No se recordaba algo semejante. Al menos, desde hace 3 lustros ningún equipo situado en el Top 3 de la estimación nacional había perdido un partido de semejante manera. Ocurrió ayer. North Carolina, el 3 del escalafón universitario, perdió por 33 puntos ante Florida State.
Fue un desastre en todos los aspectos. Florida St le endosó a los Tar Heels un 54-29 en la segunda parte para ganar 90-57 y hacer añicos el orgullo de una de las grandes universidades del baloncesto estadounidense, que se sítúa ahora con 15 victorias y 3 derrotas por un balance de 11-6 de su verdugo, que apenas una semana antes había sido masacrado por Clemson.
En la fiesta local, hubo un rey: el jugador Deividas Dulkys, autor de 32 puntos, 4 robos y un tremendo 8 de 10 desde el triple. Pero también hubo príncipes como Michael Snaer, que hizo 17 puntos, o el suplente Okuro White, que completó un doble doble.
Mientras, en North Carolina sólo se salvó Tyler Zeller -14 puntos, 14 rebotes y 4 tapones- y, en parte, Harrison Barnes, que metió 15 puntos. El resto firmaron malos partidos, algunos calamitosos. Números para el recuerdo: el 0 de 7 en los tiros libres de Henson, el 0 de 8 en el tiro de campo con 0 de 7 en el triple de Hairston o las 7 bolas perdidas por Marshall.
North Carolina no recibía una derrota de tales dimensiones desde que en 2003 Maryland le ganó por un humillante 96-56.
Actuaciones hispanas
En una inabarcable jornada de 141 encuentros, brillaron dos jugadores dominicanos: Gerardo Suero, un habitual ya, y Marcos Tamares.
Suero, en la elite de los anotadores de la NCAA, volvió a brillar con 26 puntos en 30 minutos de juego que llevaron a una apurada victoria de su equipo, Albany, por 76-75 ante Maine. Y Tamares se fue a 22 puntos en 31 minutos para sufrir con un triunfo igualmente apurado. Y es que Norfolk ganó 90-89 a Morgan St.
En el lado negativo de los nuestros, la horrible jornada del argentino de Río Tercero Juan Fernández que se quedó con un 1 de 11 en el tiro. Además, su equipo, Temple, perdió su partido.