El futuro de Dwight Howard sigue dando que hablar al ritmo de los cambios de opinión del jugador de Orlando. Los últimos rumores le sitúan muy cerca de los Lakers, después de que se haya publicado su disposición a comprometerse a largo plazo con ellos.
La novedad la avanzaba hoy Jarrod Rudolph en la web especializada RealGM.com. Citando fuente cercanas al jugador, Rudolph asegura que Howard estaría ahora dispuesto a firmar una renovación a largo plazo con los Lakers en caso de acabar en el equipo californiano.
Hasta ahora, todas las informaciones hablaban de los Nets como único destino que el pívot aceptaría de buena gana e incluso algunos hacían referencia a un incomprensible rechazo frontal a comprometerse con los Lakers.
Según diversos medios, los Lakers estarían negociando desde hace días con Orlando una operación de intercambio de la que también formarían parte los Cleveland Cavaliers, el mismo equipo que supuestamente estaba implicado en el fallido intento de los Nets de hacerse con el pívot.
Operación redonda para Lakers
De concretarse el traspaso, los Lakers obtendrían a Howard, los Cavaliers, a Andrew Bynum, y Orlando se quedaría con el brasileño Anderson Varejao y un buen puñado de elecciones de draft con las que reconstruir la franquicia. Orlando además enviaría a Howard a la Conferencia Oeste, opción que siempre han preferido frente a la de alimentar con su mejor jugador a un rival directo de conferencia, como era el caso de los Nets.
Quien peor parado saldría de esta operación serían los Houston Rockets que, tras realizar una serie de movimientos y sacrificios, incluida la amnistía de Luis Scola, para propiciar la llegada de Howard en un traspaso a gran escala, se verían compuestos y sin novio.
Del gran beneficiado, tampoco hay duda. Los Lakers formarían un quinteto titular con Steve Nash, Kobe Bryant, Metta World Peace, Pau Gasol y Howard -sin olvidar la presencia del recién incorporado Antawn Jamison como sexto hombre- que les convertiría automáticamente en el favorito número 1 al título de la NBA.
De paso, asegurarían con Howard el relevo generacional, convirtiendo al pívot en su referencia de futuro para seguir manteniendo al equipo en lo más alto. Sería una jugada redonda, aunque habrá que ver si todo esto no termina siendo otra falsa alarma.