europeo, llegó el tropezón USA. Su temporada de novato no fue mala, pero éste su segundo año está siendo un auténtico estropicio. Promedia 2,8 puntos y 2,6 rebotes en un equipo horripilante, ¡anota el 22% de sus tiros libres (6 de 27)!... y lo más llamativo es que hace unos días cometió 5 faltas personales en 4 minutos y 51 segundos, y ninguna fue de forma intencionada. Lo dicho, este chico anda completamente perdido.
JOHN WALL. 22 años. Dentro de nuestra lista es el jugador con más talento junto a Michael Beasley y Tyreke Evans, y también el que mejores números hace junto a Evans. Pero no es suficiente. No lo es porque este chico tiene un talento inmenso para jugar al baloncesto y da la impresión de que en vez de cambiar él a Washington, está siendo Washington el que le está cambiando a él. Wall sólo jugó un año con Kentucky y no lo hizo nada mal. De hecho, fue el número 1 del Draft de 2010 y en función de ese puesto estelar hay que exigirle. Hizo una muy buena temporada de novato y calcó prácticamente sus números en su segundo año, si bien su tiro de 3, que nunca fue su fuerte, se vino abajo de forma escandalosa: ¡3 triples de 42 intentos, un 7% de efectividad!. Llegó una grave lesión que le ha mantenido bastante tiempo en el dique seco y que no le ha dejado debutar esta temporada hasta el 12 de enero, 8 meses y medio después de su último partido oficial. Está jugando de forma dosificada, con minutos limitados, pero se le está viendo muy bien. Ha de ser su año. Y tiene que mejorar su paupérrimo tiro lejano. Tras el desastre del año pasado, en sus 2 partidos de esta temporada aún no se ha atrevido a tirar de 3.