Visto que Nueva York no parecía muy activo en el mercado, no han tardado en saltar los rumores sobre el supuesto descontento de una de sus estrellas, que habría pedido el traspaso. Hablamos de Carmelo Anthony, que ha negado todo lo publicado sobre el tema.
"No, no, no, no”, ha repetido el alero de los Knicks, “No sé de dónde viene. Estoy cansado de escucharlo. Surgió esta mañana de lo que supongo que es una fuente anónima. Estoy harto de las fuentes anónimas. No quiero ser traspasado. No sé de dónde sale esa estupidez”.
El supuesto descontento de Anthony lo aireaba hoy el New York Post, un diario dado al sensacionalismo con demasiada frecuencia, bajo el llamativo titular de “¡Melo quiere irse!”. Según el Post, su mala relación con Mike D’Antoni y la percepción de que la franquicia no confía en él serían los motivos por los que la estrella de los Knicks desearía abandonar el equipo apenas 1 año después de haber llegado.
Anthony lo ha negado de plano y ha asegurado que apoya a su técnico, con el que dice no tener problema alguno, “al 100%”. Lo que sí ha reconocido es sentirse frustrado por lo que lee y escucha últimamente sobre él y por los abucheos que un sector de la grada le dedicó en la derrota del pasado domingo ante los Sixers.
Los malos resultados de los Knicks desde que Melo regresó de su lesión, con sólo 1 partido ganado desde el parón del All-Star y derrotas en los últimos 6 encuentros disputados, han alimentado en los últimos días todo tipo de rumores en torno al equipo, con Anthony y el técnico Mike D’Antoni, al que muchos sitúan ya con un pie fuera del equipo neoyorquino, como principales protagonistas de los mismos.