El base puertorriqueño J.J. Barea podrá disfrutar del cariño de su antigua afición el próximo día 25, ya que la visita a Dallas de los Minnesota Timberwolves será aprovechada para celebrar la ceremonia de entrega de los anillos de campeones del año pasado al equipo texano.
No se trata de algo casual, sino de una coincidencia buscada por el propietario de los Mavs, Mark Cuban, que quería que el puertorriqueño estuviera presente en la celebración, de ahí que se haya aprovechado la visita de los Wolves para fijar la fecha.
Barea fue un jugador muy importante en la consecución del campeonato por parte de los Mavericks pero, pese al aprecio que siempre le habían mostrado los aficionados de Dallas, terminó saliendo de la franquicia por cuestiones económicas, al igual que buena parte de sus compañeros en el equipo campeón.
Los Mavs ya realizaron la ceremonia de izado del estandarte de campeones en el primer partido de la temporada que disputaron en casa, ante Miami, pero la entrega de los anillos, que normalmente se realiza de forma simultánea, se ha retrasado este año debido al lockout, ya que Cuban quería que los jugadores más significativos de la plantilla participaran en el diseño de los mismos pero el cierre patronal le impedía ponerse en contacto con ellos.
Junto a Barea, recibirán su anillo Dirk Nowitzki, Jason Kidd, Shawn Marion, Jason Terry, Rodrigue Beaubois, Brian Cardinal, Brendan Haywood, Ian Mahinmi y Dominique Jones, jugadores que siguen en el equipo, mientras que no estarán presentes, en principio,Tyson Chandler, Caron Butler, Corey Brewer, DeShawn Stevenson y Peja Stojakovic, que ya no están en la franquicia, aunque no es descartable que el último de ellos, ya retirado, acuda a la ceremonia.
Será sin duda una gran oportunidad para que Barea reciba una vez más el calor de la afición de un equipo que, hasta este año, había sido su único conjunto en sus 5 temporadas en la NBA. Eso sí, después de la ceremonia, que se celebrará de forma previa al encuentro, tendrá que pelear para darles un disgusto y conseguir que su nuevo equipo se lleve la victoria.