La relación entre Dallas Mavericks y Delonte West está siendo, como cabía esperar, tormentosa. La personalidad del jugador, difícilmente encajable en un vestuario, está pasándole factura desde la misma pretemporada.
"Hemos suspendido a Delonte por conducta perjudicial para el equipo", ha asegurado hoy el Presidente de Operaciones de Baloncesto de los Mavs, Donnie Nelson, que ha añadido: "La suspensión es efectiva inmediatamente".
Al parece, West fue el origen de la discusión que se montó entre compañeros de equipo anoche en los vestuarios del pabellón de Wichita (Kansas) tras el partido que Oklahoma City ganó a Dallas. Ésa es, al menos, la versión que procede del equipo, porque la del jugador es bien distinta. Delonte asegura que hubo una discusión en el vestuario entre dos compañeros, pero que él no estuvo involucrado de ningún modo en el incidente.
Lo cierto es que el base de Washington D.C ya había sido sancionado a mediados de octubre por otra bronca en el vestuario. Entonces, según trascendió, West tuvo uno de esos arrebatos que tantos problemas le han dado en los últimos años.
Y es que no es fácil lidiar con West. Su trayectoria, cumplidos los 29 años, es tremenda. Tiene un trastorno bipolar, cae en profundas depresiones, tiene problemas legales cada dos por tres, desaparece del mapa... en fin, todo un historial.