Debutó por fin Mike D'Antoni en el banquillo de Los Angeles Lakers y lo hizo con victoria, aunque sufriendo de verdad como consecuencia de la fortaleza del rival, unos Brooklyn Nets más que convincentes. Los angelinos firman ya un 5-1 desde que despidieran a Mike Brown.
De nuevo, el eje ofensivo del equipo estuvo constituido por 4 jugadores: Kobe Bryant, Dwight Howard, Pau Gasol y Metta World Peace. El español brilló en ataque y sufrió en defensa. Finalizó con 17 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. En los Nets, brillaron Deron Williams y Brook Lopez en ataque y sobresalió un formidable Gerald Wallace en defensa.
El otro equipo neoyorquino corrió mejor suerte. Los Knicks ganaron fácil en Nueva Orleans aprovechando la ausencia del local Anthony Davis y el excepcional primer cuarto de partido de Carmelo Anthony. Hubo dos hispanos, los dos, bases, pero ninguno de los dos brilló, ni el local Greivis Vásquez, ni el visitante Pablo Prigioni.
Además, Toronto se hundió en el último cuarto para perder en Filadelfia. Regresó Kyle Lowry, que fue importante en la derrota por sus malas decisiones y ejecuciones finales. El regreso de Lowry no impidió que José Manuel Calderón volviera a rubricar un doble doble con 12 asistencias. Nick Young y Jason Richardson, que dio un monumental susto, decidieron al final para los Sixers.
L.A.Lakers 95 Brooklyn 90
Debutó al fin Mike D'Antoni y no fue nada fácil su estreno. En frente, un equipo muy sólido que puso en un serio compromiso al equipo local, tan serio que el partido no se decidió hasta los últimos segundos. Si en la era Bernie Bickerstaff en el foco-Mike D'Antoni en la sombra el equipo había vivido en torno a los 120 puntos y ganando con alegría y sin dolores de cabeza, anoche la historia fue bien diferente. Los Lakers, bien avanzado el último cuarto, no llegaban a los 80 puntos y veían cómo el rival no se despegaba de su estela.
Fue un bello e intenso partido que se decidió por detalles finales. Brooklyn demostró una notable fortaleza defensiva cuyo máximo exponente fue Gerald Wallace, que defendió de forma formidable a Kobe Bryant, lo que no pudo impedir que éste decidiera al final el partido. Los Nets se metieron en su papel ganador tan al extremo que recurrieron al ya viejo y feo truco del Shack-a-Howard cuando quedaban aún 5:18 para el final y ganaban 78-84. La orden de Avery Johnson no surtió el efecto buscado, ¡y no porque Howard no fallara tiros libres!. Los Lakers, a partir de ese momento, se acercaron aún más en el marcador.
El dúo interior Dwight Howard-Pau Gasol representó lo mejor y lo peor de los Lakers anoche. En ataque resultó demoledor. Howard firmó 23 puntos, 15 rebotes y 4 tapones y un gran Gasol se fue a 17 tantos, 11 rebotes y 7 asistencias. Pero Howard fue un lastre desde el tiro libre (¡7 de 19 para un 19 de 37 del equipo!) y Gasol sufrió en demasía en la marca de un Brook Lopez al que le sobra clase por los cuatro costados.
Metta World Peace sigue brillando en estos Lakers sin Brown. Anoche, 17 puntos, 8 rebotes y 4 triples. Y Kobe Bryant, secado durante todo el encuentro por Wallace, resucitó al final para decidir el partido desde los libres y acabar con 25 puntos. En el lado negativo, la escasísima aportación de los suplentes y el desmoronamiento del base titular, Darius Morris, en su enfrentamiento con Deron Williams, que acabó con 22 puntos y 10 asistencias pero erró el triple decisivo que en el último suspiro hubiera empatado el encuentro a 93.
Brooklyn fue un muy buen equipo. Con D-Will y Brook Lopez -23 puntos, 17 en la primera parte- al mando de las operaciones ofensivas y Gerald Wallace al mando de las defensivas. Pero no pudieron ganar. A veces, el triunfo o la derrota se mide por unos centímetros o por unas centésimas de segundo. Si no que se lo digan a los Lakers. Ese pequeño hilo que separa el éxito del fracaso bien pudo estar en el pase que en los últimos segundos conectó a Pau Gasol con Kobe Bryant pese al desequilibrio y mala posición del primero y la extrema dificultad en la recepción del segundo. Ese balón valió medio partido, medio debut de D'Antoni estuvo ahí.
