A la tercera fue la vencida, para Miami. Milwaukee había obrado el milagro de ganar a los Heat en sus dos enfrentamientos directos de la temporada, pero en el tercero los subcampeones de la NBA pusieron las cosas en su sitio con un LeBron James estelar. Como estelar estuvo Carlos Delfino.
El argentino hizo un gran partido y acabó con 24 puntos, pero anduvo aislado. Ni Jennings, ni Gooden estuvieron a su nivel y el equipo perdió claro ante el poder de James-Wade, dúo que sumó 57 puntos con 24 de 35 en el tiro de campo. Poco se puede hacer ante tal poderío.
Los que sí frenaron el poderío de Howard fueron los Wolves en Orlando, pero de poco les sirvió. El partidazo de Pekovic en los dos lados de la cancha fue en balde, al igual que los 11 puntos y 8 asistencias de Ricky Rubio y los 11 tantos de José Juan Barea.
Charlotte, mientras, sumó su decimoquinta derrota consecutiva al caer en casa ante los Sixers, donde, por supuesto, Andrés Nocioni se volvió a quedar sin jugar.
Milwaukee 96 Miami 114
Partidazo de Delfino, pero esta vez no hubo efecto sorpresa y los Heat reubicaron su poder ante Milwaukee, que les había ganado las dos veces que se habían cruzado este curso. No hubo, por lo tanto, milagro trinitario encarnado en una tercera victoria. James y Wade lo impidieron.
Los Heat pasaron por encima de los Bucks. Miami empieza a carburar y cuando llega a ese estado de alta velocidad de crucero es ciertamente imparable. Ganó por 20 en Atlanta y acto seguido gana por 18 en Milwaukee. Ante los Bucks, cimentó su triunfo en los cuartos centrales con un parcial de +19 en 24 minutos y lo hizo anotando 35 en un tercer acto en el que salió el lado más vehemente de la ofensiva de los de Spoelstra.
LeBron James maravilló con 35 puntos, 8 rebotes y un formidable 16 de 21 en el tiro de campo y Dwyane Wade completó la imagen alegre con 22 tantos en 28 minutos. Entre los dos: un increíble 24 de 35 en el tiro dinámico. El tercer hombre fue esta vez Mario Chalmers y Mike Miller lo hizo muy bien.
En Milwaukee, todo fue Delfino. Bárbaro el santafesino con 13 puntos al descanso y 24 al final. Funcionó como un reloj que fijó su máxima precisión desde más allá del arco (5 de 8 triples). Además, Charlie dio 4 asistencias y robó 2 bolas. Fueron 32 grandes minutos del internacional argentino que no encontraron recompensa porque no gozaron de gran ayuda por parte del resto de compañeros. Drew Gooden, por ejemplo, estuvo horrible hasta fallar 12 de sus 14 tiros y el base Brandon Jennings vivió en un discreto segundo plano sin aportar gran cosa. El Bradley Center se quedó sin su milagro.
Orlando 102 Minnesota 89
El español Ricky Rubio hizo un gran primer cuarto (7 puntos y 3 asistencias), un cuarto dinámico, lleno de concentración, en el que desde el primer momento se le vio con 'feeling'. Pero luego, sin jugar mal, su juego languideció y con él el de los Wolves, que notaron, y mucho, cada vez que Adelman sacó a la vez de la cancha a Love y Rubio para que descansaran. Fueron pocos minutos, pero en ellos sacó la ventaja Orlando.
Una ventaja que Minnesota no pudo sacar de su gran planteamiento ante Howard. Pekovic le defendió de cine y el hercúleo pívot local estuvo en permanente pelea con las faltas, lo que le hizo cometer su quinta a muchos minutos del final y sólo disputar 28 minutos. Howard arrastró problemas de personales un cuarto sí y otro también y su rendimiento fue bien discreto: 11 puntos, 7 rebotes y 4 de 11 en el tiro doble.
Pues ni con eso los Wolves tuvieron opciones de triunfo. Llegaron a perder los de Adelman por 20 y nunca estuvieron en el luminoso. No sirvieron los 19 puntos y 15 rebotes de Kevin Love, que fue de más a menos, ni la gran defensa con 16 puntos y 13 rebotes de Nikola Pekovic. Tampoco los 13 de Beasley, ni los 11 de los hispanos Rubio y Barea, que perdieron 12 balones entre los dos (5 y 7). El de El Masnou firmó 11 tantos, 8 asistencias, 3 rebotes, 1 tapón y 4 de 7 en el tiro de campo en 40 minutos. No lo hizo nada mal, pero tampoco tuvo chispa en la parte final del encuentro. El de Mayagüez hizo 11 tantos en 25 minutos con 4 de 10 en el tiro. Ambos jugaron muchos minutos porque Ridnour no fue de la partida. Martell Webster le sustituyó en el quinteto inicial.
Orlando tuvo a todos sus titulares en doble figuras anotadoras. Jason Richardson volvió a mostrar su gran forma con 17 puntos en 23 minutos, J.J.Redick se fue a 14 en 25 y un gran Turkoglu firmó 14 con 6 rebotes y otras tantas asistencias. Los locales perdieron la mitad de balones que los visitantes (9 por 18), unos visitantes que perdieron más posesiones que asistencias dieron (14). Y los Magic volvieron a tirar de triple, una de sus grandes armas. Metieron 12 con un 40% de acierto. El partido fue suyo siempre. No hubo dudas en Florida.
Otra derrota de los Bobcats
Mientras, Philadelphia ganó en Carolina del Norte a Charlotte por 89-98 para sumir a los Bobcats en una crisis aún más profunda bañada de derrotas, tantas como quince consecutivas. Y fueron dos suplentes de Philly los que llevaron la voz cantante: Lou Williams con 23 puntos en 27 minutos y Thaddeus Young con 20. Además, el base titular Jrue Holiday sumó 19, Nikola Vucevic aprovechó bien el tiempo y Andre Iguodala repartió 9 asistencias, aunque tuvo una noche negada en la ofensiva con 3 tantos.C
Charlotte ya suma 25 derrotas en 28 partidos y en casa sólo ha sido capaz de ganar 3 veces. El experimentado Corey Maggette fue el mejor local con 22 puntos y 3 robos y el novato Kemba Walker le secundó con 21 tantos. El francés Boris Diaw regaló 10 pases de canasta y Byron Mullens mejoró sus prestaciones, que en las últimas semanas habían caído en picado.