Repaso a los 15 equipos que configuran la Conferencia Oeste 24 horas antes de que arranque la temporada regular 2011-2012 con un calendario reducido a 66 partidos, lo que implicará un mayor esfuerzo por lo comprimido de sus fechas. En el Oeste, los finalistas de la campaña pasada, Dallas y Oklahoma City, parecen estar un peldaño por encima de equipos como Lakers, Clippers, Grizzlies o Spurs.
DIVISIÓN NOROESTE
Denver Nuggets: Muchos cambios en la franquicia de Colorado, que pierde con respecto a la pasada campaña a Wilson Chandler ('atrapado' en China), Kenyon Martin, J.R.Smith, Raymond Felton y el panameño Gary Forbes. Parece mucho, y lo es, pero los Nuggets no han quedado desarticulados y afrontan la temporada con buenos propósitos y piezas más que dignas para cumplir esos propósitos. El equipo dispondrá de jugadores como Ty Lawson, Danilo Gallinari o Al Harrington y conservará, tras una importante apuesta económica, a Arron Afflalo y Nene Hilario (enorme el contrato firmado al brasileño). Además, se incorporan a las filas de George Karl el veterano Andre Miller, el español Rudy Fernández, que aún está por explotar y que contará con minutos haciendo el papel de J.R.Smith, y Corey Brewer. Pero habrá más: el equipo contará con la extrema intensidad de Chris Andersen, tan cargado de tatuajes como de pasión por el juego, una intensidad a la que no será ajeno el novato Kenneth Faried. Cuidado con él. El colofón sería que adquirieran parte de esa intensidad dos hombres altos sobrados de calidad que no terminan de cuajar en la NBA: Kosta Koufos y Timofey Mozgov.
Minnesota Timberwolves: Si a Denver llega Rudy, a Minnesota llega su compatriota Ricky, ex compañero del primero en el Joventut y en la selección española. Ricky Rubio, el deseado. Dos años de espera y aterrizaje mediático rodeado de focos. Mucho se juega con el base catalán el general manager del equipo, David Kahn, su auténtico valedor. Jonny Flynn, que no llegó a cumplir las expectativas, se marcha del equipo y deja hueco para Rubio y otros bases. Porque si de algo andan sobrados los Wolves son de hombres bajos, incluido otro fichaje interesante, el del puertorriqueño José Juan Barea, que llega precedido de la aureola de ser campeón de la NBA con Dallas. Llegan Rubio y Barea a un equipo lleno de posibles que entrenará un experimentado y siempre interesante Rick Adelman. Un equipo joven plagado de talento cuyo líder indiscutible, hoy por hoy, es Kevin Love, pero que también tiene a un par de números 2 del draft, Michael Beasley y el recién llegado Derrick Williams (¡enorme jugador éste!). Pero la juventud del equipo no queda ahí. También cuenta con jugadores que deberían progresar como Wesley Johnson o Anthony Randoph. Habrá que ver cuál es el comportamiento de Milicic y del veterano Brad Miller, que ya coincidió con Adelman en aquellos adorables Kings de Stojakovic, Webber y compañía.
Oklahoma City Thunder: De los Thunder hay que decir mucho menos que de los dos equipos anteriores, aún siendo mucho mejor equipo que ellos. Porque el equipo que entrena Scott Brooks, un técnico con mucho criterio y un esplendoroso futuro, apenas ha cambiado piezas en el mercado de fichajes. Los Thunder tienen un equipo casi idéntico al que alcanzó la pasada campaña la Final de la Conferencia Oeste. Eso sí, con un año más de experiencia que cuando empezaron la pasada temporada regular y con un año más de coordinación en el juego. La gran figura, huelga decirlo, es Kevin Durant, máximo anotador de la NBA. A su vera, el base Russell Westbrook. Y como lugartenientes de la pareja estelar: James Harden y el internacional español Serge Ibaka, cuyo crecimiento puede ser espectacular. Además, jugadores interesantes como Thabo Sefolosha o Kendrick Perkins, que trabajan en aspectos grises del juego y defienden muy bien. Habrá que ver también qué derroteros toma la carrera del joven Cole Aldrich. Aspiran a todo. Y es un equipo de futuro.
