Era una noticia ya esperada de la que sólo faltaba la confirmación y ha sido el propio Rudy Fernández el encargado de darla a través de las redes sociales con este mensaje: “Mañana se confirma mi fichaje por el Real Madrid por 3 temporadas. Muy feliz de volver”.
Ya a lo largo del día el diario Marca, el de mayor tirada entre los periódicos deportivos españoles, había anunciado la convocatoria por parte del Real Madrid de una rueda de prensa para mañana, miércoles, en la que el club madrileño iba a anunciar el regreso de Rudy.
La decisión del mallorquín ya se anticipaba desde hace semanas y la de los Nuggets, el pasado fin de semana, de no retener sus derechos ya hacía suponer que el jugador les había comunicado su intención de no seguir en la NBA y regresar a jugar en la liga española. Termina así un periplo de 4 años en la NBA lleno de altibajos y con bastantes más sombras que luces.
Un regreso con sabor a derrota
Rudy llegó en el otoño de 2008 a Portland, poco después de protagonizar una actuación estelar en las Olimpiadas de Pekín ante la todopoderosa selección estadounidense, en medio de una enorme expectación y recibido como una estrella por la que iba a ser su nueva afición.
Pero el mallorquín nunca llegó a cumplir las expectativas bajo las órdenes de un Nate McMillan cuyos sistemas ofensivos tampoco ayudaron a explotar sus cualidades. A pesar de algunos fogonazos de luz esporádicos en su juego, su papel ofensivo quedó reducido en Portland al de especialista desde el triple, con porcentajes cada año más bajos, y el jugador nunca terminó de sentirse cómodo.
Tras 3 temporadas en Oregón sin signos de progreso, su traspaso el pasado verano a Dallas, donde no llegó ni a entrenar, y posteriormente a Denver no cambió en exceso la dinámica de su juego, aunque se le vio con más alegría sobre la pista ante la mayor libertad ofensiva del equipo de George Karl. Una lesión frustró la parte final de su última temporada y ahora llega la vuelta, con visos de ser definitiva.
Se despide de la NBA con 249 partidos jugados en temporada regular, sólo 10 como titular, y unos promedios de 9,1 puntos, 2,4 rebotes, 2,2 asistencias y un 36% de acierto en el triple en 24 minutos de juego.