La primera parte fue indiscutiblemente de Ohio State y la segunda supuso un notable vuelco que devolvió a Kansas al partido hasta ganarlo bajo el liderazgo de Thomas Robinson, que fue de menos a más.
Dirección contraria tomó Jared Sullinger, que fue de más a menos, como su equipo. Los Buckeyes perdieron una gran oportunidad de llegar a la gran final y en un final desquiciado, pero lleno de emoción, se quedaron en el camino.
Sullinger y Thomas representaron como nadie el bajón de la segunda parte, una segunda mitad en la que sólo sobrevivió Buford. La gran final la disputarán el lunes Kentucky y Kansas.
Kansas 64 Ohio State 62
Una relación numérica quedará grabada a sangre y fuego en la memoria de los Buckeyes: 8 de 33. Ésa fue la serie que Ohio State hizo en el lanzamiento en la fatídica segunda parte que los dejó fuera y ésa fue la serie protagonizada en todo el partido por dos de sus grandes estrellas, Jared Sullinger y Deshaun Thomas.
Sullinger empezó el partido como un tiro en ataque para terminarlo desaparecido en combate en los momentos decisivos y con 5 de 19 en el lanzamiento de campo. Y Deshaun Thomas bordó durante muchos minutos de la primera mitad una defensa colosal sobre Thomas Robinson que contó con ayudas extraordinarias de sus compañeros para acabar el encuentro superado en su labor de retaguardia y con un 3 de 14 en el lanzamiento, incluyendo un 1 de 7 en el triple.
Y es que todo cambió radicalmente en la segunda parte tras alcanzarse el ecuador del choque con un 25-34 para los Buckeyes, que recibieron una cesta sobre la bocina, tal vez anticipo de lo que vendría después, un cambio de tendencia brusco, muy brusco.
Porque en la reanudación el que ahogó el ataque rival fue Kansas, con un tremendo Jeff Withey que terminó con 8 rebotes y 7 tapones amargando la noche a Sullinger, al que llegó a poner 3 tapones en una misma jugada. Por entonces, ya todo pintaba diferente. Craft ya no superaba de forma insultante a Taylor, Thomas ya no sujetaba en defensa a Robinson, Sullinger ya había perdido su brío ofensivo y Kansas sobrevivía a su cadena de pérdidas de balón (terminó con 17 pérdidas).
Un triple y una cesta de dos de Elijah Johnson, crucial en su despertar en la segunda parte, empataban el partido a 38 con 14 minutos por jugar. A partir de ahí, todo emoción, y de las buenas, hasta llegar a un final increíble que podría haberse resuelto antes si, con 62-59 para Jayhawks, los árbitros no hubieran pitado pasos a Withey, que acababa de transformar una canasta con posible tiro adicional. Faltaban 27 segundos.
Así las cosas, Buford fue el único asidero real, para bien y para mal, de Ohio State en los últimos momentos, toda vez que Sullinger desapareció y Thomas se tiró algunos tiros más que deficientes. En el otro lado, tremendo 'coast to coast' de Elijah Johnson a 1 minuto del final y 2 tiros libres de Taylor a 8 segundos de la conclusión para poner el 64-61.
Entonces, el partido rizó el rizo. Con 64-61, Taylor robó el balón de la victoria y, según lo robó, lo perdió en apenas 1 segundo, lo que aún dio opción a Ohio State. Kansas mandó a Craft a los libres con 2,9 segundos por jugar y el base metió el primero (64-62) y tiró a fallar el segundo. Lo hizo perfecto y capturó su propio tiro, pero invadiendo ilegalmente la pintura, lo que llevó a Kansas a la gran final.
Kansas perdió 25-34 la primera mitad y ganó la segunda por 39-28. Thomas Robinson metió 19 puntos y 8 rebotes, Travis Releford hizo, a la chita callando, 15 puntos y 6 rebotes y Elijah Johnson se destapó en la segunda parte para 13 con 10 rebotes. En Ohio State, 19 puntos y 7 rebotes de Buford, 13 y 11 rebotes de Sullinger en noche aciaga y 11 y 3 robos de Aaron Craft.