Minnesota Timberwolves afrontó su primer partido sin el sancionado Kevin Love. No brilló el equipo, pero tuvo suficiente para imponerse a unos Kings que no parecen, hoy por hoy, una gran amenaza. Ricky Rubio destacó con 14 asistencis y 5 robos de balón.
Los mejores locales junto a Rubio fueron Pekovic, brillante en ataque y en defensa, donde secó a Cousins, Beasley y el novato Derrick Williams, que ocupó el lugar de Love. El puertorriqueño Barea aportó 6 puntos y 3 asistencias. El que apenas jugó fue el dominicano Francisco García, que estuvo un minuto en la pista.
Mientras, la lógica se cumplió en Boston, un equipo en racha. No falló ninguna de sus figuras (Garnett, Pierce, Allen y Rondo). Fue una noche muy especial para Paul Pierce que se convirtió en el segundo máximo anotador de la histórica franquicia tras superar al mítico Larry Bird. El mexicano Nájera disputó 6 minutos y metió un triple.
Sin hispanos, Indiana ganó a Utah con un gran final de Danny Granger. Los de Frank Vogel no se detienen y siguen en las posiciones altas del Este.
Minnesota 86 Sacramento 84
Se enfrentaban en el Target Center dos de los peores equipos del Oeste de la campaña pasada, pero los tiempos han cambiado, aunque sólo para los Wolves. El equipo de Minnesota ha cambiado con la llegada de Ricky Rubio y anoche, sin el sancionado Kevin Love, sobrevivió a los Kings para ganar con apuros y situarse con un estimulante balance de 13 victorias y 12 derrotas.
No jugó Love, al que sustituyó un muy buen Derrick Williams. El novato, número 2 del pasado draft, terminó con 14 puntos, 8 rebotes y 3 tapones, pero lo más importante es que 7 de sus puntos llegaron en los 4 minutos finales. Fue hombre clave en la victoria como lo fue Michael Beasley, un sexto hombre de lujo que se fue a 17 tantos y 14 rebotes, y sobre todo Nikola Pekovic, la gran carta oculta de Adelman. Titular por la lesión de Milicic, Pekovic no para de crecer. Ante los Kings, doble papel estelar: mejor anotador de su equipo al terminar con 23 puntos, 10 rebotes y 3 tapones y defensor esencial al secar al gran DeMarcus Cousins, al que dejó en 3 de 13 en el tiro. Y estuvo Ricky Rubio, claro.
Los hombres altos de T-Wolves funcionaron muy bien toda la noche, pero su línea exterior no supuso amenaza alguna. Tampoco Ricky Rubio tuvo un buen día en el tiro (6 puntos con 2 de 9), pero todo el juego giró en torno a su genialidad como base. En 37 minutos de juego, en los que Minnesota hizo un +11, Ricky Rubio repartió 14 asistencias de todos los colores, incluyendo un impresionante pase por debajo de sus propias piernas a Pekovic. Además, robó 5 balones y capturó 6 rebotes. Dio 14 de las 21 asistencias de su equipo y lo hizo, y esto tiene mérito, en un partido de baja puntuación. Su partido se podía haber desinflado debido a que falló el último tiro de los suyos, pero afortunadamente para él y su equipo el triple ganador sobre la bocina de Sacramento no entró.
Sacramento no empezó bien. Recibió un 31-16 en el primer cuarto. Pero poco a poco fue atrapando la onda de partido para ganar los tres parciales siguientes y presentarse al final con opciones de triunfo a pesar de que sus dos grandes estrellas fueron tapadas a la perfección por el rival. Cousins, que hizo un doble doble muy justito, y Evans, que no hizo gran cosa, acabaron entre ambos con un 8 de 26 en el tiro de campo. El equipo tuvo, por lo tanto, que recurrir a otros recursos. Esos recursos fueron Thornton -22 puntos-, Fredette -13 en 17 minutos- o Donte Greene. También J.J.Hickson con su buena labor en el rebote. El que, por el contrario, apenas pudo ni enterarse de que vio acción fue Francisco García. Estuvo un minuto en cancha y erró un tiro. Un suspiro sin sentido.
Boston 94 Charlotte 84
Se enfrentaban un equipo en racha contra el peor de la NBA... y la lógica se cumplió. Los Celtics acumulan 9 victorias en sus últimos 10 partidos y ya están con un balance de 14-10; los Bobcats llevan un horrible 3-22 con sólo una victoria en sus 15 compromisos como visitante. Pintaba una paliza, pero al menos Charlotte aguantó su quiebra y lo hizo con dignidad.
Eduardo Nájera jugó 6 minutos y metió un triple, Biyombo fue titular, pero apenas aportó en ataque, y la anotación visitante vino de la mano del ex Vitoria Reggie Williams (titular y 21 puntos), el suplente Derrick Brown, que firmó 20 tantos con un impresionante 10 de 10 en el lanzamiento de campo, y el novato Kemba Walker, autor de 16.
El protagonista de la noche fue Paul Pierce, que rozó el triple-doble (15 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias), aunque se mostró bastante irregular en el tiro. Fue el protagonista porque se convirtió en el segundo máximo anotador de la historia de los Celtics tras Havlicek superando al mítico Larry Bird. Y esto son palabras mayores. Pero su protagonismo fue compartido por los grandes del equipo. Ninguno falló. Kevin Garnett, en una segunda juventud, se fue a 22 puntos y 7 rebotes en 27 minutos, Ray Allen metió 17 y Rajon Rondo dio 14 asistencias y añadió 10 puntos. Además, buenos minutos en la ofensiva del suplente Brandon Bass.
El equipo céltico sobrevivió a su mala noche desde el triple y supo superar el hecho de sólo ir 8 veces a la línea de castigo. Lo logró jugando en equipo, una gran virtud de todas las estrellas que lo componen. Asistieron los de Rivers 31 de sus 41 canasta y perdieron 11 balones. Solidaridad y seguridad a partes iguales. Boston es un equipo de estrellas mayores que no para de crecer esta temporada. Ya está bien instalado en el Este.
Indiana Pacers no se detiene
Otro equipo que no se detiene es Indiana Pacers. Los chicos de Frank Vogel ganaron 104-99 a Utah Jazz y ya están con una trayectoria de 17-7. Todo un lujo. Ganaron en el Bankers Life Fieldhouse (antiguo Conseco) con 25 puntos de un Darren Collison que no perdió un solo balón en toda la noche, con 17 tantos, 10 rebotes y 4 tapones de Roy Hibbert y la ayuda de Paul George y Danny Granger, sobre todo la de éste último que resultó capital en el triunfo al resucitar de entre los muertos en el cuarto final, en el que metió 12 de los 16 puntos que anotó en el partido.
En el bando mormón, los de siempre no fallaron: 18 puntos y 10 rebotes de Paul Millsap y 16 y 8 de Al Jefferson.