Como todos los años, la cercanía de la fecha límite que obliga a garantizar los contratos genera un buen número de movimientos en el fondo de los banquillos de la NBA. Los últimos en caer han sido Solomon Jones (Clippers), Josh Davis (Grizzlies), Derrick Caracter (Lakers), Mickell Gladness (Heat) y Malcolm Thomas (Spurs).
Ayer mismo hubo otros 2 jugadores que perdieron su puesto y los de ahora no serán probablemente los últimos de esta ‘operación limpieza’ que cada temporada realizan los equipos para vaciar su fondo de armario y dar paso temporal en muchos casos a jugadores con contratos de 10 días a la espera de configurar definitivamente su plantilla de aquí a la fecha que marca el plazo límite para los traspasos, que este año es el 15 de marzo.
Los nombres de los últimos jugadores cortados no sorprenden a nadie, porque apenas habían jugado en sus respectivos equipos. Malcolm Thomas (Spurs), por ejemplo, se ha pasado buena parte de su estancia, llegó el 11 de enero, en la NBADL y sólo ha aparecido en 3 partidos en los que sumó un total de 1 punto, 3 rebotes y 1 asistencia y al pívot de los Heat Mickell Gladness se le vio en 6 encuentros, el último hace más de 15 días, y su presencia en pista no llega a los 4 minutos de media.
Menos aún había jugado Derrick Caracter. El jugador de los Lakers, que sufrió una lesión en la pretemporada, no ha disputado un solo minuto en esta campaña y fue enviado recientemente a la NBADL. Tampoco el año pasado, en su temporada de novato, hizo nada reseñable.
Jones (Clippers) y Davis (Grizzlies), también hombres interiores, son los que más presencia habían tenido, pero no la suficiente para que sus equipos apostaran por garantizar sus contratos. El primero ha jugado 10 partidos y casi 100 minutos, pero termina con una sola canasta en 8 intentos. El segundo ha sido el de presencia más regular, con 15 apariciones y casi 9 minutos por noche, pero sus pobres números no le han hecho merecedor de la continuidad.
Los que sí parece que seguirán en Miami, tras el despido de Gladness, serán el escolta Terrell Harris y el inefable Eddy Curry, cuyos contratos sí parece dispuesta a garantizar la franquicia de Miami.