Los dos candidatos para casi todo el mundo de cara al MVP de la temporada son LeBron James y Kevin Durant, por este orden. Y por ese orden se exhibieron anoche. James estuvo memorable y Durant no se quedó atrás. Fueron los líderes de Miami y OKC, 2 equipos disparados.
Porque con sus victorias anoche en Nueva York y Dallas, los Thunder y los Heat dejan prácticamente fuera de juego a los Knicks y a Mavericks, actuales campeones. Ambas series se sitúan con rotundos 3-0 a favor de los teóricos favoritos. Sus triunfos partieron de la defensa, ese elemento que gana campeonatos.
James acabó con 32 puntos, 17 de ellos en el decisivo último cuarto; Durant hizo 31 con gran acierto en el tiro en un encuentro en el que su equipo arrasó a un Dallas decepcionante.
Dallas 79 Oklahoma City 95 (0-3)
Dallas Mavericks está a punto de probar su propia medicina. Si el año pasado los texanos dejaron fuera a los entonces campeones, Lakers, por 4-0, ahora han cambiado las tornas y los que pueden acabar perdiendo 4-0 son ellos, actuales poseedores del anillo. Sería extraño ver perder 2 temporadas seguidas al equipo campeón por 4-0, aunque los Lakers, al menos, pasaron la primera ronda.
Lo cierto es que nada hacía presagiar la debacle texana. El equipo de Nowitzki hacía completado dos actuaciones más que serias en Oklahoma, donde bien pudo llevarse 2 victorias para poner patas arriba la serie. Fueron 2 partidos que hicieron albergar esperanzas a sus aficionados, 2 buenas imágenes para la retina que se han ido de un plumazo con la derrota en el tercer partido y el modo en el que se produjo esa derrota.
La serie viajaba a Texas y allí Dallas volvió a ser el equipo ramplón de la temporada regular. Un equipo con una ofensiva baldía, ahogado por sus propias imprecisiones y, ¿por qué no decirlo?, por sus propias limitaciones físicas ante un equipo joven y atlético como es Thunder.
Oklahoma defendió de verdad, con un compromiso sin fisuras, y el partido se rompió poco a poco hasta que los Mavs tuvieron una brecha enorme en su línea de flotación. El equipo se presentó en el último cuarto 18 abajo y sin posibilidad de hacer nada. Acabaron los locales con un 34% de efectividad en el tiro. El American Airlines Center fue su tumba.
OKC, mientras, pudo con todo. Kevin Durant fue su líder indiscutible con 31 puntos. Además, tiró lo justo y con gran acierto a canasta (11 de 15 con 4 de 6 triples) y dio 6 asistencias. Partido muy bueno el suyo. El base Russell Westbrook aportó 20 tantos y 3 robos, Fisher siguió mostrando que puede hacer sus expertas contribuciones en playoffs y Serge Ibaka fue otra vez decisivo: 10 puntos, 11 rebotes y 4 tapones en 27 minutos con excelsa defensa sobre un apagado Nowitzki.
Dallas fue la misma imagen de la frustración. El equipo llegó a ir perdiendo ante su afición por 26 puntos y recibió nada menos que 4 técnicas. Nowitzki -17 puntos y 9 rebotes- fue su mejor hombre, pero no a su mejor nivel. Terry no fue el de las grandes ocasiones, Marion hizo 1 de 8 en el lanzamiento, aunque al menos reboteó con cierta solidez y Kidd fue de los pocos que hizo algo, pero a todas luces resultó insuficiente.
New York 70 Miami 87 (0-3)
Si el ataque de Dallas resultó sombrío (79 puntos anotados), el de New York se situó en el eclipse total. Nefasta actuación ofensiva de los Knicks, que anotaron 70 puntos con un 32% de acierto en el tiro y un 4 de 20 desde el triple.
La muralla defensiva de Miami fue ejemplar y, por lo tanto, infranqueable. Mucha defensa en el equipo de Spoelstra, que se está pegando un homenaje con unos Knicks perdidos que esta vez no contaron con Stoudemire tras su patética pataleta con el extintor. El 3-0 de la serie habla, en este caso, bien a las claras de las superioridad del equipo de Florida.
Al menos, esta vez hubo lucha durante 36 minutos. Porque los Heat aguantaron el tipo hasta el final del tercer acto (56-58). Fue en la reanudación cuando se desató la bestia, que no es otra que LeBron James. Parcial de 6-19 en los primeros 6 minutos del último cuarto y partido finiquitado. El cuarto período acabó con 14-29 y 17 puntos vinieron de la mano de un encendido LeBron James.
James fue la estrella indiscutible del choque. Majestuoso el jugador de Miami con 32 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y esos 17 tantos en el cuarto decisivo. Su único pero, los 8 balones que perdió, pero se le perdonan por todo lo que hizo bien.
Junto al 'Rey', bien Wade (20 tantos y 5 recuperaciones) y excelente Chalmers (19 puntos, 7 rebotes y 5 de 8 triples). Bosh llegó para jugar e hizo lo que pudo (llegó con el tiempo justo tras ver nacer a su primer hijo). Y los suplentes sólo metieron 5 puntos, pero no supusieron ningún estorbo. Sobre todo, Battier, que hizo un 0 de 6 en triples, pero tuvo una dedicación fantástica a la defensa.
Los Knicks terminaron hundiéndose en su propia incapacidad ofensiva. Sólo Anthony estuvo incisivo en ataque, que no acertado. Acabó Melo con 22 puntos, 8 rebotes y un 7 de 23 en el tiro. Chandler fue la otra baza local con 10 tantos y 15 rebotes. El resto, una pena. Novak fue titular y se vino abajo con 0 puntos y J.R.Smith no aportó más que fallos desde la banca con un 5 de 18 en el lanzamiento. Ahora, los Knicks ya atesoran la peor racha de partidos perdidos de forma consecutiva en playoffs. Llevan 13 y dejan atrás a los Memphis de Pau Gasol.