Los Celtics parecen estar más cerca de mantener unido al experimentado trío formado por Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen de lo que muchos pensaban hace tan sólo unos días. Con Pierce bajo contrato y tras renovar a Garnett, Allen es ahora la prioridad.
Lo ha dejado claro el general manager de la franquicia, Danny Ainge, que ha asegurado que tras garantizar la continuidad de Kevin Garnett, las intenciones del equipo son las de lograr otro tanto con Ray Allen y Brandon Bass. No parece, pues, que los Celtics se planteen grandes cambios en su plantilla por el momento.
“Queremos de verdad que Ray se quede. El tiempo dirá”, ha manifestado Ainge a la prensa, confirmando que hay conversaciones en curso para lograrlo, conversaciones sobre las que no ha querido entrar en detalles.
Celtics aparte, Allen tendría como ofertas más serias las de Miami Heat y Memphis Grizzlies. Pero mientras los primeros sólo están en condiciones de ofrecerle 3 millones por año y los segundos, muy necesitados de tiradores, estarían dispuestos a subir hasta los 5 millones anuales que les permite la excepción de nivel medio, los Celtics podrían batir ambas ofertas poniendo sobre la mesa un contrato por 2 años y 6 millones anuales al escolta, que cumplirá este mes los 37 años.
El técnico de los Celtics, Doc Rivers, ha secundado los comentarios de Ainge en cuanto al deseo por mantener a Allen en el equipo y a la disposición de la franquicia para hacer el esfuerzo económico necesario. “Podemos ofrecerle más dinero (que cualquiera). Él ya vive aquí. Conoce su papel y todo lo demás. Sería difícil para mí verle irse a otro sitio”, ha dicho el técnico.
Los Celtics han mostrado también su interés por que regrese con ellos Jeff Green, cuyo contrato anularon el año pasado tras descubrírsele al jugador un aneurisma en la aorta. Una vez recuperado y recibida el alta médica, Green busca equipo y los Celtics quieren contar de nuevo con él.