Sería una auténtica revolución y la idea podría volverse contra la NBA por lo que respecta a la buena imagen que la liga tiene en el concierto internacional. Y es que la NBA podría prohibir en el futuro que sus jugadores mayores de 23 años puedan jugar en los Juegos Olímpicos.
Lo más polémico del tema es que el veto no sólo afectaría a los jugadores de la selección de Estados Unidos, sino también a todos los jugadores extranjeros que militan en la NBA. Es decir, que de llevarse a cabo podríamos ver unas Olimpiadas en las que Alemania no pudiera contar con Nowitzki, Francia con Parker, España con Pau Gasol o Argentina con Ginóbili, por citar a algunos miembros de la elite internacional.
Que se va a estudiar esa posibilidad es algo real, ya que las voces que lo han dado a conocer no pueden ser ni más oficiales ni de mayor envergadura, pues han sido los números 1 y 2 de la NBA, David Stern y Adam Silver, los que han hecho pública tal posibilidad.
El origen de todo está en las exigencias procedentes de los propietarios de las franquicias con Mark Cuban -Dallas Mavericks- a la cabeza. Los dueños de los equipos consideran que desembolsan enormes cantidades de dinero a sus estrellas y no parecen estar muy por la labor de que vuelvan lesionados de unos Juegos Olímpicos o, como mal menor, que lleguen agotados a la pretemporada NBA.
El veto, de producirse, no afectaría, claro está, a Londres 2012, pero sí lo haría a las Olimpiadas de 2016.
Modelo futbolístico
La idea de la NBA es acercar el modelo del baloncesto al modelo futbolístico. Ello implicaría que el veto no afectaría al Campeonato del Mundo de Baloncesto, que se convertiría así en la referencia internacional de las selecciones nacionales, tal y como lo es en la actualidad el Mundial de Fútbol.
Al Campeonato del Mundo sí podrían ir todas las estrellas de la NBA, pero a los Juegos Olímpicos sólo podrían ir los jugadores de 23 años o menos.
Por de pronto, la NBA podría reunirse con la Federación Internacional de Baloncesto, la FIBA, que a buen seguro vería con buenos ojos que se potenciara su competición, el Mundial, en detrimento de los Juegos Olímpicos.
Estaríamos así ante unos JJOO que se desplomarían en el capítulo del baloncesto. Sin ir más lejos, España, si la medida se adoptarse hoy, no podría contar con los hermanos Gasol, Rudy Fernández, Ricky Rubio, José Manuel Calderón y Serge Ibaka y Argentina no podría disponer de Manu Ginóbili, Luis Scola y Carlos Delfino, por citar dos ejemplos cercanos.