Esperpénticas declaraciones del pívot de los Warriors Kwame Brown, que podrían entrar directamente en el top de las mejores piezas de humor de la última década. El ex de los Lakers se saca de la chistera una ilusión de la que se hace eco Los Angeles Times.
El centro sobre el que gira la increíble confesión de Brown es el pivot de los Lakers Andrew Bynum. Sobre Bynum dice: "Le enseñé todo lo que sabe".
Por si eso no fuera suficiente, añade: "Soy uno de los mejores defensores de la liga". Y culmina su despropósito afirmando, refiriéndose nuevamente a Bynum, que "le dije que si podía anotar contra mí, podía hacerlo contra cualquiera".
Esta desafección de la realidad ha causado furor entre los lectores del diario angelino. Sus comentarios no tienen desperdicio y se mueven entre la incredulidad, el humor y la indignación.
En el mismo diario, puede leerse la reacción de Bynum a las palabras de Brown. El pívot de los Lakers opta por hacer como que no las ha oído y con una sonrisa se limita a responder: "él y yo somos amigos. Solíamos hablar sobre coches y también íbamos a jugar a los bolos".
Brown, jugador de exquisita calidad y nulo rendimiento dado su escaso amor por el trabajo y su falta de carácter, llegó a la NBA directamente desde la high school y ocupó el puesto número 1 del draft de 2001. Más le valdría haber acudido a la universidad. Pasados los años, con 29 ya cumplidos, no ha alcanzado ni de lejos las expectativas creadas en torno a él y ha sido un enorme fiasco deportivo, lo que no le ha impedido ganar una millonada por no aportar casi nada.
Sin ir más lejos, Golden State le fichó en diciembre y le paga esta temporada 7 millones de dólares. Sus hazañas: fallar 4 tiros libres consecutivos en el Staples al repetirse 2 de ellos y firmar unos números hasta la fecha de 6,1 puntos y 6,4 rebotes en 20 minutos.