Con sólo 3 victorias en 25 partidos, los Wizards han decidido llevar a cabo movimientos en su plantilla con el fin de tratar de añadir nuevos elementos que ayuden a ensamblar un puzle cuyas piezas, hasta el momento, están lejos de encajar.
El primer paso ha sido hacer hueco para nuevas incorporaciones, puesto que la franquicia de Washington tenía el máximo de 15 jugadores. Los jugadores elegidos como descartes han sido Shaun Livingston y Earl Barron, ninguno de los cuales, sobre todo el segundo, tenía protagonismo en el juego del equipo.
Livingston llegó con la temporada ya empezada para reemplazar a Jannero Pargo. En 17 partidos, 4 de ellos como titular, había promediado 3,7 puntos y 2,2 asistencias en 19 minutos de juego. Anoche mismo disputó sus últimos minutos ante Detroit, poco antes de conocer su despido.
Por su parte, Barron se incorporó a los Wizards en pretemporada, pero sólo había participado en 11 de los 25 partidos jugados hasta ahora por el equipo. Sus promedios han sido de 2,5 puntos y 3,9 rebotes con sólo un 35% de efectividad en el tiro, un porcentaje muy bajo para un jugador cuya posición es la de pívot.
Se espera que en las próxima horas o días los Wizards incorporen a 1 o 2 jugadores en sustitución de los ahora despedidos, buscando especialmente reforzar el juego exterior y, particularmente, la posición de base, en la que andan muy perdidos ante la prolongada ausencia de John Wall. El base estrella de los de la capital federal iba a perderse inicialmente 8 semanas, pero hace mucho que transcurrieron éstas y aún no se sabe cuándo podrá volver a jugar.