Las futuras incorporaciones a los distintos equipos que se van conociendo provocan otros ajustes como efecto secundario. Es el caso de la eliminación de restricciones de Phoenix y Toronto sobre Aaron Brooks y Jerryd Bayless o de la salida de Shawne Williams de Portland.
El caso de Williams, en realidad, tiene menos que ver con lo ocurrido en los últimos días que con lo que pueda ocurrir en los próximos ya que los Blazers, por el momento, permanecen agazapados en el mercado a la espera de su oportunidad.
La franquicia de Oregón quería desembarazarse hace ya tiempo de los poco más de 3 millones de salario para este año un jugador que llegó traspasado en marzo estando ya lesionado para toda la temporada y que, por lo tanto, ni siquiera ha llegado a vestir su camiseta. Finalmente, equipo y jugador han llegado a un acuerdo para rescindir su contrato.
La eliminación de las restricciones sobre Brooks y Bayless sí que tienen relación directa con los movimientos de estos días y con el deseo de sus equipos de eliminar el peso sobre su espacio salarial que suponía mantenerlos como agentes restringidos cuando ya no cuentan con ellos.
Brooks se convirtió en prescindible para los Suns tras la contratación de Dragic y Bayless en los Raptors tras la operación de traspaso pactada con los Rockets que ha supuesto la llegada al equipo canadiense de Kyle Lowry y la marcha del panameño Gary Forbes. Tanto Brooks, por el que se han interesado ya Houston y Dallas, como Bayless son ahora completamente libres de firmar con otro equipos.
La decisión de los Raptors de liberar a Bayless parece indicar que los de Toronto apuestan por Lowry y Calderón como pareja de bases para este año. La posible amnistía del último año de contrato del base español parece cada vez una posibilidad más lejana, prácticamente descartada, a tenor de lo publicado en los medios más cercanos al equipo, si bien los Raptors mantienen abierta la posibilidad de traspasarlo si les llegase una oferta interesante.