Los Lakers sufrieron una nueva derrota. Ésta, lógica. Porque quien les derrotó fue Oklahoma City, un equipo joven, vigoroso, dinámico y con una dosis notable de talento. El marcador final puede engañar a muchos, pero no hubo color. Kevin Durant y Russell Westbrook fueron los amos del cotarro.
El esperado duelo Kevin Durant-Kobe Bryant se cumplió. El primero anotó 36 puntos y el segundo, 35. Pero en ese duelo se metió el bueno de Westbrook con una primera parte monstruosa: 27 puntos, 5 asistencias, 5 triples y 0 pérdidas. Para enmarcar.
Mientras, Atlanta derrotaba, no sin apuros, a Washington, que sigue sin ganar fuera y que no pudo contar con el hispano Trevor Ariza, lesionado. El dúo Josh Smith-Al Horford resultó incontenible en la pintura. Sumó la pareja 37 puntos y 29 rebotes.
Minnesota ganó cómodamente a Cleveland, con actuación estelar de Kevin Love y buenos minutos de José Juan Barea, y Denver derrotó a domicilio a Indiana en un equilibrado encuentro en el que suplentes como Andre Miller, JaVale McGee o Corey Brewer tuvieron un peso indiscutible en el triunfo.
La sociedad Durant-Westbrook
Empezamos con un partido sin hispanos, Pau Gasol sigue ausente, porque los protagonistas lo requieren por su calidad. Y es que Thunder derrotó a Lakers por 114-108 en un partido cuyo marcador resulta, sin duda, engañoso. Visto el resultado se podría pensar que OKC y Lakers estuvieron en pie de igualdad durante los 48 minutos. Nada más lejos de la realidad. El dominio local fue incuestionable y dio la impresión de que cada vez que los locales apretaban un poco el acelerador se escapaban del rival sin remisión.
De hecho, sucedió. OKC llegó a acumular 19 puntos de ventaja bailando a los Lakers. Llegaron los locales a ir 100-81 a falta de 8 minutos para el final. Un final en el que los angelinos tiraron de orgullo para apretar un poco al contrincante, que nunca vio peligrar su triunfo.
La diferencia actual entre ambos equipos queda reflejada perfectamente en la clasificación: Thunder acumula un 16-4 y Lakers un penoso 9-11. Y la diferencia abismal se sintió en un segundo cuarto en el que los locales anotaron 41 puntos metiendo el 68% de sus tiros para llevar el luminoso al descanso a un espectacular 67-53.
Pero para espectacular, la primera parte de Westbrook. Porque la sociedad Westbrook-Durant en la primera mitad resultó arrolladora. Sumaron entre ambos 45 puntos al descanso. Lo mejor, el base, que ya llevaba en el ecuador 27 puntos con 5 triples, 5 asistencias y ninguna pérdida de balón. Una explosión fantástica de baloncesto.
Ello no quiere decir que no existiera el duelo mediático Durant-Bryant, que existió. El primero fue el máximo anotador local y terminó con 36 puntos y 9 rebotes; el segundo, el mejor artillero visitante para acabar con 35 más 7 asistencias y 3 robos. Pero más allá de ese duelo, el dominio local fue un dominio como colectivo.
OKC estuvo acertado desde el triple y dominó completamente el partido en el juego abierto, cuando el encuentro adquiría una velocidad extra. Eso sí, Thunder tuvo problemas en la pintura a pesar de los buenos números de Serge Ibaka (14 puntos y 6 rebotes) y, sobre todo, de Nick Collison (13 puntos y 7 rebotes en 17 minutos). Desoladora la actuación de Kendrick Perkins. Y Westbrook que acabó con 33 tantos y 8 asistencias tras una discreta segunda parte.
En los Lakers, además de Kobe, un muy buen Dwight Howard (23 puntos, 18 rebotes y, lo que es noticia, 5 de 7 en libres), 4 triples de Chris Duhon y 17 puntos en 20 minutos de Jodie Meeks. Esta vez, Antawn Jamison no fue la solución. La sombra de Ibaka es alargada.
