Los Clippers acababan de perder con los Lakers y sin abandonar el Staples Center recibían 24 horas después a los Grizzlies. El equipo angelino sufrió, pero terminó doblegando a un equipo en el que brilló Marc Gasol. Mientras, la gran remontada de la noche se vivió en Orlando.
Porque los Celtics llegaron a ir perdiendo en Orlando por 27 puntos y terminaron ganando por 8 tras dejar a los Magic en sólo 25 puntos en la segunda parte (8 en el último cuarto). Liderados por Paul Pierce rompieron la banca en una jornada escueta compuesta tan solo por 2 partidos.
En Los Ángeles, por cierto, Clippers y Grizzlies jugaron con indumentarias retro en homenaje a la desaparecida ABA.
L.A.Clippers 98 Memphis 91
Tras el encontronazo registrado la noche anterior entre Chris Paul y Pau Gasol, el base y sus Clippers recibían 24 horas al otro Gasol, Marc, que llegaba a L.A con sus Memphis Grizzlies. Esta vez, no había motivo para el pique personal y sólo hubo pique deportivo, aunque el partido empezó bien raro.
Los Clippers tomaron de principio una ventaja de 16 puntos en el primer cuarto ante unos Grizzlies desbordados y desconocidos. Pero suele pasar que estos Clippers brindan fuegos artificiales de muy bella composición para diluirse durante minutos en un juego amorfo. Ello lo aprovechó Memphis para maquillar el primer cuarto con un triple de Gay desde el medio campo sobre la bocina y remontar en el segundo cuarto una vez el equipo de Hollins se centró. El partido era un cúmulo de imprecisiones (los 2 equipos sumaban 20 pérdidas mediado el segundo acto) y al descanso se llegó con un apretado 45-44 para los locales.
La segunda parte no supuso novedad alguna en el marcador, en el sentido de que ninguno de los equipos fue capaz de resquebrajar la igualdad existente hasta bien entrado el último minuto de juego. Parece sorprendente que Memphis aguantara el envite si se tiene en cuenta que sólo anotó el 35,7% de sus tiros, pero también es verdad que los visitantes trabajaron bien la difícil asignatura del rebote ante los podersos jugadores interiores de Clippers. En esa faceta, fue importante nuevamente Gasol, que se marcó otro gran partido con 18 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias y 2 robos en 41 minutos. Metió los 8 tiros libres de los que dispuso. Rudy Gay fue el más entonado en la ofensiva con 24 tantos y Tony Allen y O.J.Mayo metieron 14, aunque Mayo falló más de la cuenta. El que estuvo bastante gris fue Conley.
El mejor del equipo anfitrión fue Blake Griffin, que rebosó espectacularidad y rozó el triple-doble con 20 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias. Chris Paul hizo 18 con un doble 7 en rebotes y asistencias, Mo Williams, en gran forma, añadió otros 18, 9 de ellos en el último cuarto, y Caron Butler se fue a 17 repitiendo la trayectoria que firmó ante los Lakers: primoroso inicio y descenso progresivo de su rendimiento.
Remontada espectacular de los Celtics
Parece mentira, pero en los enfrentamientos entre Celtics y Magic los de Orlando no ganan para disgustos. Si hace unos días Boston ganaba 87-56 sumiendo a los de Florida en una ofensiva penosa, anoche ocurrió lo mismo en la segunda parte, pero con el dolor añadido de la extrema remontada porque Orlando se fue 21 puntos arriba al descanso (58-37) y llegó a ganar por 27 de diferencia. Luego llegó el horror: 25 puntos en la segunda parte y sólo 8 anotados en los últimos 12 minutos. La remontada: de -27 a +8. Ahí es nada. Al final: 83-91 para Boston.
Resultó crucial el parcial de 1-15 en el inicio del último cuarto, como lo fue el desacierto de Glen Davis en los momentos decisivos ante su ex equipo. Porque a veces el interés extremo por algo es un inconveniente. Boston supo manejar el final del partido y acabó ganando bajo el liderazgo de Paul Pierce: 24 puntos y 10 asistencias. Kevin Garnett acabó con 12 tantos, 10 rebotes, 4 tapones y 4 asistencias y la gran novedad céltica fue el sorprendete E'Twaun Moore, que metió 16 puntos en 18 minutos, encestó 4 triples sin fallo y certificó un +27 para su equipo con él en cancha.
En Orlando, el mejor fue Dwight Howard con 16 puntos y 16 rebotes en otra noche de pesadilla de los Magic ante los Celtics. Algo tendrá que ver el amigo Rivers.