JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2012-2013

Pablo Prigioni y J.J.Barea brillan en las victorias de los Knicks y los Timberwolves

New York Knicks gana con facilidad a San Antonio tras un gran último cuarto

Kevin Love (Minnesota) y Stephen Jackson (San Antonio) caen lesionados

hispanosnba.com |

New York Knicks no dio opción en el último cuarto a San Antonio Spurs. En el Madison Square Garden se encontraron dos veteranos compañeros de la selección argentina: el local Pablo Prigioni y el visitante Manu Ginóbili. Sorprendentemente, el primero fue más decicisivo.

Prigioni hizo uno de sus mejores partidos con la elástica neoyorquina y jugó muchos minutos, hasta 27. Con él en pista, los Knicks abrieron la brecha en el marcador. Fue al inicio del último cuarto. Los Spurs perdieron a Stephen Jackson tras una extraña lesión, ya que se torció el tobillo fuera de la pista tras lanzar un triple.

Otro que estuvo en plan decisivo fue José Juan Barea. Excelente victoria de Minnesota en el Pepsi Center de Denver, una de las canchas más difíciles esta temporada. Barea anotó 12 de sus 17 puntos en el crucial último cuarto y fue el máximo anotador de los Wolves junto a Alexey Shved. Unos Wolves que ganaron pese a la ausencia de Ricky Rubio, con problemas de espalda, y la lesión de Kevin Love, que se lastimó un dedo.

New York Knicks 100 San Antonio 83

La gran defensaa de los Knicks y la fatiga acumulada por los Spurs, que venían de jugar un partido 24 horas antes en Milwaukee, rompieron la pronosticada igualdad del partido, un partido en el que San Antonio, habituado a moverse holgadamente por encima de los 100 puntos, se quedó en 83 con números atípicos para el equipo de Gregg Popovich.

Los Spurs hicieron un 36% en el tiro de campo, erraron 25 de los 34 triples que lanzaron, sólo sumaron 12 puntos en la pintura, totalizaron tan solo 14 asistencias y perdieron la batalla del rebote. En suma, fueron un equipo irreconocible.

Aún así, hubo partido hasta el inicio del último cuarto. El tercero había acabado con un 67-60 para los locales, pero ese arranque de último cuarto lo trastocó todo. Parcial de 10-0 para Knicks, que se colocaron 17 puntos arriba bajo la batuta de un gran Pablo Prigioni. No fue una racha individual lo que movió ese parcial, sino que fue una labor de conjunto armada en un gran trabajo defensivo y en una ofensiva coral en la que anotaron hasta 4 jugadores. A partir de ahí, la debacle texana. Los Spurs llegaron a ir perdiendo por 25 en el MSG. No hubo partido.

Los Knicks (balance total de 22-10 y de 10-3 en el Madison) tuvieron a Carmelo Anthony en 23 puntos y 8 rebotes, es decir, en modo humano, a J.R.Smith en 20 y a Steve Novak martilleando desde el triple: 5 de 7 para 15 puntos en 22 minutos. Además, Tyson Chandler dominó los tableros con 14 rebotes y Amar'e Stoudemire jugó 21 minutos. Y gozaron del mejor Prigioni, claro.

Porque en el duelo argentino, Prigioni fue esta vez la luz y Ginóbili, la oscuridad. El base de los Knicks fue el tercer jugador con J.R.Smith que más jugó. Se fue hasta los 27 minutos para aportar 6 puntos, 9 asistencias y 3 robos. Hasta puso un tapón. Lanzó 9 veces a canasta, más incisivo de lo habitual en este aspecto, y dirigió al equipo cuando se rompió el partido.

Manu, por su parte, estuvo como su equipo: gris. Hizo 8 puntos en 24 minutos con un 2 de 10 en el tiro. No fue el Ginóbili de los últimos partidos. En realidad, en los Spurs nadie fue el que tenía que ser. Gary Neal fue el máximo anotador del equipo con 12 puntos y Tim Duncan y Tony Parker sumaron cada uno 11 en una noche que San Antonio tiene que dejar atrás cuanto antes. Porque, además, el equipo perdió a Stephen Jackson, que se torció el tobillo al chocar con una espectadora que trabajaba para el alcalde de Nueva York.

Denver 97 Minnesota 101

No es nada fácil ganar en el Pepsi Center, tal y como atestigua el que hasta ayer Denver sólo había perdido un partido en su pabellón. Anoche, perdió el segundo. Lo perdió ante unos Wolves sin Ricky Rubio y que terminaron el partido jugando sin Kevin Love, que se lesionó un dedo. Pero, como dijo al final George Karl, es cierto que estos Timberwolves juegan a veces más fluido cuando no está su máxima estrella en pista.

Si Prigioni tuvo su importancia en el Madison, ¡qué decir de Barea en el Pepsi Center!. Tremendo el puertorriqueño, que anotó 12 de sus 17 puntos en el decisivo cuarto final. El de Mayagüez acabó con 17 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias (idénticos números que los de Alexey Shved) en sólo 25 minutos para convertirse en el máximo anotador del equipo junto al ruso novato. Metió Barea 6 de sus 10 tiros a canasta y con él en pista Minnesota hizo un parcial de +20.

Junto a Barea y Shved, estuvo Love mientras anduvo sano. Hizo 12 puntos, no demasiado en ataque, pero capturó 17 rebotes. Hasta 6 jugadores visitantes metieron 10 o más puntos.

Como los Spurs, también los Wolves venían de jugar la noche anterior, pero no pareció pesarle en las piernas. El equipo aguantó bien hasta el final y 2 triples de Luke Ridnour y el propio Barea abrieron la brecha (91-97 a 1:54 del final). En el último minuto, Andre Miller y Andre Iguodala fallaron triples importantes y la victoria de Minnesota no peligró.

También 6 jugadores locales lograron dobles figuras anotadoras. Kosta Koufos (16 puntos, 7 rebotes, 4 robos y 8 de 10 en el tiro en sólo 26 minutos) fue el mejor y compartió máxima anotación con Ty Lawson. Además, Iguodala hizo un partido completo y Andre Miller firmó un doble doble con 10 asistencias.