El duelo angelino entre Clippers y Lakers se ajustó en la recta final del partido, pero no tuvo color. Los Clippers, con un monumental Chris Paul y un más que resolutivo Blake Griffin, ganaron con justicia. De nada sirvieron los 38 puntos de Kobe Bryant en la peor noche de Pau Gasol.
El español acabó con 2 puntos. No metía Pau 2 puntos en un encuentro en el que jugara 15 o más minutos desde 2001, es decir, desde su llegada a la NBA. Apenas pisó la pintura. Su juego se mantuvo casi siempre a 5 o 6 metros de la canasta. Entre el sistema y su falta de determinación, se consumó su desastre individual.
Fue la del viernes una jornada en la que Miami Heat y Oklahoma City Thunder mantuvieron sus lideratos en Este y Oeste de muy diferente forma. Los primeros tenían asegurado seguir en cabeza, pero no esperaban perder como perdieron en casa ante Chicago. Gran partido de Carlos Boozer y gran defensa de Bulls. Los segundos apabullaron a Philadelphia para mantener la mejor marca de la NBA (25-7). Dominio de Russell Westbrook y Kevin Durant y otro buen partido del internacional español Serge Ibaka.
Además, Toronto cayó en casa ante unos Kings que tuvieron en sus filas a un excepcional DeMarcus Cousins: 31 puntos y 20 rebotes.
L.A.Clippers 107 L.A.Lakers 102
El resultado final puede hacer pensar que los Lakers plantearon un partido de tú a tú a los Clippers durante los 48 minutos. No fue así. En realidad, los Clippers hicieron lo que quisieron con los Lakers durante los 3 primeros cuartos. Se escaparon ya al inicio del segundo cuarto (42-24) y el partido, aunque anduvo a tirones extraños, fue siempre suyo hasta alcanzar el final del tercer período con un resultado bastante concluyente: 87-71.
A partir de ahí, todo cambió. El equipo que ejercía esta vez de local en el Staples se relajó en defensa, estiró sus posesiones perdiendo su ritmo vertiginoso de los cuartos anteriores y los Lakers recorrieron el camino contrario, equipo más bajo, más velocidad, mejor defensa.
Ante el horrible partido que estaba haciendo el español Pau Gasol -condenado a jugar a 5 metros del aro-, Mike D'Antoni ejerció en el último cuarto su auténtico deseo: jugar con 4 bajos y Dwight Howard. Metta World Peace de 4 y sin noticias de Gasol, Jordan Hill o Antawn Jamison. De hecho, Gasol no jugó en todo el último cuarto. Bueno, lo hizo en los últimos 67 segundos por obligación, ya que Howard fue eliminado por faltas.
Fue con ese formato, y con la relajación local, como los Lakers se pusieron a 2 puntos (99-97) a 1:29 del final con una canasta de Kobe Bryant, que tiró del equipo hasta límites extenuantes. Pero el final del partido deparó a unos Clippers más centrados, que tras el susto se situaron y supieron ganar.
Tremendo el partidazo de Chris Paul, que se comió a Steve Nash. Hizo 30 puntos, 13 asistencias y 6 rebotes, y ofreció jugadas espectaculares como su canasta sobre la bocina del descanso en la cara de Kobe o la exhibición técnica que dejó tirado en la cancha a Darius Morris. Lo cierto es que Paul estuvo inmenso y anduvo muy bien secundado por un Blake Griffin que logró 24 puntos en 29 minutos, incluido un triple y una buena galería de mates, uno tras un uno contra uno impresionante ante Gasol. Los ex Lakers Lamar Odom y Matt Barnes aportaron desde la suplencia. Hasta 4 ex Lakers tienen los Clippers.
Unos Clippers que se mantienen segundos en el Oeste con un 26-8 y que alcanzaron anoche su primer triunfo de 2013. Y esta vez sin que jugara Jamal Crawford, al que se unieron las bajas de larga duración de los veteranos Chauncey Billups y Grant Hill. Estos Clippers dan miedo.
Todo lo contrario que los Lakers (15-17). Kobe Bryant se exhibió de nuevo (38 puntos y 5 robos), pero él solo no puede. Le ayudaron, si acaso, Dwight Howard, irregular pero autor de 21 puntos y 15 rebotes, y Jordan Hill, aunque sólo jugara 19 minutos. Lamentables los partidos de Pau Gasol, Metta World Peace, al que le salvó su trabajo defensivo en el cuarto final, y Jodie Meeks.
