La comparecencia del general manager de los Bulls y el médico del equipo para dar cuenta del estado físico del jugador estrella de la franquicia ha servido para dejar claro que tardaremos en volverle a ver sobre una pista. No se descarta que Derrick Rose se quede en blanco la próxima temporada.
Gar Forman, general manager de los Bulls, y el doctor Brian Cole, médico del equipo, han hablado hoy con la prensa en el Centro Médico de la Universidad de Rush sobre el estado del base del conjunto de Chicago y de su recién operada rodilla izquierda.
Cole ha llevado la voz cantante en las intervenciones ante el interés de los medios por saber cuándo volvería a jugar Rose y el galeno ha sido claro. “Podría llevarle de 8 a 12 meses”, ha asegurado Cole, que cree que, en el mejor de los casos, Rose podría regresar a finales de enero o principios de febrero, pero en el peor, “podría perderse toda la temporada”.
El médico de Chicago ha sido franco también a la hora de admitir que, aunque la operación para reparar el ligamento cruzado anterior dañado ha sido un éxito, a Rose “le llevará más de 1 año volver al nivel de rendimiento que tenía antes de la cirugía”. Y eso, si todo va bien, porque tampoco en este caso hay garantías, según ha reconocido.
Por su parte, Gar Forman ha afirmado que la lesión de Rose, a quien el pasado diciembre firmaron un multimillonario contrato de larga duración, es “un duro golpe a corto plazo” para la franquicia, pero ha mostrado su confianza en que Rose se recupere plenamente. “Nuestro planteamiento a largo plazo no cambiará en absoluto”, ha asegurado Forman.