San Antonio sigue en plan imparable. Visitaba el AT & T Center Utah, un equipo en buena forma, pero salió trasquilado, algo que no sorprendió a nadie. Porque los Spurs, líderes del Oeste, han ganado ya 11 partidos seguidos.
Parker, Ginóbili y Duncan formaron un trío perfecto y sin jugar muchos minutos dominaron el encuentro. Ginóbili, cada día mejor, se fue a 23 puntos en 28 minutos. San Antonio volvió a arrasar ofensivamente al anotar 114 puntos.
También arrasaron, y aún más que San Antonio, los jugadores de Boston y Miami, que derrotaron a Philadelphia y Detroit por amplias diferencias tras llegar a acumular en ambos casos hasta 28 puntos de ventaja en sus marcadores. Rondo volvió a dirigir con mano firme a los célticos y James fue el máximo anotador de unos Heat sin Wade que tuvieron de cara el acierto anotador desde el triple de James Jones.
San Antonio 114 Utah 104
Los Spurs no parecen tener freno. Visitaba San Antonio Utah Jazz, un conjunto sólido que tampoco pudo frenar el empuje del equipo de Popovich, que volvió a desatarse ofensivamente, como viene siendo habitual.
Los locales metieron 31 puntos en el primer cuarto y se fueron 17 arriba al descanso (57-40). Luego, vino cierta relajación defensiva que hizo que los visitantes llegaran a situarse a 6 puntos en el tercer cuarto. Fue la línea roja que alertó a los Spurs, que no dejaron que su ventaja bajara de ahí y se impusieron con total solvencia, sin apuros.
Popovich pudo repartir otra vez bastante bien los minutos de juego dando ciertos respiros a sus tres estrellas, que ejercieron como tales. Tony Parker metió 28 puntos con un 9 de 15 en el tiro de campo y 10 libres sin fallo, Manu Ginóbili hizo 23 tantos en 28 minutos y Tim Duncan añadió 13 tantos, 16 rebotes y 3 tapones. El astro argentino sigue en alza. Hizo su mejor partido desde que volvió de la lesión. Cada vez se va más hacia el uno contra uno, encara con más resolución el aro y saca más personales a sus defensores. Anoche, 14 de 15 desde la línea de personal. Además, 5 rebotes, 1 tapón y 2 asistencias. Gran partido el suyo.
Junto a los 3 grandes, los secundarios no bajaron la guardia, especialmente Danny Green y Tiago Splitter, que rindieron a buen nivel. Blair no jugó y Diaw fue titular. El francés cometió 6 personales en 24 minutos, pero fue pieza importante en la desolación ofensiva de Paul Millsap.
Millsap vivió un partido de pesadilla: 2 puntos con 1 de 8 en el tiro. No se recordaba algo así desde hace bastante tiempo. Los mejores visitantes fueron Al Jefferson (19 puntos y 10 rebotes), Devin Harris (18 tantos), el ex de Memphis DeMarr Carroll (16 puntos en 18 minutos) y Derrick Favors (14 puntos y 12 rebotes).
Boston sigue en una gran línea
Otro equipo que permanece en la senda adecuada es Boston, que tiene casi asegurada la cuarta plaza en el Este al estar muy cerca de proclamarse campeón de su división. Anoche, los bostonianos se enfrentaban a un rival directo, Philadelphia, y les pasaron por encima.
Boston ganó 103-79. Los locales se fueron al descanso con comodidad (50-36) y en la reanudación llegaron a tener 28 puntos de ventaja. El equipo de Rivers jugó a gran nivel gracias a una nueva exhibición de Rajon Rondo en la dirección que se saldó con 15 asistencias. Kevin Garnett metió 20 puntos, Brandon Bass y Avery Bradley sumaron 18 cada uno y Paul Pierce ayudó con 17. Los célticos anotaron el 58,8% de sus tiros de campo, asistieron 32 de las 40 canastas que encestaron y su único punto débil estuvo en las excesivas pérdidas de balón que cometieron.
Philadelphia tiene frente a sí un panorama complicado. El equipo no se encuentra bien en esta recta final de temporada regular y la lucha encarnizada entre Knicks y Bucks por la octava plaza del Este puede resolverse con la eliminación de los Sixers, que ya están bajo la amenaza de New York y Milwaukee. En la jornada dominical, sólo funcionó Nikola Vucevic, que acabó con 14 puntos y 13 rebotes. Todos sus hombres importantes anduvieron muy apagados.
Miami regresa a su fortaleza casera
Otro equipo que llegó a ir ganando por 28 a su rival fue Miami, que terminó venciendo a Detroit 98-75 para regresar a su fortaleza en casa, donde acumula 24 victorias en 27 partidos. Y es que los Heat venían de perder claramente en su pabellón ante Memphis Grizzlies.
Detroit era el rival perfecto para que Miami dijera adiós a sus inseguridades sin importar mucho la baja de Wade, una baja que importó aún menos gracias al excepcional rendimiento de James Jones, que se fue a 6 triples de 8 intentos para anotar 18 puntos, todos desde el triple. LeBron James consiguió 26 puntos y Chris Bosh, 22 con 9 rebotes.
Los Pistons perdieron comba ya en el segundo cuarto y vivieron durante el partido un permanente atasco ofensivo que les llevó a poner énfasis en el triple con gran desacierto (3 de 19). El novato Brandon Knight fue su mejor hombre con 16 puntos.