Portland Trail Blazers: ¡Qué decir de este equipo!. Su jugador franquicia, Brandon Roy, dice adiós al baloncesto por la casi desaparición de sus rodillas, su gran apuesta, el pívot Greg Oden, lleva camino de quedarse en blanco otra temporada, su mejor jugador, LaMarcus Aldridge, da un susto a todos en pretemporada, aunque parece que no va a ser nada... Nate McMillan tiene como objetivo lograr la cuadratura del círculo. Y podría hacerlo porque se trata de un entrenador que saca más provecho de su equipo con el viento en contra que con el viento a favor. Y no tiene mal equipo, ya que pese a las desgracias la plantilla de los Blazers resulta bastante solvente. Baste repasar algunos nombres: Raymond Felton, Jamal Crawford (ambos recién llegados), Wesley Matthews, Gerald Wallace, Nico Batum o el ya citado Aldridge. Es cierto que no parece tener una gran profundidad de banquillo y que falta algún hombre estelar para acompañar a Aldridge, pero... Habrá que echar un ojo al físico del veterano Marcus Camby y al debut del novato Nolan Smith, procedente de Duke.
Utah Jazz: Primera temporada que afrontan los Jazz desde el principio en la era post-Sloan. Y no es que haya tenido mucho tiempo para prepararla Tyrone Corbin, debido al lockout. Estamos ante un equipo aparentemente sin opciones. Un equipo que ha perdido a Kirilenko, Okur y Price y que deberá confiar en la progresión de jóvenes como el ex Butler Gordon Hayward, el ex Georgia Tech Derrick Favors o el novato turco Enes Kanter, elegido en el puesto número 3 del draft el pasado mes de junio. Por lo demás, Al Jefferson, Devin Harris y Paul Millsap son sus tres jugadores más destacados, toda vez que Josh Howard es una incógnita y Raja Bell no puede tener la misma intensidad defensiva a sus 35 años. Vuelve Tinsley, aunque su papel no parece que vaya a tener relevancia alguna. No es fácil la papeleta para Corbin.
DIVISIÓN PACÍFICO
Golden State Warriors: Los Warriors han protagonizado muchos cambios en el mercado para seguir igual. Tienen 7 altas y 8 bajas respecto al pasado curso, pero en realidad, como decimos, han cambiado pocas cosas. La columna vertebral seguirá siendo el trío integrado por Stephen Curry, Monta Ellis y David Lee, un triángulo interesante porque a sus lados aún les quedan muchos años de baloncesto. Pero a su alrededor no crece la hierba. Mark Jackson no contará con hombres altos resolutivos. Es más, salvo Lee, el resto constituye un expediente X que parece irresoluble, especialmente los casos de Andris Biedrins y Kwame Brown. La buena noticia podría llegar de la mano del novato Klay Thompson, si funciona. El equipo presenta una escasa profundidad de banquillo y parece tener gasolina para dar buenos espectáculos puntuales. Para nada más.
Los Angeles Clippers: Para novedad estos nuevos Clippers. Porque nuevo es un equipo que ficha a Chris Paul, Chauncey Billups y Caron Butler y añade el poder reboteador de Reggie Evans. De un plumazo, en apenas unos días, los Clippers han dado la campanada juntando a Chris Paul y Blake Griffin, un dúo de presente y futuro, un dúo dinámico, el más explosivo de la NBA. Con DeAndre Jordan jugando por encima del aro llegará también el espectáculo. El pívot, todo físico, se puede poner las botas a pesar de sus limitaciones técnicas. El equipo de Del Negro tiene una sobredosis de hombres bajos: Paul, Billups, Mo Williams, Eric Bledsoe, Randy Foye... Pero es una nómina de bajitos llena hasta tal punto de calidad que se especulaba con la baja de Mo Williams, que ha rendido en pretemporada. Billups, mientras, no podrá poner más que cordura dentro de la dinámica loca de un equipo 'showtime'. Y no es poco el que alguien aporte cordura. También la aportará Butler, que puede hacer mucho por el equipo, como Reggie Evans en el rebote y la defensa. Este equipo puede llegar lejos, pero también puede morir de éxito mediático. Nadie se acordará de Eric Gordon. Y eso, dada la calidad de Gordon, lo dice todo.
