Uno de los problemas más serios que están arrastrando los Lakers en este inicio de temporada es la lesión por partida doble en el puesto de base. Y no parece claro que el primer base del equipo, Steve Nash, y el segundo, Steve Blake, vayan a regresar de forma inmediata.
Los Steve siguen caminos distintos, y el más preocupante lo recorre en estos momentos Blake, del que llegan muy malas noticias desde California.
Su club ha informado de que Blake se someterá esta semana a una laparascopia para solventar la lesión que sufre en el músculo abdominal, una intervención quirúrgica cuyo postoperatorio y recuperación le tendrá alejado de las canchas, como mínimo, entre 6 y 8 semanas más.
Blake ya se ha perdido los últimos 10 encuentros de su equipo.
Nash, mejora muy lenta
Tampoco parece que las noticias relativas a Nash sean demasiado buenas, aunque su lesión tiene menos empaque que la de Blake.
El base titular de los Lakers no ha jugado en los últimos 15 encuentros y podría estar en el dique seco entre 10 y 14 días más, aunque no está nada claro.
El jugador ha reconocido que está instalado en la incertidumbre porque no hay una fecha clara para su regreso al juego.
A Nash se le vio ejercitándose antes del Lakers-Magic jugado el domingo. El canadiense hizo ejercicios de manejo de balón y tiros en suspensión. Su recuperación, sin embargo, parece evolucionar de forma más lenta que la prevista.
Lo cierto es que ahora mismo los Lakers presentan una rotación en su puesto de base en la que Darius Miles es el armador titular y Chris Duhon su suplente, una rotación absolutamente inapropiada para un equipo grande.