No está siendo un buen año para los Celtics en lo que a lesiones se refiere y en particular, respecto a sus hombres interiores. Tras perder a Jeff Green y Chris Wilcox, ahora es Jermaine O’Neal quien no podrá jugar más este año. El pívot, de 33 años, podría retirarse.
O’Neal tendrá que ser operado de uno de los ligamentos de su muñeca izquierda. Una lesión que viene molestándole desde la temporada pasada y que se agravó el pasado 20 de febrero tras un mal apoyo en una caída durante el encuentro que enfrentó a Boston y Dallas.
Los diversos tratamientos intentados para aliviar las molestias no sólo no han funcionado, sino que el problema ha ido a más hasta el punto de que los médicos lo han diagnosticado como degenerativo.
La intervención quirúrgica acaba con la temporada de O’Neal y no está claro si, tras 16 años en la liga, el veterano pívot podrá volver a jugar al baloncesto o no.
Posible retirada
“No estoy seguro de cuál es mi futuro en el baloncesto”, escribía anoche en Twitter el propio O’Neal, “Quiero dar las gracias a las ciudades de Portland, Indiana, Miami, Toronto y Boston por 16 años estupendos”.
Más tarde, escribía “Fue verdaderamente una bendición y un honor jugar para 5 grandes organizaciones y vivir en 5 ciudades fantásticas. Gracias a todos por todo”. Unas palabras que suenan a despedida casi definitiva del baloncesto.
En sus 16 años en la liga, llegó a ella directamente desde el instituto con apenas 18 años, O’Neal ha jugado más de 900 partidos y fue 6 veces All-Star antes de que las lesiones minaran su estado físico. En su carrera ha promediado 11,2 puntos y 7,6 rebotes por encuentro, aunque en sus mejores momentos, con los Pacers de Indiana, llegó a promediar más de 20 puntos y 10 rebotes por temporada.