San Antonio derrotó a Boston a pesar de quedarse en el primer cuarto sin Manu Ginóbili, lesionado, y de que Tim Duncan ofreciera su peor actuación ofensiva de la temporada. A cambio, Tony Parker superó con creces a Rajon Rondo en el duelo de bases en tierras texanas.
Tony Parker y Gary Neal llevaron la batuta ofensiva de unos Spurs que contaron con un buen Tiago Splitter y que ganaron a base de defensa. Tal vez por ello sorprenda las pocas faltas que pitaron los árbitros al equipo local. Y es que el arbitraje, algo casero, también contribuyó a un triunfo, que por otra parte fue justo.
Los que no tuvieron ningún problema para deshacerse de sus rivales fueron Miami Heat y Los Angeles Clippers. Los de Florida ganaron por 30 a Washington con LeBron James al mando y los de California arrasaron por 26 en Milwaukee con Matt Barnes ofreciendo otra memorable actuación. En los Bucks, día para olvidar de Brandon Jennings y Monta Ellis.
San Antonio 103 Boston 88
Tras 2 derrotas consecutivas, San Antonio regresó a la senda del triunfo y, además, ante un gran rival, los Celtics. Y lo consiguió a pesar de sufrir más de una vicisitud. La más grave: la lesión de Manu Ginóbili a las primeras de cambio. Manu sólo pudo jugar 4 minutos. Restaban 2:42 para acabar el primer cuarto cuando cayó lesionado y ya no regresó.
A ese contratiempo se unió la gran defensa sobre Tim Duncan (siempre es un gusto ver a Duncan y Kevin Garnett frente a frente). El de las Islas Vírgenes completó su peor partido ofensivo de la temporada al meter 5 puntos con un 2 de 13 en el tiro. Al menos, reboteó y defendió.
Sin Ginóbili y Duncan metidos en el partido, todo se antojaba más complejo, pero no lo fue tanto. El fantástico trabajo defensivo local y alguna que otra permisividad arbitral dejaron a Boston en sólo 39 puntos en la segunda parte. Los Spurs llevaban 6 faltas cometidas jugándose ya el último cuarto. Al final, 12 faltas y Boston que sólo dispuso de 8 tiros libres en 48 minutos.
Fuera de ese desajuste, los Spurs merecieron el triunfo, un triunfo que les coloca con un fantástico balance de 19-6. En el éxito resultó crucial el dominio de Tony Parker (22 puntos, 8 asistencias y 4 robos) sobre un apagadísimo Rajon Rondo (6 tantos, 9 asistencias y 7 pérdidas). Ya se sabe que sin Rondo a buen nivel, Boston pierde muchos enteros. Y así fue.
A Parker le secundó en la ofensiva Gary Neal con 20 puntos y un muy buen Tiago Splitter, autor de 16 con 8 rebotes y 4 pases de canasta. Nando de Colo, mientras, lo hizo bien, aprovechando el disponer de más minutos por la lesión de Ginóbili.
El partido dio estadísticas curiosas. Por ejemplo, ambos equipos tiraron de idéntica manera (38 de 81 los dos) y rebotearon como dos gotas de agua (38 rebotes ambos con idéntico reparto de defensivos y ofensivos). La diferencia estuvo en el triple, donde estuvieron más acertados los texanos con diferencia, y en los libres, donde tuvieron más oportunidades.
En Boston, Paul Pierce hizo 18 puntos y 3 robos y Jason Terry, 18 y 4 triples. Kevin Garnett, mientras, logró 13 y realizó un muy buen trabajo defensivo.
Miami arrasa a Washington
Partido sin historia. Los Wizards, el peor equipo de la liga (3-18 con 1-10 fuera de casa), venían de apurar algo a los Lakers, pero estos Heat no son los Lakers. Y no hubo partido. El triunfo local fue incontestable: 102-72.
Desde el primer cuarto (26-14) se vio que no iba a haber emoción alguna. Pero aún más duro para los Wizards fue el tercero (29-10). Es decir, los comienzos en frío fueron un infierno para el equipo visitante, que a falta del último cuarto ya perdía 79-46.
Miami (15-6 con un 11-2 en casa) arrasó sin problemas repartiendo puntos y minutos, ya que hubo mucho tiempo intrascendente, muchos minutos de basura. LeBron James fue el mejor de los de Florida con 23 puntos, 10 rebotes y 5 pases de canasta y Udonis Haslem firmó un muy buen partido.
Washington perdió 21 balones y atacó de forma ofuscada y penosa. Bradley Beal fue su mejor anotador con 19 tantos, aunque hizo un 6 de 18 en el tiro y no dio asistencia alguna. Además, Cartier Martin, en plena racha, sumó 18 tantos con 4 triples. Horripilante, por otra parte, la actuación de Jordan Crawford.
También fácil para Clippers
Más inesperada fue la paliza que los Clippers endosaron a los Bucks en Milwaukee (85-111). Un triunfo que supone el décimo consecutivo de los angelinos para colocarse con un 17-6 en la clasificación.
Como en Miami, todo se aclaró muy pronto. Los vistantes se pusieron 15-28 en el primer cuarto y ya ganaban 35-55 al descanso. Los números del partido hablan por sí mismos. Milwaukee acabó con un 36% de acierto en el tiro y 15 asistencias; Clippers sumó 33 asistencias y metió el 53,7% de sus tiros.
La lamentable defensa del equipo de Scott Skiles permitió que la escuadra de Vinny del Negro luciera su mejor brillo ofensivo. Y otra vez con Matt Barnes como protagonista. El ex de los Lakers está que se sale. Anoche, 21 puntos en 29 minutos con 8 de 10 en el tiro de campo. Además, 18 puntos y 11 rebotes de Blake Griffin, 15 y 11 de DeAndre Jordan (el dominio visitante en la pintura fue incuestionable) y 13 asistencias con una sola pérdida de balón de Chris Paul.
Marquis Daniels fue el mejor anotador local con 16 puntos. Pero los Bucks echaron el falta algo de poder en los aros y la anotación del dúo Brandon Jennings-Monta Ellis, un dúo que se fue del partido con una serie de 7 de 27 en el tiro.