Ricky Rubio jugó su primer partido como titular, lo hizo bien, anotó 4 tiros libres decisivos y su equipo ganó con una grandísima actuación de Kevin Love. El dúo de moda Rubio-Love arruinó así el primer gran partido de Gustavo Ayón, que jugó los minutos finales.
Ayón fue el revulsivo que estuvo a punto de costar la derrota a Minnesota. Jugó 13 minutos, incluidos los finales, los cruciales. Se volcó el ex de Fuenlabrada en el juego y el público se volcó con él. En un partido con 5 hispanos, sólo 3 jugaron, ya que Barea y Ariza están lesionados. El venezolano Greivis Vásquez fue el menos afortunado: 3 puntos y 3 rebotes en 18 minutos.
Mientras, los Lakers pasaron más apuros de los previstos ante Cleveland, donde brilló el novato Kyrie Irving. Kobe volvió a meter 40 o más puntos. Y ya lleva 3 partidos consecutivos así. Esta vez fueron 42. Su mejor escudero fue Pau Gasol, que aportó otro doble doble.
En partidos sin hispanos, por las lesiones de Ginóbili y Villanueva, San Antonio y Detroit doblegaron a Portland y Charlotte.
New Orleans 80 Minnesota 87
Estreno de Ricky Rubio como titular en la NBA y muchos ojos puestos en él. Minutada en pista (44 minutos) y buen rendimiento, aunque no fuera su mejor partido. Y es que el español fue de los pocos que se salvó en un encuentro realmente malo, incluso por momentos muy malo, en el que Minnesota acabó con el 34,3% y New Orleans con un 37,8. Los de Adelman llegaron a ganar por 14, pero se les complicó el partido y vencieron con sufrimiento apurados por el 'efecto Ayón'. El mexicano empieza a demostrar su casta en la NBA.
Ayón jugó 13 minutos, pero lo más importante es que jugó los finales, los importantes. Su coraje y su acierto (7 puntos y 4 rebotes) llevó en volandas a su equipo junto al gran tino de Belinelli -20 puntos y muy buen cuarto final- y el poderío en los aros de Okafor -16 tantos y 14 rebotes-. En el lado negativo, el 0 de 10 en el tiro de campo de Kaman y el flojo encuentro de Vásquez.
Minnesota supo sufrir en un partido trabado en el que le falló el tiro y la circulación de balón. De no ser por Rubio hubiera sido un desastre. De hecho, el equipo sólo sumó 11 asistencias, y 9 fueron de Ricky. Además, la pintura fue terreno vedado para los Wolves, que sólo hicieron 14 tantos cerca del aro. Aún así, sobrevivieron. Primero, porque tienen una bestia llamada Kevin Love. Sus números asustan: 34 puntos (17 en el tercer cuarto), 15 rebotes, 3 tapones y 17 de 18 en los tiros libres. Segundo, porque cuentan con un chico llamado Ricky Rubio: 12 puntos, 9 asistencias, 6 rebotes, 3 robos y 4 tiros libres cruciales anotados a 1:46 y 55 segundos del final. Ridnour también ayudó y Wes Johnson al principio, aunque luego se apagara. Eso sí, Milicic volvió a firmar una actuación esperpéntica.
L.A.Lakers 97 Cleveland 92
Los Lakers siguen poderosos en casa, aunque no terminan de rematar. Esta última noche se fueron al descanso 18 arriba (59-41). En el ecuador, Bryant ya había firmado 24 puntos, Gasol y Bynum dominaban los aros, con gran actuación del catalán, Barnes ofrecía su mejor intensidad y un muy buen nivel también en la ofensiva y Fisher había dado 9 asistencias. Todo marchaba como la seda. El balón circulaba y el acierto era notable de cara al aro.
Pero estos Lakers de Brown no cierran las situaciones para poder descansar. Y un chico con temperamento y cualidades de estrella, Kyrie Irving, metió a los suyos en el choque con un gran tercer cuarto, por lo que todo se tuvo que decidir en los minutos finales. Irving acabó con 21 puntos en 28 minutos y fue el mejor Cav. Varejao volvió a pelear a lo grande en la pintura con 14 rebotes (venía de capturar 17 en el partido anterior) y la suplencia de Cleveland -36 puntos- dio un repaso a la lamentable suplencia de Lakers -4-. Muy bien, en esa segunda unidad, el novato Tristan Thompson.
Así se complicaron la vida los angelinos, que asistieron 30 de sus 37 canastas, pero que sufrieron la incapacidad de sus suplentes y la sorprendente pérdida del rebote. Kobe, de nuevo a lo grande, acabó con 42 puntos tras lanzar 41 veces (31 de campo y 10 libres) y Pau se fue a 19 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias, si bien se fue apagando hasta sólo dar 1 punto a su equipo en el cuarto final. Además, Bynum languideció hasta 15 tantos y 11 rebotes tras meter 8 puntos nada más empezar el partido y Barnes sumó otros 15.
Triunfos de San Antonio y Detroit
Dos campeones de la NBA en la pasada década y sin hispanos ahora por las lesiones de Ginóbili y Villanueva, San Antonio y Detroit, ganaron con facilidad sus partidos ante Portland (99-83) y Charlotte (81-98), aunque lo hicieran de muy distinto modo.
Los Spurs vivieron un juego muy igualado con Portland hasta que en el último cuarto pusieron la directa con un rotundo 34-18. Los de Popovich continúan así su racha intachable en casa (8-0) y lo logran a pesar de perder 23 balones. Parker fue su mejor pieza con 20 puntos (12 en el cuarto final) y 9 pases de canasta. DeJuan Blair hizo un doble doble y en la suplencia destacaron Danny Green (+29 los Spurs con él en cancha) y Tiago Splitter, que acabó con 14 puntos, 4 rebotes y 5 de 5 en el tiro de campo en 20 minutos. Partidazo del brasileño. Portland perdió a Camby en el segundo cuarto al torcerse un tobillo y contó con un gran Aldridge (29 puntos). Partidos completos de Felton (13 tantos, 7 asistencias y 5 robos) y Wallace (12 puntos, otros tantos rebotes, 5 asistencias y 4 recuperaciones).
Los Pistons no esperaron tanto para ganar su encuentro, que dominaban por 19 finalizado el tercer cuarto. El sueco Jerebko -22 puntos y 9 rebotes- y el pívot Greg Monroe -19 con 9 rebotes y 5 asistencias- fueron los mejores de Detroit. El novato Knight hizo 13 tantos y 10 rebotes y Gordon mejoró su rendimiento.
El partido era poco atractivo a priori y, desde luego, no fue la alegría de la huerta en su desarrollo. Charlotte, con un ataque muy pobre sin amenaza ninguna desde el triple, fue poco rival. Byron Mullens volvió a brillar en sus filas con 18 puntos. Y el novato Kemba Walker estuvo mejor que otras veces con 16 puntos en 23 minutos. Pero lo más notable fueron los 5 tapones que puso Biyombo en 12 minutos.