New Orleans 80 New York 102
Otro entrenador, también llamado Mike, sigue generando ilusión en su equipo. Hablamos de Mike Woodson y su proyección en la Gran Manzana. El otro equipo neoyorquino, los Knicks, el genuino, sí ganó. Y ya acumula un espectacular 8-1. Venció fácil en Nueva Orleans aprovechando la ausencia del local Anthony Davis y la fantástica locura de Carmelo Anthony en el primer cuarto. Ese primer cuarto finalizó 17-29 y Melo metió más puntos que todo el equipo rival. Hizo 19 en una extraordinaria exhibición.
Sin embargo, el empuje de los Hornets en el segundo cuarto, de la mano de Austin Rivers y Brian Roberts, equilibró la situación y el partido se fue al descanso con un ajustado 48-53. Para entonces, Anthony ya firmaba 23 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias.
El tercer cuarto llevó la lógica al marcador. Los Knicks pegaron un serio tirón y rompieron la baraja para ganar fácil el encuentro con 29 puntos de Carmelo Anthony, 15 de Raymond Felton (12 en la primera parte con 4 triples) y otros 15 de J.R.Smith, el único suplente salvable. Bien Tyson Chandler en el rebote, aunque jugó muy poco (12 capturas en 19 minutos) y partido sin pena ni gloria para Prigioni: 2 rebotes y 2 asistencias en 13 minutos en los que no tiró y perdió 3 balones, alguno que otro inusual en él por la forma de perderlo. New York volvió a hacer del triple una gran parte de su razón de ser. Coló 14.
Los Hornets, mientras, mostraron bien poco. Sin Davis se debilitó notablemente su juego interior, más aún cuando Robin Lopez se metió en problemas de faltas desde el principio. Ryan Anderson fue su máximo anotador con 15 puntos, a los que añadió 8 rebotes. El venezolano Greivis Vásquez anduvo gris. Terminó con 10 puntos y 6 rebotes. Nada que ver con lo que hacía presagiar el inicio del encuentro, cuando protagonizó los primeros 3 tiros de su equipo y metió 2.
Philadelphia 106 Toronto 98
Volvió Kyle Lowry al juego tras su lesión, pero Calderón no perdió ni la titularidad, ni sus minutos en pista, ni sus galones en el juego, aunque tuviera que compartirlos durante muchos minutos con Lowry y viera cómo éste se adjudicaba al final la pretensión de resolver por sí solo el partido, lo que le costó, en buena parte, la derrota a Toronto.
Lowry acabó con 13 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, pero sus malas decisiones finales y su escaso acierto en el tiro libre (3 de 8), con algunos fallos en la fase crucial del encuentro, lastró a los canadienses, que no pudieron así aprovechar la buena noche de DeMar DeRozan -24 puntos- y Andrea Bargnani -22 con 7 rebotes-. Calderón acabó con 13 puntos, 12 asistencias y 5 rebotes en 37 minutos y Jonas Valanciunas hizo un gran doble doble en los 3 primeros cuartos para ser olvidado por su entrenador en el último período.
Philadelphia, mientras, demostró carácter. Afrontó 7 puntos abajo el inicio del último cuarto para meter en esos 12 minutos finales 33 puntos y dar la vuelta a la tortilla a partir del trabajo grande de 4 jugadores: Nick Young -23 puntos-, Jason Richardson -21 y 4 triples-, un fantástico Jrue Holiday -19 con 12 asistencias, 8 rebotes y 3 robos- y Thaddeus Young -18 tantos-. Nick Young y Jason Richardson hicieron lo que no fue capaz de hacer Lowry: decidir al final. Un J-Rich, por cierto, que dio el gran susto del partido al tener que retirarse momentáneamente en el tercer cuarto tras sufrir un pisotón involuntario en la cabeza por parte de Lowry.
Los Sixers suman su tercer triunfo consecutivo y se colocan con un balance de 7-4 a pesar de no contar con Andrew Bynum.