Atlanta 104 Washington 95
Atlanta pareció poner las cosas bien claras desde el principio, pero su gran primer cuarto no tuvo continuidad y al final pasó más de un apuro para derrotar a un equipo, Washington, que sigue sin ganar fuera de casa (0-8).
Los Hawks consolidaron anoche su buen comienzo de temporada (11-5) basado en una gran solidez como anfitriones y en el poder del dúo Josh Smith-Al Horford, que anoche volvió a hacer de las suyas. Smith logró 23 puntos y 15 rebotes, pero lo más importante es que cuando las cosas se pusieron feas al final, sacó su artillería para anotar 8 puntos cruciales. Mientras, el dominicano Horford siguió a lo suyo: 14 puntos y 14 rebotes en 42 minutos. Ambos tejieron en la zona una tela inexpugnable, a lo que contribuyó también con el rebote Zaza Pachulia. Y el base Jeff Teague puso el resto desde la ordenación del juego con 19 tantos.
Dominó el rebote Atlanta de cabo a rabo y los 5 integrantes de su titularidad anotaron 14 o más puntos. El equipo de Larry Drew llegó a dominar por 18 puntos en el tercer cuarto para luego meterse en líos por no saber cerrar a tiempo el partido.
Los Wizards lucharon hasta la extenuación impulsados otra vez por su segunda unidad, que acabó con 53 puntos. El francés Kevin Seraphin, al que se ve en gran forma, hizo 19 tantos y 7 rebotes y el novato Bradley Beal anotó 18, siendo el único titular que estuvo en su sitio.
Minnesota 91 Cleveland 73
A la espera del regreso inminente de Ricky Rubio, estos Timberwolves amasan un buen balance de 9 victorias y 9 derrotas. Anoche, se desembarazaron con falicidad de unos Cavs inoperantes que sólo metieron 73 puntos con un 34% de efectividad en el tiro.
Lo hicieron gracias a un notable trabajo defensivo y al partidazo de Kevin Love, que va recuperando su tiro y que acabó esta vez con 36 puntos y 13 rebotes tras ir 18 veces a la línea de personal. Pero también ayudó el regreso de Andrei Kirilenko, que llevaba 10 días parado. El ruso hizo de todo. Ese partido tan típico suyo en el que sólo mete 8 puntos y logra una valoración de 24. Además, J.J.Barea lo hizo bien con sus 10 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en 20 minutos.
En el lado negativo estuvo Nikola Pekovic, incapaz de anotar una sola canasta en juego, y un Derrick Williams al que Rick Adelman ni siquiera le dio un segundo de juego.
Por Cleveland, poco que contar. Se trata de un equipo sin rumbo, tal y como se podía intuir ya en la pretemporada. Su ataque resultó esperpéntico. Alonzo Gee, 16 puntos, fue su máximo anotador y Anderson Varejao capturó 14 rebotes, aunque estuvo inoperante en la ofensiva.
Denver gana en Indiana
Los Nuggets ganaron a los Pacers por 89-92 en un partido muy ajustado que enfrentó a dos equipos en forma que cuentan con plantillas completas en las que el talento individual no riñe con el trabajo colectivo. Una victoria de Denver que coloca a ambos equipos con un 10-10 en la clasificación.
Denver tiró otra vez de su excelsa suplencia, que fue la que decidió el partido con jugadores como JaVale McGee (20 puntos y 8 rebotes con ¡un 9 de 9 en el tiro de campo!), Corey Brewer, otros 20 puntos, y un Andre Miller (15 tantos y 8 asistencias) que resultó vital en el momento en el que el encuentro se decidió. El trabajo de todos ellos compensó la horrible noche de Ty Lawson (1 de 10 en el lanzamiento) y Danilo Gallinari (2 de 10), y también la penosa actuación del equipo desde el triple.
A Indiana le pesaron sus 18 pérdidas de balón y su mala defensa en la pintura, que permitió hacer a los visitantes muchos puntos fáciles. El quinteto inicial local llevó el peso del ataque, destacando como puntas de lanza Paul George (22 puntos, 6 rebotes y otras tantas asistencias), David West (18 tantos y 11 rebotes) y George Hill (15 puntos, 10 asistencias y 3 tapones). Vamos, los de siempre.