New Orleans Hornets dio un revolcón inesperado a los Clippers en el Staples Center. El conjunto de Nueva Orleans dejó a Blake Griffin en su peor actuación desde que es NBA y vivió bajo la feliz batuta de Greivis Vásquez, autor de 25 puntos y 10 asistencias.
Vásquez fue la figura del partido junto al local Caron Butler, que representó la antítesis de un Griffin que anotó solo 4 puntos. Por el contrario, su compañero Butler se fue a 33 tras meter 9 triples. De poco sirvió. Esta vez los Hornets olvidaron la ausencia de su novato de oro, Anthony Davis.
Mientras, San Antonio pasó por encima de los Wizards en Washington. Victoria texana por 26 puntos con un tremendo Tiago Splitter, un excelente Manu Ginóbili y 7 jugadores, 4 de ellos suplentes, en dobles dígitos anotadores. Los Wizards suman ya 12 derrotas en 12 partidos.
Pero para apisonadora los Thunder. Oklahoma City dio anoche un repaso histórico a Charlotte, que estaba haciendo una fantástica temporada: ¡64-24 al descanso y 79-25, máxima diferencia de 54 puntos, en un momento dado del tercer cuarto!. Ver para creer. Y tanto... porque el local Hasheem Thabeet hizo un doble doble y el visitante Kemba Walker se quedó en blanco, 0 puntos en 20 minutos. El mundo al revés.
Y donde hubo machada fue en Chicago. ¡Porque en el United Center Milwaukee remontó a los Bulls 27 puntos de desventaja para ganar por uno!. Los suplentes de los Bucks obraron el milagro.
L.A. Clippers 98 New Orleans 105
Valioso y prestigioso triunfo de los Hornets en el Staples Center ante los Clippers. Y es que los de Monty Williams hicieron un monumental trabajo defensivo sobre Blake Griffin que bien aprovechó su compañero Caron Butler para firmar una noche de ensueño: 33 puntos con 9 triples. Butler metió 6 triples en el tercer cuarto, momento en el que ya alcanzó los 8 anotados. Pero tamaña exhibición de poco sirvió porque los visitantes habían puesto su foco en Griffin y como perros de presa no le soltaron. Acabó la estrella local con su peor actuación desde que anda por la NBA. Hizo 4 puntos y 6 rebotes en 35 minutos, acabó con 1 de 9 en el tiro y fue eliminado por personales en la recta final del choque. Se fue desesperado.
Más allá de ese buen trabajo defensivo, los Hornets tuvieron la dicha de contar en sus filas con el venezolano Greivis Vásquez, que ofreció al espectador todos sus excesos maravillosos, incluida la pérdida de 8 balones. Fuera de ese borrón, Vásquez estuvo incontestable, maravillosamente activo. Todo pasó por sus manos y sus manos firmaron media victoria. Acabó el ex de Maryland con 25 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes, lanzó muy bien a canasta y convirtió 5 triples de 8 intentos para obtener una valoración de 28 en 37 minutos. Fue el alma del equipo, el centro de la victoria.
Junto al memorable Vásquez, los Hornets dispusieron de 17 puntos, 8 rebotes y 5 triples de Ryan Anderson, otros 17 puntos del suplente Jason Smith y la muy buena actuación del novato Austin Rivers. Y así quebraron la penosa racha que les había llevado a perder 7 encuentros al hilo.
El partido no estuvo exento de tiranteces, las más protagonizadas por Matt Barnes. Ya había precedentes entre ambos equipos en este sentido. Pero la sangre no llegó al río.
El encuentro fue una locura exterior. ¡Hasta 33 triples transformaron entre ambos equipos!. Los locales, que abusaron del perímetro, hicieron 18 de 37 y los visitantes rubricaron un fantástico 15 de 25. En los Clippers, además de la noche memorable de Butler, 20 puntos, 8 asistencias y 4 recuperaciones de Chris Paul. En el lado negativo, el citado infierno vivido por Griffin y el pobre partido de Jamal Crawford. De Lamar Odom, ni hablamos.
Washington 92 San Antonio 118
Esta vez los Wizards ni siquiera pudieron pifiarla en los últimos segundos. Ya lo habían hecho antes. Se cumplieron los pronósticos y el mejor equipo visitante de la NBA, los Spurs (8-1 fuera de casa), se cargó al peor conjunto de la competición, unos Wizards que cuentan sus 12 partidos por derrotas. En Washington, persiste la desolación. El Verizon Center es una pena.
