Volvió el más feroz Kevin Love. Tras varios buenos partidos, aunque marcados por la irregularidad, Love hizo anoche el mejor partido desde que recuperara su mano lesionada. Además, sus 23 puntos y 24 rebotes sirvieron para que los Wolves ganaran en Sacramento.
Minnesota necesitaba una victoria dados sus últimos malos resultados. Y la logró en California gracias a un californiano. Junto a Love, buenos partidos de Luke Ridnour, Nikola Pekovic y Andrei Kirilenko.
Mientras, en el Toyota Center de Houston emotiva noche. Los Rockets vencieron bien a los Raptors en la vuelta de Kyle Lowry a su anterior casa. Pero Lowry fue escasamente protagonista. Porque todos los pensamientos estaban puestos en el técnico local Kevin McHale, nuevamente ausente tras la muerte de su hija Sasha. El triunfo local fue incontestable bajo el liderazgo de un gran James Harden. También sobresalieron Patrick Patterson, Omer Asik y Jeremy Lin.
Sacramento 89 Minnesota 97
Los Timberwolves volvieron a la senda del triunfo (6-7) de la mano, y nunca mejor dicho, de Kevin Love, que decidió jugar esta vez sin protector alguno en su mano lesionada y ya recuperada. Y no le fue mal al californiano, que terminó el encuentro a lo grande con su primer doble veinte de la temporada: 23 puntos y 24 rebotes. Love fue la punta de lanza de un dominio indiscutible del rebote del equipo visitante, dominio que tuvo su trascendencia en el desenlace.
El partido resultó muy equilibrado y tuvo que resolverse en la recta final. Todo el quinteto inicial visitante logró dobles dígitos anotadores. Además de Love, Ridnour sumó 18 puntos, Pekovic añadió 16 y 8 rebotes y Kirilenko aportó 14 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias. Importantes los dos triples que metió el ruso Alexey Shved en el cuarto final y más modesta la contribución del puertorriqueño José Juan Barea, que acabó con 2 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias en 18 minutos. Mejor sin duda en la distribución que en la tarea ofensiva pura de anotar.
En Sacramento, 20 puntos de DeMarcus Cousins y otros 20, con 7 rebotes y 6 asistencias, de Tyreke Evans, que parece más entonado en estos últimos partidos.
Houston 117 Toronto 101
Noche profundamente emocional la vivida en el Toyota Center, pues el equipo local nada más acabar el partido tenía previsto volar a Mineápolis para asistir al funeral de la joven Sasha McHale, hija del entrenador ausente, Kevin McHale.
En es marco tan especial, los Rockets dedicaron un gran triunfo a su técnico, un triunfo basado nuevamente en una feroz ofensiva que en la suma del segundo y el tercer cuarto se tradujo en la anotación de 70 puntos. Los cuartos centrales marcaron el encuentro, ya que Houston alcanzó el inicio del último periódo con una cómoda ventaja (99-79).
Houston (balance de 7-7) tuvo como hombre esencial a un estelar James Harden. El flamante fichaje del equipo texano hizo 24 puntos, 12 asistencias, 6 rebotes y 4 triples. Pero todo el quinteto inicial funcionó al máximo. Patrick Patterson sumó 22 puntos, Chandler Parsons hizo 18 y Omer Asik (13 tantos y 18 rebotes) y Jeremy Lin (16 con 10 asistencias) rubricaron sendos dobles dobles en un partido en el que el equipo local anotó el 53% de sus tiros de campo y el 50% de sus triples.
En las filas canadienses, Kyle Lowry regresó a Houston, equipo con el que militó hasta este verano. Fue recibido con aplausos, pero su actuación fue más bien gris. Mejor estuvo José Manuel Calderón, que en 24 minutos logró 12 puntos y 7 asistencias tras meter 4 de sus 8 intentos triples (solo anotó de 3). Pero la mejor noticia para Toronto fue la recuperación anímica de Andrea Bargnani tras su fatídico 2 de 19 en su último partido. El italiano acabó esta vez con un 8 de 12 para 21 puntos. Además, el novato Terrence Ross metió 19 puntos tras gozar de bastantes minutos.