El mes de agosto está a punto de finalizar y los despachos de la NBA empiezan a recuperar poco a poco su actividad tras el periodo vacacional. Los Rockets despidieron ayer a Sean Williams, mientras que los Magic llegaron a un acuerdo con E’Twaun Moore.
Tanto Moore como Williams habían llegado a los Rockets en julio procedentes de los Celtics de Boston como parte del acuerdo que ubicó a Courtney Lee en la histórica franquicia de Massachusetts.
Ninguno de los dos tenía garantizado su contrato, por lo que desde un principio parecía claro que los Rockets prescindirían de ellos, dado el exceso de jugadores, más de 20, que la franquicia texana ha llegado a acumular con los movimientos de este verano.
Moore fue el primero en cruzar la puerta de salida antes de que venciera la fecha que garantizaba su contrato, a los pocos días de su fichaje, pero ahora ha encontrado acomodo en Orlando.
Los Magic le han ofrecido un contrato por 2 años, ambos parcialmente garantizados, para que intente demostrar que tiene sitio en la NBA, después de una temporada de estreno con los Celtics en la que no disfrutó de excesivas oportunidades. Orlando tiene ahora 17 jugadores en plantilla, por lo que es seguro que al menos 2 de ellos no llegarán a iniciar la temporada regular con el equipo.
Por su parte, Williams ha perdido su trabajo con los Rockets, que han evitado tener que garantizar los algo más de 900.000 dólares de su contrato, algo que hubiera ocurrido de forma automática de mantenerse el jugador en plantilla más allá del 30 de agosto.
Williams buscará ahora otro equipo con el que tratar de iniciar la temporada NBA y de no lograrlo, podría regresar a la NBADL, donde sus derechos están en poder de los Texas Legends, el equipo afiliado de los Mavericks que la próxima temporada será entrenado por el mexicano Eduardo Nájera.