Los Lakers volvieron a demostrar que no son un equipo fiable esta temporada. Cuando tenían todo a favor para ganar a Denver en casa y pasar de ronda con un claro 4-1, perdieron en el Staples. Ni siquiera fueron útiles los 43 puntos de Kobe Bryant. Pau Gasol no tuvo su mejor día.
El español hizo 9 tantos y 10 rebotes en una actuación bien discreta. Denver mereció la victoria, aunque se complicó la vida en la recta final del partido y casi pierde. Andre Miller y JaVale McGee fueron el fundamento del triunfo. Ahora, el equipo de Karl acorta distancias y se pone 2-3.
Mientras, Chicago salvó los muebles en el United Center y evitó una eliminación prematura. Sin Rose y Noah, tiraron de galones Luol Deng y Carlos Boozer para dominar un partido que fue feo, muy feo, y que acabó con un raquítico marcador: 77-69. Los Sixers aún tienen todo a favor para ganar. Dominan 3-2 a unos Bulls muy tocados.
L.A.Lakers 99 Denver 102 (3-2)
Fiasco monumental de Lakers, que tenía la oportunidad pintiparada de ganar en el Staples ante su afición, dejar en la cuneta a Denver y ahorrarse esfuerzos que bien le podrían pasar seria factura en una hipotética semifinal de conferencia ante Oklahoma City.
No hubo desenlace y no habrá, por ahora, descanso alguno. Fue una enorme pifia que demostró que el equipo de Mike Brown es una montaña rusa a la que no hay quien le ponga una etiqueta fiable. Con estos Lakers, puede pasar cualquier cosa. Y no siempre lo que llega es positivo.
Si algo positivo hay que decir de los angelinos es que no arrojaron la toalla ni en los peores momentos. Esos momentos especialmente delicados llegaron en el último cuarto, cuando los Nuggets se adelantaron por 15 puntos y parecían estar en condiciones de machacar al rival. El resultado de 69-84 a 8:41 del final no hacía presagiar nada bueno para el equipo californiano. Pero fue ahí cuando la escuadra local reaccionó. Eso sí, bien ayudados por el arrugamiento general de los de Colorado.
Dos triples consecutivos de Steve Blake abrieron la veda. Luego, llegaron canastas medio salvíficas de Bynum y Gasol, que hasta entonces estaba haciendo un partido para olvidar. Y finalmente llegó la traca de Kobe Bryant, acaparador ofensivo durante toda la noche. La genialidad del jugador de Filadelfia le hizo meter 8 puntos consecutivos y poner a su equipo al borde del triunfo: 96-98 a 59 segundos del final. Pero los Lakers no remataron.
Eso sí, los de L.A tuvieron la jugada final para poder llevar el partido a la prórroga. A 12 segundos del final, Andre Miller había completado su gran partido metiendo 2 tiros libres que habían puesto el 99-102 en el marcador. En esa jugada final, diseñada para Kobe, el escolta estelar falló el triple del empate, pero aún le quedó un segundo intento a los locales por mediación de Sessions, cuyo triple tampoco entró.
Denver era el justo vencedor. El equipo de Karl bien se lo había merecido, por mucho que su
defensa se viniera abajo en los últimos minutos. Andre Miller (24 puntos, 8 asistencias y 2 tiros libres vitales) y JaVale McGee (21 puntos y 14 rebotes) fueron sus piezas claves. McGee volvió a sembrar el terror en la zona ante la aquiescencia de Bynum y Gasol. Además, Afflalo metió 19 tantos. Faried empezó explosivo, pero se apagó rápido una vez más y Harrington tuvo un partido negado con 0 de 7 en el tiro.
En Lakers, 43 puntos de un Bryant sin descanso, que lanzó 32 veces a canasta, incluidos 11 triples. Absorbió demasiado juego y el ataque local no fluyó. Bynum hizo 16 tantos y 11 rebotes y Sessions y Gasol no funcionaron. Discreto el catalán con 9 puntos, 10 rebotes y 3 tapones.
Chicago 77 Philadelphia 69 (2-3)
Los Bulls salvaron la situación como pudieron en un partido nefasto de cara al espectador. Mucha defensa, poco talento y escasas alegrías para el buen aficionado. El resultado de la primera parte lo dice todo: 35-26. Y el final, 77-69, también. Los dos equipos aburrieron hasta a las ovejas. Un plomo, vamos.
Chicago, sin Rose y Noah, ganó a base de defensa, su gran valor, y gracias a que los dos hombres que debían tomar el relevo, Luol Deng y Carlos Boozer, lo hicieron. Deng y Boozer brillaron con luz propia en la victoria. El alero acabó con 24 puntos, 8 rebotes y 4 de 5 triples y el ala-pívot aportó 19 tantos, 13 rebotes y 6 asistencias. El turco Asik y el estadounidense C.J.Watson volvieron a ser titulares en lugar de Noah y Rose. Y, claro, no es lo mismo. Fuera de Deng y Boozer, todos se dedicaron a exprimirse en defensa y tuvieron pocas obligaciones ofensivas.
Sixers perdió así su primer 'match ball', aunque aún domina la serie por 3 a 2. No fue la de ayer su mejor noche. El equipo sólo metió el 32% de sus tiros en un partido con mucha presión defensiva en el que se pusieron 22 tapones, 11 por equipo.
En los de Collins, horroroso juego de los experimentados Iguodala (4 de 19 en el tiro) y Brand (5 puntos). Mejor estuvieron Holiday -16 puntos y 3 robos-, aunque fallara 12 de sus 17 lanzamientos, y Hawes -11 tantos y 14 rebotes-. Lou Williams y Lavoy Allen también jugaron con bastante dignidad.