Toronto 96 Sacramento 105
Los Raptors andaban en racha y la derrota en casa llegó en el momento más inesperado y con el equipo, tal vez, menos adecuado, los Kings de Sacramento. Pero es que en la pista hubo una bestia humana que lo fulminó todo: DeMarcus Cousins.
El díscolo jugador de los Kings anduvo anoche más que centrado en tierras canadienses. Metió 31 puntos, capturó 20 rebotes, repartió 4 asistencias y se llevó por delante todo lo que quiso. Apoyado por un eficiente John Salmons (20 tantos), Cousins dominó la pintura a su antojo para felicidad de Keith Smart, su entrenador, al que da una de cal y una de arena, ya que su rendimiento deportivo y su comportamiento personal andan siempre completamente desparejados.
Toronto cavó su fosa en el tercer cuarto. Hasta entonces, todo había andado igualado, pero en ese cuarto el ataque de los Raptors fue una ruina. Los locales sólo anotaron 10 puntos y tras recibir un 10-28 afrontaron el cuarto final 19 puntos abajo. Todo estaba finiquitado. Y los Kings ganaban su tercer partido como visitantes cuando hasta el pasado miércoles sólo habían ganado uno.
Los suplentes Kyle Lowry (24 puntos en 28 minutos con 4 de 7 triples) y Alan Anderson (20 tantos en 26 minutos) fueron los locales más incisivos en ataque. Y Ed Davis firmó un doble doble con 13 rebotes. Pero el equipo de Dwane Casey apenas anotó el 38% de sus tiros en los 48 minutos tras el desastre del tercer cuarto.
No fue el partido de los hispanos. El local José Manuel Calderón metió 13 puntos, 9 desde el triple, pero sólo dio 3 asistencias. Y el visitante Francisco García, que volvió a ser titular, rellenó todos sus casilleros pero con números muy bajos. Jugó 23 minutos. Lo más destacado, sus 3 tapones.
Chicago asalta Miami
No hubo hispanos en Miami, pero sí un partido de campanillas debido a los contendientes. Un partido que se saldó con sorpresa, ya que Chicago ganó a Miami 89-96 tirando de un gran trabajo defensivo y de un muy buen partido ofensivo de Carlos Boozer, que acabó con 27 puntos, 12 rebotes y 12 de 17 en el tiro de campo. Además, metió la cesta que dejó definitivamente K.O al rival (86-93 a 46 segundos del final).
Los Bulls tuvieron, además, a un Joakim Noah en doble doble y a una segunda unidad a muy buen nivel. Pero fue la defensa su punto clave, claro está, y su control ejemplar del marcador en la recta final del partido con distancias muy cortas. A ello hay que añadir un dominio brutal del rebote (48 para Bulls y 28 para Heat con 19 ofensivos por 4). En realidad, la pintura local fue un coto del equipo de Tom Thibodeau.
Miami (22-9) sigue líder del Este pese a la derrota, la tercera que sufre en su casa. Esta vez de nada sirvieron ni los 30 puntos de LeBron James, que sufrió una flagrante a manos de Noah, ni los 22 de Dwyane Wade.
Oklahoma City fulmina a Philly
Bien distinto fue el desempeño del líder del Oeste, Oklahoma City, que ostenta la mejora marca de la competición con un 25-7 y que acumula con la de anoche 17 triunfos en casa en 20 encuentros.
Victoria de OKC sobre Philadelphia por un contundente 109-85 fraguado en una fantástica segunda parte (63-43). Los locales estuvieron acertadísimos desde el triple (10 de 17). En esa faceta brillaron Russell Westbrook y Kevin Martin, ambos con series de 4 de 4. Westbrook acabó el partido con 27 puntos, Kevin Durant con 26, Kevin Martin con 16 y el internacional español Serge Ibaka no puso tapón alguno, lo que es noticia, pero brilló igualmente con 15 puntos, 10 rebotes y 3 recuperaciones.
Los Sixers no ofrecieron buena imagen tras el descanso y terminaron hundiéndose. Sus mejores hombres fueron Nick Young -21 puntos y 5 de 7 triples-, Jrue Holiday -15 tantos y 9 asistencias- y Spencer Hawes en el capítulo reboteador.