San Antonio se fue al descanso 48-60 y certificó su triunfo en el tercer cuarto, que acabó 70-92. Los texanos acabaron el encuentro con un 56% de efectividad tanto en el doble como en el triple, que utilizaron de muy buena manera. Fue un fácil triunfo con un inconmensurable Tiago Splitter chupando cámara por su gran actuación: ¡15 tantos, 12 rebotes y 7 asistencias en solo 23 minutos!. Hasta 7 jugadores visitantes metieron 10 o más puntos, ¡y 4 de ellos fueron suplentes!.
Y es que la segunda unidad de los Spurs devoró al rival. Anotaron los suplentes 69 puntos. Además de Splitter, Boris Diaw hizo 16 puntos y fue el máximo anotador de los suyos, y Manu Ginóbili lo hizo muy bien, sumando 12 tantos, 5 rebotes y 5 asistencias en tan solo 20 minutos. Entre los titulares, buena primera parte de Gary Neal y sólidas pero cortas actuaciones de Tony Parker y Tim Duncan.
Si en San Antonio brillaron dos ex ACB, Splitter y Neal, en Washington destacó otro, Kevin Seraphin. El ex de Vitoria logró 18 puntos, 7 rebotes y 4 robos y fue de los pocos que se libró del desastre junto a Jordan Crawford -19 tantos en 21 minutos- y Martell Webster. Trevor Ariza terminó con 5 puntos y 4 rebotes en 17 minutos y con la misma cara de desengaño que sus compañeros. Estos Wizards son una ruina. Su trabajo defensivo anoche resultó simplemente incomprensible.
La apisonadora Thunder
Pero para pesadilla la que vivió en esta jornada Charlotte, aclamado hasta ahora por su fantástica temporada. Baste decir que los Bobcats consiguieron maquillar el resultado al final ¡y perdieron por 45 en Oklahoma!. OKC venció 114-69 a un equipo que, por momentos, anduvo aniquilado. La primera parte acabó 64-24, una diferencia de 40 puntos que es la más alta alcanzada en el ecuador de un partido de la NBA desde 1991.
Luego, en el tercer cuarto, Thunder arrancó con ganas de sangre y con otro parcial doloroso se llegó a poner con un 79-25 incalificable. La locura se instaló en todos. Nadie daba crédito. Un partido tan atípico dio para muchas cosas. Para que entre los 6 locales con dobles dígitos estuviera un Thabeet que firmó un doble doble: 13 puntos y 10 rebotes. Para que Thabo Sefolosha fuera esencial en ataque en la primera parte. Para que Russell Westbrook sumara 12 puntos y 11 asistencias en solo 22 minutos. O para que Kevin Durant siguiera a lo suyo: 18 tantos y 4 tapones en 26 minutos.
Los visitantes terminaron con un 29% en el tiro de campo porque mejoraron algo al final. Y su máximo anotador, Jeffery Taylor, logró 10 puntos. Con todos estos datos, casi sobran las palabras. La máxima expresión del desastre fue Kemba Walker. Acabó sin anotar en 20 minutos tras fallar sus 6 tiros.
Milagro en el United Center
También parecía que el Chicago-Milwaukee iba a acabar en paliza. A 15 minutos para el final del partido, en la recta final del tercer cuarto, dominaban los Bulls 78-51 y todo era en la grada un remanso de paz. Sin embargo, desde ese momento al final: parcial de 14-42 que incluyó un 2-19 al inicio del último cuarto y remontada salvaje.
Ni los Bucks se creían su particular milagro. Victoria por 92-93 tras fallar el último tiro el local Richard Hamilton, la gran figura anoche de su equipo. Hamilton hizo 30 puntos. Además, Carlos Boozer sumó 19 y 11 rebotes y Kirk Hinrich, 17. Todo en balde. Los Bulls solo metieron 12 tantos en el último cuarto y su segunda unidad, de apenas 3 componentes, nada tuvo que ver con la suplencia rival.
En Milwaukee por fin funcionó Ersan Ilyasova, autor de 18 puntos en 22 minutos. Su nueva función como suplente le vino bien y con la ayuda de los también suplentes Beno Udrih y un gran Ekpe Udoh (5 tapones y la canasta del 92-93 con 57 segundos por jugar) Milwaukee se llevó el triunfo. Todo ello a pesar de la mala noche de sus estrellas, ya que Brandon Jennings y Monta Ellis sumaron 16 puntos entre los dos con un 6 de 19 en el tiro.