Los Angeles Lakers: Revolución Clippers al alza contra Revolución Lakers a la baja. De no mediar milagro en los próximos días, este comienzo de temporada colocará a Mitch Kupchak en el centro de la diana. Y es que los despachos en los Lakers han echado humo, pero parecen haberse quemado. Bien cierto es que todo empezó mal cuando la NBA vetó el traspaso a los Lakers de Chris Paul, pero... El panorama es desalentador. Kobe Bryant está en trámites de divorcio y tiene lesionada una mano, Pau Gasol se encuentra fuera de sitio, con la mosca detrás de la oreja y, por mucho que intente disimularlo, tiene una herida de muerte en el pecho, Lamar Odom fue regalado al máximo rival en el Oeste, los Mavericks, y Shannon Brown salió por la puerta de atrás, Derrick Caracter está lesionado y Andrew Bynum tendrá que cumplir una sanción de 4 partidos. El caos es la seña de identidad de estos Lakers, más blancos que nunca (desde hace décadas no tenían tantos jugadores blancos). El equipo sigue sin tener un base fiable dada la edad de Fisher y el rendimiento de Blake y las incorporación han sido de poca enjundia: McRoberts, Murphy, Kapono... Por si fuera poco, Ron Artest, convertido en Metta World Peace, ha hecho una pretemporada nefasta... En fin, el pobre Mike Brown tiene trabajo.
Phoenix Suns: Steve Nash, buque insignia de estos Suns, sigue en el equipo, pero la historia ha cambiado mucho. Bueno, ya cambió el año pasado. Este equipo ya no es aquél que luchó por ser grande, y lo fue, en la más dura Conferencia Oeste que se recuerda. Aquello es agua pasada. Ahora, bastante ha tenido Nash con conseguir que se renovara al veterano Grant Hill, cosa que no se ha hecho con Vince Carter. Estaba claro que Hill aportaba más al equipo. Han firmado con Phoenix dos buenos jugadores de equipo, Shannon Brown y Ronnie Price, y ha llegado el novato de Kansas Markieff Morris. Y pare usted de contar. Alvin Gentry tendrá que bregar de verdad. TIene apañados jugadores altos como Frye, Warrick, Lopez o Gortat, pero ninguno despunta de verdad. En este equipo, Nash está acompañado por demasiado jugador medio, falta brillo. Muy escasas opciones de jugar playoff, por no decir ninguna.
Sacramento Kings: Tampoco los Kings tienen una plantilla para sacar pecho, pero al menos tienen jugadores con cierto tirón mediático como pueden ser Tyreke Evans y el novato Jimmer Fredette, el francotirador de Brigham Young que maravilló en la NCAA. También tienen a un pívot que si se lo propone puede situarse en lo alto de la NBA, el joven DeMarcus Cousins. Por lo demás, el dominicano Francisco García tendría que tener minutos en estos Kings pese a la llegada de John Salmons, que aportará. Entre los hombres altos, además de Cousins, hay jugadores que son bien resolutivos a su manera, como son los casos del recién llegado J.J.Hickson y Chuck Hayes, aunque habrá que ver en qué terminan los problemas de corazón de éste último. Sacramento Kings dejó hace tiempo de ser lo que era. Los hermanos Maloof parecen estar a otra cosa.
DIVISIÓN SUDOESTE
Dallas Mavericks: Favoritos a todo, pero con algunos reparos aunque tengan un equipazo, una plantilla de inmensa calidad. Defienden el anillo los chicos de Carlisle, la única franquicia cuyo jugador estrella, rodeado de estrellas, es extranjero: Dirk Nowitzki. El alemán se ve rodeado de jugadores enormes, aunque también ha perdido lo suyo. No siguen Tyson Chandler, Caron Butler, José Juan Barea, Corey Brewer, DeShawn Stevenson y el retirado Stojakovic. Se integran en el proyecto, entre otros, Lamar Odom, Vince Carter y Delonte West. La incorporación de Odom es un auténtica lujo, una donación inexplicable de los Lakers. Delonte West podrá ser una buena ayuda y Vince Carter es una incógnita, pero a poco que aporte será mucho, porque su calidad está fuera de toda duda. Pero el equipo proyecta algunas dudas. La más importante, la edad de sus más egregios componentes, que puede ser un problema para una temporada comprimida: Kidd (38 años), Carter y Terry (34), Marion y Nowitzki (33) y Odom (32). Aunque leer esta lista de nombres ya causa admiración. Otra es un gran lujo que parece excesivo, como es tener en la misma posición a Odom y Marion, aunque jugarán muchos minutos juntos. Un tercer problema es la falta de un 5 de garantías, porque Haywood no lo es. Haywood tendrá que mejorar y el joven Beaubois, un base de gran calidad, tendrá que dar un paso al frente en un equipo ganador.
