Minnesota Timberwolves sobrevive a pesar de que en la presente temporada apenas ha juntado unos minutos en la cancha a sus dos hombres cruciales durante la pasada campaña: Kevin Love y Ricky Rubio. La recaída de ambos ha dejado al equipo otra vez sin sus dos referencias.
La de Ricky Rubio es menos seria, porque no se trata de una recaída de su lesión de rodilla, sino de problemas de espalda que, con casi toda probabilidad, proceden de su inactividad y de los apoyos distintos que un jugador suele hacer cuando ha sufrido una grave lesión. Sus dolores de espalda le han impedido jugar los últimos 4 partidos.
Lo cierto es que Rubio sólo ha disputado hasta la fecha 5 partidos y apenas ha promediado 18 minutos por juego. Debutó de forma espectacular, pero en los siguientes encuentros se topó con la realidad. Sus números, lógicamente, están muy lejos de los de la pasada temporada: 4,2 puntos, 4 asistencias y un 23,8% en el tiro de campo.
Lo de Love, preocupante
Lo más preocupante procede de Love. El ex de UCLA se rompió el tercer y cuarto metacarpiano de la mano derecha en octubre, en plena pretemporada, lo que le hizo perderse solamente los primeros 9 encuentros de la temporada porque regresó mucho antes de lo esperado. Parecía un milagro y muchos alertaron sobre lo prematuro de su regreso y los riesgos que corría. Esos riesgos parecen cumplirse ahora en su máxima expresión.
La gran estrella de Minnesota sufrió una lesión en la mano derecha anteriormente lesionada. Fue hace unos días ante Denver. Al principio, todo apuntaba a que tenía un problema menor en un dedo, pero la resonancia magnética a la que se sometió más tarde reveló que sufría una fractura del tercer metacarpiano que ya se había fracturado en octubre.
El jugador está pendiente de un examen más concienzudo que se realizará en Nueva York. A partir de ahí, se podrá estimar su tiempo de recuperación.
En la presente temporada, Love ha jugado 18 encuentros en los que ha promediado 18,3 puntos y 14 rebotes, pero ese problema en la mano derecha, la de tiro, ha hecho que sus porcentajes se hayan desplomado de forma espectacular: un 35,2% en el tiro de campo, un 21,7% en el triple y un 70.4% en los libres. Desde luego, no ha sido el Love de la pasada campaña.