Lo de los Lakers no tiene por ahora arreglo. Anoche, poco importó que Kobe Bryant metiera 29 puntos, que Dwight Howard capturara 26 rebotes -empatando su mejor marca de siempre- o que Steve Nash diera 13 asistencias. Ganó Denver en el Staples con Pau Gasol ensangrentado.
Porque la derrota no fue lo único negativo para los locales. Dwight Howard acabó el partido con el hombro derecho dañado y Pau Gasol tuvo que retirarse a vestuarios a 1:05 del final porque no se podía atajar la hemorragia de sangre que tenía en la nariz tras un golpe involuntario de JaVale McGee. Para más sorna, fue Danilo Gallinari quien hundió a los Lakers con un triplazo a 13 segundos del final. Es decir, Gallo asestó una puñalada certera a su mentor en la NBA, Mike D'Antoni, hacedor de su llegada a los Knicks y amigo personal de su padre.
Menos historia tuvo el Miami-Washington. En Florida se vivieron 3 cuartos soporíferos en los que los Heat jugaron al trote, sin forzar. Y un final de partido real en el que LeBron James y compañía le endosaron un 21-0 a los Wizards para cerrar el partido.
L.A.Lakers 105 Denver 112
Para este viaje no se necesitaban estas alforjas. Los Lakers perdieron nuevamente en casa, acumulan ya 3 derrotas consecutivas y se colocan con un 15-18 alejados de puestos de playoff. El equipo se desprendió de Mike Brown porque atesoraba un horrible 1-4 en el inicio de competición y ahora ve cómo tras su marcha los Lakers llevan un 10-13 con Mike D'Antoni. De hecho, la mejor etapa fue la que estuvo en manos falsas del interino Bernie Bickerstaff. Por entonces, el equpo ganó 4 de sus 5 compromisos.
Lo cierto es que anoche los Lakers volvieron a caer. Lo hicieron ante unos Denver Nuggets que, a diferencia de los angelinos, saben a lo que juegan, acumulan un 20-16 y están en puestos de playoffs.
Poco importó que Kobe Bryant hiciera 29 puntos tras un gran último cuarto y diera 7 asistencias. O que Dwight Howard terminara con 14 puntos, 26 rebotes y 4 tapones. O que Steve Nash repartiera 13 asistencias. O que Metta World Peace lograra 16 puntos con 4 triples y un tocado Jordan Hill brillara desde la banca. Poco importó porque los males locales son muchos.
Los Lakers defendieron otra vez de pena, perdieron 18 balones, tuvieron otra vez a Pau Gasol fuera de la fiesta, siguen sin aprovechar su superioridad en la pintura (25 puntos entre Pau y Howard), han enterrado inexplicablemente a Antawn Jamison y todo base que juega ante ellos brilla. Más allá de eso, el equipo anda perdido mentalmente, es una calamidad.
Denver es otra cosa. Ha hecho del Pepsi Center un fortín y sabe a lo que juega. Anoche, 60 puntos en la pintura por 38 del rival y 6 jugadores en dobles dígitos anotadores con Ty Lawson en 21 tantos, 10 asistencias, 3 robos y ninguna pérdida, Gallinari en 20 y triple decisivo, Andre Iguodala haciendo un trabajo serio y los suplentes marcando la diferencia: JaVale McGee (17 puntos en 26 minutos), Corey Brewer (14 en 23) y Andre Miller (12 y 10 asistencias en 24).
Pau tuvo que irse a vestuarios a 1:05 del final con la nariz ensangrentada y no pudo acometer tiros libres con 97-105. Entonces, se dio la circunstancia de que esos tiros libres los tuvo que ejecutar Earl Clark, que no pisó la cancha nada más que para eso. Pero, frío como el hielo, anotó. Luego vino un triple de Kobe (102-105) que parecía dar esperanzas a los locales.
Atacaron los Nuggets para decidir y llegó la jugada decisiva. Taponazo de Dwight Howard, el balón sale hacia la esquina y triplazo de Gallo a 13 segundos del final en 'prueba de amor' a su padrino NBA, Mike D'Antoni. La vida está llena de efectos 'boomerang'.
Miami arrasa al final
Bastante menos historia tuvo el partido jugado en la tarde dominical por Miami y Washington y que acabó con un concluyente 99-71 para los locales. Porque el encuentro fue una auténtica pachanga en sus tres primeros cuartos. Fueron 36 minutos descargados de tensión, jugados al trote y con unos Heat a medio gas dando vidilla a unos Wizards que acumulan 15 derrotas en sus 16 partidos como visitantes.
Con 78-71 jugándose ya el cuarto cuarto, Miami puso la directa y anotó los últimos 21 puntos del partido. Un parcial de 21-0 que refleja el abismo que separa a ambos equipos y que llevó el marcador a una contundencia que no merecía el encuentro.
En Miami, que sigue líder en el Este, LeBron James logró 24 puntos y 7 pases de canasta, Ray Allen se fue a 20 en 24 minutos metiendo 3 triples y apoyando en el rebote, Chris Bosh añadió 17 con 9 rebotes y 4 tapones, Mike Miller estuvo activo en ataque y Udonis Haslem reboteó muy bien.
Está claro que con 71 puntos anotados no se va a ninguna parte. Washington fue un desastre en la ofensiva. Su mejor hombre, el ex de Vitoria Kevin Seraphin con 14 puntos.