Houston Rockets: De lo que pudo ser a lo que sigue siendo. El traspaso 'interruptus' Houston-New Orleans-Lakers hizo que Pau Gasol no recalara en Texas y que las dos grandes referencias del equipo, Luis Scola y Kevin Martin, no se marcharan. Todo parece que sigue igual, pero hay cambios significativos. El más claro es que aquí ya no está Adelman y que Kevin McHale tendrá que agarrar bien fuerte las riendas de estos Rockets, que seguirán contando como referencias ofensivas con Martin y Scola. Kyle Lowry, un jugador que crece sin parar, tendrá como rival en el puesto de base a Flynn, procedente de los Wolves, y jóvenes jugadores como Terrence Williams, Chase Budinger, Patrick Patterson o Jordan Hill tendrán que seguir progresando. Otra novedad notable es la llegada de un 5 de cierta entidad como es el haitiano Dalembert, porque del joven Thabeet nada se sabe. Hasta ahora es un auténtico fiasco. Lucharán por los últimos puestos de playoff, que no es poco.
Memphis Grizzlies: Paso gigantesco adelante el que dio la pasada temporada Memphis, un equipo que ya venía apuntando buenas maneras y al que su técnico, Lionel Hollins, supo llevar con mano de seda durante toda la campaña. Ante el tremendo éxito de alcanzar las semifinales de conferencia, la franquicia estaba en una gran disyuntiva: apostar por el equipo y tirar la casa por la ventana o ser más comedidos económicamente y dejar en la cuneta elementos importantes del proyecto. Pues bien, Michael Heisley, el propietario de los Grizzlies, ha sido valiente y ha optado por lo primero. La decisión que así lo atestigua es la renovación multimillonaria del español Marc Gasol, que sumada a lo que supone en salarios mantener a Conley, Gay y Randolph lleva al equipo a unos extremos de gastos inimaginables en el pasado. El equipo conserva prácticamente todo, incluso a O.J.Mayo, que tuvo pie y medio en Indiana. No así al venezolano Greivis Vásquez, que ha sido traspasado a New Orleans Hornets horas antes de iniciarse la competición. Un recuerdo, por cierto, a un jugador esencial la pasada campaña al que pocos recuerdan, Tony Allen. Su trabajo en los dos lados de la cancha, sobre todo en defensa, resultó encomiable.
New Orleans Hornets: Los Hornets han estado en boca de todos durante días por la salida o no de su estrella, Chris Paul, de sus filas. Es lo que tiene no tener dueño y ser administrado por la NBA, que a veces llega el conflicto de intereses y con él el caos más absoluto. Al final, Paul partió del equipo, tal y como deseaba. También se fue la segunda opción ofensiva de la escuadra, David West. Pero aún así, aún le quedan mimbres a Monty Williams para andar dignamente por la liga. Williams, que hizo una buena campaña 2010-2011, contará con Eric Gordon y Chris Kaman, llegados de L.A, y con el mexicano Gustavo Ayón, que ejercerá de novato procedente de España en un equipo que será el que más hispanos tenga en la NBA, 3, ya que también están en sus filas Trevor Ariza y el venezolano Greivis Vásquez que ha sido fichado a última hora. Además, la plantilla dispone de Jarrett Jack, Marco Belinelli, Carl Landry y Emeka Okafor. Un equipo apañado sin más.
San Antonio Spurs: Otro equipo con problemas de edad para una temporada tan cargada de partidos. Problemas de edad que aquejan a su corazón y a su pulmón, al argentino Manu Ginóbili -34 años- y el ala-pívot Tim Duncan, esencia Spur con 35. No serán eternos, claro está, pero aún pueden rendir a muy alto nivel si les respetan las lesiones. La buena noticia es que Tony Parker está en plena madurez y que tienen jugadores jóvenes que tienen que explotar, como pueden ser DeJuan Blair y Tiago Splitter en la pintura. También tendrá que dar un paso al frente Richard Jefferson, que fracasó el curso pasado. Al equipo ha llegado el desaparecido T.J.Ford y un novato que podría ayudar, Kawhi Leonard, que rindió a muy buen nivel en la NCAA. A cambio, se han quedado sin George Hill y sin Antonio McDyess. El equipo, si le respeta el físico, entrará holgadamente en playoffs, pero no parece que el conjunto de Gregg Popovich ande muy sobrado a la hora de afrontar la postemporada.